En medio de militarización, AGC continúan control social

Hacia el mediodía de hoy, se confirmó que durante los cinco días de presencia militar de unidades del batallón de Selva 54 en Bijao Cacarica y luego de un breve contacto armado con las AGC, el pasado sábado 25 de febrero, permanece en el caserío un grupo de tres integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Los restantes hombres calculados en más de un centenar, el grueso del grupo con armas largas y vestidos de camuflado de la estructura armada del Frente Darién Chocó, permanecen cerca de Bijao Cacarica en dos lugares.

El pasado sábado 25 de febrero a primera hora de la mañana, por espacio de siete minutos se produjo un contacto armado entre unidades militares del batallón 54 Selva y los AGC en el punto conocido como Los Leones.

De acuerdo con los pobladores, los neoparamilitares huyeron del lugar y se ubicaron unos hacia el caserío Quebrada del Medio y otros en el camino que conduce de Bijao hacia Unguía y Acandí

Luego de una reunión sostenida en el marco de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, el lunes 13 de febrero, los armados de camuflado en Bijao Cacarica se retiraron el día 14 de febrero.

Durante 10 días, los neoparamilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, desde ese martes 14 hasta el 25 de febrero permanecieron en el caserío de Bijao Cacarica, 6 hombres con armas cortas y vestidos de civil de color negro realizando operaciones de control sobre la población.

Los seis armados se comunicaban por radio o se dirigían a pie a los lugares donde los AGC con armas largas y vestidos de camuflado en campamentos en La Lomita y en cercanías de una coquera en límites con el Parque Nacional de los Katíos.

Ese sábado 25 de febrero, cerca de 75 personas que se dirigía por el río Perancho hacia la antigua Zona Humanitaria, hoy Ecoaldea de Paz Nueva Esperanza, interpretaron que unidades del batallón Fluvial les impidió el acceso, en razón del contacto armado que se presentó tres horas antes.

En un segundo intento, y luego de llamar a diversas autoridades del orden nacional, el Sargento Gil que había restringido el paso, lo permitió solamente advirtiendo tener precaución.

Este mismo Sargento Gil Salgado, el miércoles 22 de febrero, después del mediodía, de acuerdo con pobladores, en el puesto de control sobre el río Perancho, la embarcación tipo chalupa registrada con el nombre Doña Luz, que transportaba entre otras cosas alimentos, materiales para ser utilizados en la conmemoración de los 20 años de la Operación Génesis organizada por las familias de los Consejos Comunitarios Asociadas en CAVIDA, y algunos caballos, fue retenida y requisada.

Gil de manera agresiva y soez manifestó a la tripulación que no había permiso para transportar ese tipo de animales, acto seguido ordenó a sus subalternos registrar el total de la embarcación incautando 5 kilos de soda caustica, materia prima que en particular, las mujeres usan para la producción de jabón.

El sargento Gil pretendió que Martin Emilio Martinez, miembro de CAVIDA, uno de los operarios de motor o motorista de la Chalupa, firmara un formato de incautación, Martín se negó, argumentando que la mercancía que el transporta no es propiedad de él, y solo se limitaba a transportar.

En desarrollo del Festival de la Memoria se conocieron más detalles de la operación paramilitar del pasado 12 de febrero en la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza en Dios. Los armados expresaron que sabían que allí no debían ingresar, con groserías y expresiones soeces gritaron a la comunidad acusándola de ser sapos.

En la operación armada amenazaron a varias familias entre ellas la de Floresmira Largacha, además, en una de las casas manifestaron que tenían que cobrar a los líderes, las denuncias que CAVIDA ha hecho.

Uno de los pequeños grupos en que se dividieron las AGC, ese domingo, tomaron por la fuerza a Edwin José Vivas Londoño, y se iban a llevar a uno de los hijos del reconocido líder Bernardo Vivas. Gracias a la oposición y forcejeo comunitario evitaron que se lo llevaran y lograron sacar a las neoparamilitares.

45 minutos antes ingresó a la Zona Humanitaria un indígena apodado “Panamá”, quien merodeo diversas casas a las que luego ingresaron los armados de las AGC, entre ellos, el propio indígena con su rostro cubierto.

De acuerdo con los testigos de hoy, entre los armados que se encuentran en Bijao, hay algunos de los que incursionaron de civil de color negro en sus prendas a la Zona Humanitaria

A pesar de la militarización de Bijao, las operaciones de control neoparamilitar continúan en el territorio colectivo.

Los AGC han enviado mensajes a líderes de CAVIDA para decirles que a pesar de las denuncias, no se irán del territorio colectivo. A otros les han hecho llegar el mensaje que deben reunirse para recibir los kit escolares, implementos deportivos, entregar los censos de población y presentar sus proyectos productivos.

Bogotá, D.C., marzo 2 de 2017
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz