Acción Preventiva, Abuso de autoridad de unidades batallón JOSE HILARIO LOPEZ

“La justicia de quien es íntegro le allana el camino, el malvado se hunde en su maldad. Su justicia salva a quienes son rectos mientras los malvados quedan pillados en su maldad” Prov. 11: 5-6


RESUMEN

Indígenas de las comunidades de los Resguardos de Huellas, Munchique de los tigres, Pueblo Nuevo y Caldono junto con sus acompañantes que participaron el pasado 21 y 22 de abril en un Taller de memoria, justicia e identidad fueron objeto de abusos de autoridad por parte de unidades militares del Batallón José Hilario López en la mañana del domingo.

La irrupción a las casas de los comuneros bajo el pretexto de brindar seguridad a la comunidad, es parte de una serie de actuaciones irregulares, desbordadas y desproporcionadas del ejército contra la población originaria que habita en el caserío de Chindaco en el municipio de Caldono. El domingo en la madrugada los indígenas fueron recriminados e intimidados los acompañantes fueron obligados a tirarse al piso y apuntados con fusiles en la cien.

Los indígenas son blancos de permanentes abusos de autoridad, restricción en la libre movilización, retenciones preventivas –arbitrarias- daños en bienes de supervivencia, operaciones psicológicas de presión, de intimidación y amenaza. Sus propiedades son usadas para el control sobre su vida familiar y comunitaria y eventualmente pueden ser convertidos en escudos de los militares en una confrontación con la guerrilla de las FARC EP que opera en la región.

La actuación militar es un reflejo de los efectos nocivos de la política de seguridad del gobierno Uribe, que pretende bajo todos los mecanismos involucrar a la población, en este caso la indígena, en el conflicto armado, y criminalizando la decisión de autonomía restringiendo los derechos de la población respecto a su libre movilidad, libertad de expresión, libertad de pensamiento, libertad de asociación. Se ha presentado un evidente abuso de autoridad contra las comunidades indígenas y los integrantes de derechos humanos, que de continuar así pueden derivar en daños irreparables a la vida e integridad de los pueblos indígenas por parte de agentes estatales.

ADJUNTO CONSTANCIA Y CENSURA MORAL

Bogotá, D.C. Abril 24 de 2007
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

Bogotá, Abril 24 de 2007

Doctor
FRANCISCO SANTOS
Vicepresidente de la República

Doctor
CARLOS HOLGUIN SARDI
Ministro de Justicia y Derecho

Doctora
FERNANDO ARAUJO
Ministro de Relaciones Exteriores

Doctor
MARIO IGUARAN ARANA
Fiscal General de la Nación

Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación

Doctor
VOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo

“La justicia de quien es íntegro le allana el camino, el malvado se hunde en su maldad. Su justicia salva a quienes son rectos mientras los malvados quedan pillados en su maldad” Prov. 11: 5-6

Reciban un respetuoso saludo

Nuestra Constancia y Censura Moral ante los permanentes abusos de autoridad cometidos por las unidades militares del “Batallón José Hilario López” contra pobladores indígenas de Caldono bajo el pretexto de actuaciones contra insurgentes.
Desde este marco doctrinal se continúa concibiendo a los indígenas como base de la guerrilla, auxiliadores o guerrilleros justificando todo tipo de intimidación, de amenazas de muerte, de presión psicológica, retenciones arbitrarias, impedimento a la libre expresión, asociación,

° Domingo 22 de abril, a las 5:30 a.m. militares pertenecientes al batallón José Hilario López irrumpieron en la casa de la familia de JOSÉ DOMINGO PIAMBA, ubicada en la vereda Chindaco, municipio de Caldono. En el lugar se alojaron 14 de los 30 indígenas participantes del taller sobre Memoria y Justicia y dos acompañantes, uno de ellos WILLIAM CAYAPU integrantes de nuestra Comisión de Justicia y Paz y JUAN MANUEL FIGUEROA, del grupo de apoyo de nuestra Comisión Justicia y Paz.

Cuatro unidades militares registraron los cuartos, mientras uno de ellos pregunto a uno de los ancianos de la comunidad por la presencia de la guerrilla y por “donde está el mono guerrillero que entró ayer” (refiriéndose a uno de los acompañantes, que tiene el cabello de color claro, amarillo) El adulto mayor respondió que ellos se encontraban desde el sábado en un Taller y en el mismo no participaban guerrilleros sino ancianos y maestros de la comunidad. “Aquí no he visto gente armada, y quiénes están aquí no son guerrilleros”, expresó el comunero. El militar expresó: “sí, aquí hay guerrilleros, ¿dónde están?”. Entre tanto iban saliendo uno a uno de las 14 personas allí alojadas.

Diez minutos después los militares abordaron a los talleristas que dormían en una carpa de camping. Les apuntaron con su fusil, preguntaron permanentemente por sus nombres sin permitir dar respuesta ni identificarse. Otro quitó el seguro de fusil, visiblemente alterados y sin permitir dar respuesta a las agitadas preguntas, les obligan tenderse en el piso boca abajo, luego de ser empujado con el fusil. En el piso uno de los militares apuntó a la cabeza del defensor de derechos humanos WILLIAM CAYAPU, mientras repetía las mismas preguntas sin permitir dar respuesta. “Quiénes son ustedes?, Qué hacen?, dónde viven?”

Los indígenas intentaron explicar quiénes eran los acompañantes sin que los militares escuchen. Minutos después y cuando la información sobre el abuso es reportada a nuestra Comisión de Justicia y Paz, un militar ingresó al lugar, quién luego de escuchar al defensor de derechos humanos WILLIAM CAYAPU les permitió levantarse. Luego de escuchar quiénes eran, el mismo militar, con la identidad en el informe de apellido RUIZ solicitó los documentos de identidad, y al conocer de que el Gobernador del Cabildo quería comunicarse con él, este ofreció disculpas por el hecho y agregó: “este es un operativo de rutina, estamos en una zona de guerrilla y nosotros la estamos combatiendo por eso los soldados primero se aseguraban que no les pase nada , yo ví que estaba mal el procedimiento y por eso los hice parar, por favor entiendan y disculpen.”

Indígenas del Resguardo cuestionaron los procedimientos de las unidades militares que se orientan contra aquellos que recuperan la memoria e identidad de la comunidad e indica que esas actuaciones son repetitivas. El militar quien en su uniforme lleva el apellido RUIZ vuelve a ofrecer disculpas explicando que están trabajando, protegiendo con seguridad a la comunidad.

En medio de las expresiones de los militares, se negaron a dar a conocer su identidad y algunos de ellos expresan: “mi sargento yo mejor me voy” abandonado la casa. Entre tanto el que porta el apellido RUIZ en su uniforme añade “por eso es que nosotros les pedimos que nos colaboren, que nos informen de la guerrilla” ofrece disculpas de nuevo y se despide.

Los militares que fueron saliendo de la casa de la familia PIAMBA, registraron la casa de ANGÉLICA PILCUÉ, distante a unos 500metros, donde durmieron los restantes participantes del Taller.

Nuestra Constancia y Censura Moral ante los abusos de autoridad cometidos por miembros del batallón José Hilario López actitud que es parte de la costumbre. Los integrantes del Resguardo Indígena han padecido el hostigamiento, el acoso, la intimidación permanente de las unidades militares. El ejército irrumpe en las casas sin orden de registro, procede a requisar los hogares, detiene temporalmente a miembros de las familias indígenas, bajo el pretexto de verificación de datos o antecedentes judiciales, y en la dinámica de intimidación los acusan de ser guerrilleros. Luego de fotografiarlos, les hacen firmar un acta de buen trato para ser dejados en libertad.

Situaciones recientes, similares a las del domingo pasado, han sucedido con los cabildantes indígenasJOSE ALBEIRO VALENCIA PILCUE y HERNANDO PUNÍ CABICHE y RODRIGO HUETOTO.

Nuestra Censura Moral ante las técnicas de discriminación y operaciones psicológicas que usa el ejército contra los comuneros de la vereda Chindaco a quiénes señalan de ser guerrilleros o auxiliares, para justificar los abusos, como obligar a los indígenas a quitarse la camisa cada vez que son requisados, o, para luego de amenazarlos invitarlos a ser parte del ejército pues si no lo hacen “les va a ir mal”, o, cuando no ocupan las parcelas de los indígenas se acampan en ellas destruyendo las siembras y ejerciendo un control indebido sobre los comuneros, colocando en riesgo sus vidas ante la eventualidad de una confrontación armada.

Nuestra Constancia con la finalidad de que las instancias del poder ejecutivo adopten medidas inmediatas de corrección, reestructuración, transformación en desarrollo de la política de seguridad a fin de evitar daños irreparables a la vida, a la integridad personal, a la supervivencia de los pueblos indígenas.

Solicitamos a los organismos de control del Estado a iniciar de manera urgente una actuación disciplinaria sobre las unidades militares a fin de que se eviten daños irreparables a la vida e integridad personal.

Las comunidades indígenas requieren que todas las autoridades respeten su derecho a la libertad de expresión, de asociación, de movilización como corresponde con los principios de un Estado de Derecho. Y, los defensores de derechos humanos respeto a su labor legítima de promoción respecto de los derechos a la Verdad, a la Memoria, a Saber.

De toda consideración,

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz