Verificación situación actual comunidad indígena Nonam en el Valle del Cauca

Informe de la situación actual de la comunidad Nonam desplazada en la ciudad de Buenaventura, luego de la misión de verificación y observación que se llevo a cabo entre el 7 y 9 de mayo.


El 7, 8 y 9 de mayo de 2011, organizaciones de observación y cooperación internacional, organizaciones nacionales defensoras de DD.HH y delegados de Consejos Comunitarios Afrocolombianos acompañaron la MISIÓN DE VERIFICACIÓN Y DE OBSERVACIÓN de las afectaciones humanitarias y de protección de la comunidad Indígena Nonam del resguardo de Santa Rosa de Guayacán, causadas por la situación de desplazamiento forzado de la cual fueron víctimas desde el 4 de agosto de 2010; luego de las acciones paramilitares en la Cuenca del río San Juan y del Bajo Calima en el departamento del Valle del Cauca.

La Misión tuvo como propósito evaluar los daños morales, físicos y las condiciones de protección, así como la atención humanitaria integral en el albergue donde habitan en Buenaventura y durante el RETORNO libre y voluntario que la comunidad Nonam exige en el marco de sus derechos como población indígena desplazada, al gobierno colombiano.

Producto de la Misión se redacta el siguiente informe que evalúa la situación del conjunto de las 21 familias indígenas desplazadas en la ciudad de Buenaventura y establece las medidas necesarias para efectuar un proceso de retorno en el marco de protección y seguridad para salvaguardar la vida y la prevalencia, en el resguardo de Santa Rosa de Guayacán, del pueblo Nonam.

SITUACIÓN ALBERGUE TEMPORAL: AMENAZAS, HACINAMIENTO, DESNUTRICIÓN, ENFERMEDADES.

Desde hace 9 meses la Comunidad Indígena Nonam, conformada por 98 personas, entre niños, as, jóvenes, adultos y mujeres en estado de embarazo, han tenido que resistir sin la atención integral y diferencial a la que tienen derecho como población indígena.

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Desde su desplazamiento a la ciudad de Buenaventura (el 4 de agosto de 2011) la comunidad tuvo que buscar lugar de alojamiento por su propia cuenta, primero en el barrio Cabal Pombo, donde tuvieron que asumir el pago de arriendo. Después de unos meses de estar hacinados y en condiciones sanitarias lamentables, se ubicaron finalmente en lote de la Asociación de Cabildos Indígenas del Valle del Cauca – regional Pacífico/ ACIVA R.P temporal en el Barrio Isla de la Paz, ubicado, al lado de la vía alterna en doble calzada, exclusiva de camiones y tracto mulas de carga, frente a las enormes bodegas de contenedores con mercancía.

El albergue no cumple con las condiciones mínimas para la acogida de 98 personas. Es una estructura de madera con un solo espacio habitacional sin área para la ubicación de cada familia, sin luz eléctrica, sin sistema de alcantarillado, sin baños, sin servicio agua potable y sin espacio de cocina.

Por sus propios medios, la comunidad Nonam, ha ido acondicionando el lugar para poder establecer algunos niveles de permanencia digna. Han adecuado hamacas para la dormida, han construido cocinas de leña para preparar sus alimentos y han establecido, por fuera de la casa, letrinas para el servicio de baño y aseo. El agua, que no es potable, que les sirve para asearse y lavar la ropa la obtienen de una quebrada aledaña que recibe las aguas servidas de las distintas casas del Barrio Isla de Paz.

La comunidad Nonam ha tratado de mantener sus prácticas culturales pero no cuenta con espacios suficientes y adecuados para realizar sus prácticas tradicionales de producción, elaboración de artesanías, preparación de alimentos, recreación y sin espacio para sus prácticas sagradas de rogativas, rituales propios y recolección de plantas medicinales.

La situación en lo humanitario es tan grave que la comunidad Nonam tuvo que solicitar el amparo de sus derechos fundamentales por vía acción de tutela, ante tribunal judicial de Cali, quien falló a favor de la comunidad el 7 de abril de 2011, y ordenó a Acción Social, Gobernación del Valle y Alcaldía de Buenaventura, garantizar la atención integral y diferencial de la comunidad Nonam. A la fecha de esta misión de Verificación aún no se ha hecho efectivo lo ordenado por este tribunal judicial.

En relación a la protección, es preocupante que desde el momento en que la Comunidad Indígena Nonam inició el proceso de denuncia nacional e internacionalmente de las causas de su desplazamiento forzado y las condiciones infrahumanas que padecen en el albergue , han recibido sistemáticas amenazas.

Desde hace algunas semanas atrás, vía telefónica han amenazado a algunos líderes de la comunidad y se han levantado rumores en relación a su retorno. Se comenta que tan pronto regresen al territorio, la comunidad va a ser víctimas de la desaparición o asesinato de algunos de sus líderes por haber desobedecido la orden de los paramilitares de no denunciar las actuaciones que causaron el desplazamiento forzado.

Esta situación de amenaza y vulneración del derecho a la vida y afectación de su identidad cultural luego de 9 meses en la ciudad puerto de Buenaventura, se agrava cada día más en la medida que han sido víctimas de la restricción de la movilidad luego de las 5 de la tarde dado el control ejercido por estructuras armadas que operan en los barrios de Buenaventura y luego de que al menos 2 afrodescendientes fueran asesinados, en terrenos donde hay permanencia de la fuerza pública.

Un día antes, el 6 de mayo de 2011, de iniciarse esta misión de verificación, mientras la comunidad en asamblea ultimaba detalles para el recorrido, fueron víctimas de una nueva amenaza. Esta vez, señalándolos como responsables del hurto de una motobomba que al parecer desapareció de las instalaciones del taller técnico mecánico especializado para automotores, ubicado frente al albergue temporal, lugar que además, cuenta con vigilancia privada permanente. Quienes ejercen control en el barrio fueron hasta el albergue y les amenazaron que si no aparecía el responsable del robo, vendrían en la noche y ahí todos verían lo que pasaba. Esta última amenaza, muestra patrón de sistemático acoso e intimidación hacia la comunidad aumentando los niveles de riesgo que enfrenta la población indígena Nonam desplazada en Buenaventura.

Esta situación se agrava cuando han recibido escaza ayuda por parte de las instituciones estatales. Tanto la administración municipal de Buenaventura como delegados de Acción Social se han hecho presentes en el albergue, han constatado la grave situación humanitaria en la que viven y se han comprometido en llevar alimentos, agua potable, una misión medica para atender a los niños, niñas, mujeres y hombres enfermos. Sin embargo desde hace más de 5 meses no han recibido ninguna de estas promesas.

VERIFICACIÓN ZONA DE CARRETERA: CONTROL MILITAR, DESPOJO TERRITORIAL, DAÑO A BIENES CIVILES, INFRAESTRUCTURA VIAL Y PORTUARIA,

La Misión recorrió un tramo de la vía que conecta al principal puerto de Colombia con la trasversal de las Américas y por esta vía con los principales centros de comercio en Latinoamérica. Se constató como obras de ingeniería en infraestructura vial y portuaria que van a asegurar la competitividad y conectividad del país con el mercado global, están afectando los procesos de titulación de tierras a la población afrocolombiana y como estas están afectando las zonas de cultivo, de pesca y zonas de reserva del conjunto de la comunidad de Consejo Comunitario del Bajo Calima.

En el lugar conocido como El Gallinerola la misión tomó el desvío al territorio del calima, pasando por las Comunidades afrodescendientes de Villa Estela, La Brea, El Crucero (km 9), hasta llegar a la Comunidad de Colonia en la orilla del Río Calima, donde se toman las embarcaciones que transitan por la cuenca del río calima, por las comunidades de la Esperanza, San Isidro, Trojita, Ceibito, Guadual hasta el Resguardo de Santa Rosa de Guayacán, vía que sigue hacia el río san Juan, y que conectan la salida al pacífico con el Chocó y el norte del departamento del valle.

Desde el Gallinero en la Comunidad de Villa Estela hasta La Colonia, se recorrieron 18 km de vía, carretera abierta hace 50 años por la multinacional Smurfit Cartón de Colombia, empresa que contó con el aval del gobierno nacional y durante 30 años explotó, arrasó con toda la reserva forestal primaria del territorio del Bajo Calima; daños ambientales y sociales que no han sido reparados.

Según testimonios de los afrodescendientes, luego del daño ambiental, vino el despojo territorial de 11.000 hectáreas sobre las que no hubo reconocimiento jurídico, titulación colectiva en el marco de la ley 70, argumentado no poder titularse por ser área sub-urbana. La misión logró verificar que sobre esta área no titulada se desarrolla el proyecto portuario intermodal de AGUA DULCE y se adelantan obras de infraestructura vial (topografía y construcción de doble calzada) desde el kilómetro cero sobre la vía a Cali hasta el km 7.5 sobre los territorios colectivos de la comunidad del Crucero y luego se adelantan los trazos y topografía necesaria para avanzar con la doble calzada en una extensión de por lo menos 25 km hasta el estero agua dulce, ubicado frente al actual muelle turístico.

La misión de verificación fue testigo de la presencia permanente de la fuerza pública en el área donde se desarrolla el proyecto Agua Dulce y de los daños y restricciones de los que han sido víctimas la comunidad del Crucero con la quema y destrucción de por lo menos 22 de sus ranchos y la prohibición por parte de la fuerza pública para hacer uso de su territorio.

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VERIFICACIÓN ZONA DEL RÍO CALIMA: AMENAZAS, CRISIS ECONÓMICA:

Lo primero que se puede evidenciar en el puerto de embarque en la comunidad de Colonia es la presencia de grandes tiendas, proveedoras de insumos químicos y combustible administradas por paisas o externos, quienes además tienen el control del trasporte fluvial en lanchas rápidas que cubren la ruta desde Colonia hasta Itsmina en el Chocó.

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Desde Colonia hasta el Resguardo de Santa Rosa de Guayacán pasando por las comunidades del Consejo Comunitario del Bajo Calima, como la Esperanza, San Isidro, Trojita, Ceibito y Guadual, se observó la riqueza y el patrimonio biodiverso de este territorio a pesar de las huellas irreversibles de la Smurfit, La G2seismich y el avance del cultivo de uso ilícito permitido por el Estado Colombiano.

El rio Calima según los comentarios de los habitantes de su cuenca es una ruta importante para la salida de narcóticos y precursores químicos así como corredor estratégico tanto de la fuerza pública como de estructuras paramilitares y la guerrilla de las FARC. En general toda la cuenca del río calima es espacio de transito y permanencia de grupos armados que transitan por las comunidades poniendo en riesgo a la población civil.

Las organizaciones parte de la misión, fuimos testigos de la situación de miedo en que se encuentran las comunidades del río, luego de la amenaza recibida de que los paramilitares de las águilas negras se van a tomar las comunidades de río Calima, tal como lo han hecho con la comunidad de Palestina en los meses de julio y agosto del año 2010, sobre el río San Juan, y que desde el viernes santo pasado volvieron a hacer presencia en el territorio, hecho que estaría causando nuevos desplazamientos. Preocupa a los pobladores afrodescendientes e indígenas el hecho de que la fuerza pública haya movido su puesto de control permanente ubicado en la boca del Calima, ausencia que garantiza a los paramilitares recorrer diariamente el río Calima y el San Juan en sus lanchas rápidas.

VERIFICACIÓN RESGUARDO SANTA ROSA DE GUAYACAN: VIDA, MEMORIA, DIGNIDAD, DETERIORO, PÉRDIDAS, NOSTALGIA, RETORNO, DECLARATORIA.

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Llegar al territorio biodiverso en el Resguardo Santa Rosa de Guayacán significó un reencuentro directo con la vida de la comunidad, con la lucha y organización indígena, con la historia del pueblo Nonam. Cada espacio familiar y comunitario, las hermosas construcciones en madera, la ubicación de cada lugar, el acueducto, los sistemas para el manejo de aguas residuales y la recolección de agua lluvia, la escuela, los hogares de bienestar, la biblioteca, el lugar sagrado para las rogativas, el cementerio, las semillas de frutales y pan coger encontradas, la quebrada, los peces, dan cuenta de las condiciones dignas en que vivían hasta su desplazamiento forzado en agosto de 2010.

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La ausencia de la comunidad durante 9 meses es evidente en cada una de las 17 viviendas y espacios comunitarios, invadidos ahora por la humedad, la vegetación y el comején. Hay deterioro y daño en techos, bigas, pilotes, paredes, tubería, biblioteca, equipos, hogares de bienestar, utensilios, artesanías, herramientas y prendas de vestir dejadas al salir.

Se confirma la pérdida de animales como gallinas y perros, herramientas, plantas eléctricas, potrillos, tanques de almacenamiento de agua, entre otros. En lo productivo verificamos como algunas semillas de frutales y pan coger han logrado resistir por estar dentro del caserío, ubicado en lugar alto donde no alcanzó el nivel de las aguas de la ola invernal, sin embargo desde el caserío mismo se pudo observar cómo el nivel de las aguas mantiene inundado las áreas de trabajo y producción de pan coger, donde no es posible recuperar nada de las siembras y semillas dejadas hace 9 meses.

Las dos noches y menos de 3 días en el territorio biodiverso del Resguardo Santa Rosa de Guayacán fueron vividos con toda la intensidad por los delegados de la comunidad indígena Nonam quienes aprovecharon para limpiar, visitar cada vivienda, cada espacio comunitario, recolectar frutos silvestres, semillas de pan coger y una diversidad de peces que nos alimentaron durante la verificación.

Antes de regresar y con la participación de vecinos afrodescendientes del Consejo Comunitario y de las organizaciones locales, nacionales e internacionales que acompañaron la misión de verificación, los delegados y delegadas del pueblo indígena Nonam hicieron el lanzamiento y la declaratoria de su territorio como RESGUARDO HUMANITARIO Y BIODIVERSO, como mecanismo de protección de la vida y el territorio, reafirmando con ello su decisión de retornar en medio de la guerra, con un plan de vida exclusivo de población civil.

CONCLUSIONES Y EXIGENCIAS

Persisten las actuaciones paramilitares en el Río San Juan, Bajo Calima y en los barrios de Buenaventura. Además de la amenaza que recibió la comunidad Nonam por parte de los paramilitares de que una vez retornen a su territorio, van a ser víctimas de la desaparición o asesinato de algunos de sus líderes, por haber denunciado los hechos del 2010, el día viernes 6 de mayo, fueron víctimas de una nueva amenaza por parte de las estructuras paramilitar que tienen el control de la zona donde se encuentra ubicado el albergue temporal en Buenaventura. Se confirma una nueva situación de amenaza por parte de estructuras paramilitares que hacen presencia permanente desde el viernes santo en la zona de San Juan y Bajo Calima, y se confirma la salida o movilidad del batallón fluvial 80 que mantenía presencia en la boca del Calima.

Se constata la presencia de actores armados como la insurgencia y las estructuras paramilitares en el San Juan y Bajo Calima, además de la presencia permanente de la fuerza pública, de manera especial donde se desarrollan obras de infraestructura vial y portuaria como la del proyecto agua dulce. Reiteramos lo solicitado por la comunidad Nonam en el pliego de exigencias presentado al gobierno nacional, para que en aplicación de la política de Derechos Humanos se haga efectivo el combate y desmonte de las estructuras paramilitares presentes en Buenaventura y el Bajo Calima y se asuma el control perimetral de la zona, reconociendo y respetando la declaratoria del Resguardo Humanitario y biodiverso, como mecanismo de protección de la vida y el territorio en medio del conflicto armado interno, como lugar exclusivo de la población civil.

La comunidad indígena Nonam completa 9 meses en situación de desplazamiento forzado, en condiciones de hacinamiento, insalubridad, falta de atención en salud, desnutrición, con casos de tuberculosis, infecciones intestinales. Se corrobora la existencia de 5 casos de Tuberculosis, 1 caso de meningitis. Mientras concluíamos este informe, se confirma la trágica muerte de una niña de 11 meses por la delicada situación en que resisten como desplazados y la no atención inmediata en el hospital departamental de Buenaventura.

Solicitamos se garantice de inmediato la atención integral y diferencial a la comunidad indígena Nonam, tal como lo ordena la constitución y la ley, y tal como lo ordena la sentencia de tutela del 7 de abril fallada por el Juzgado segundo laboral de Cali, amparando derechos fundamentales vulnerados a la comunidad indígena Nonam de Santa Rosa de Guayacán.

Frente a las garantías de retorno, la situación alimentaria en la cuenca del Bajo Calima es grave dada la situación de protección y la prolongación de la ola invernal, por lo que es urgente reactivar la recuperación de semillas que garanticen condiciones dignas en soberanía alimentaria para el proceso de retorno. Solicitamos se asuma de inmediato la exigencia de semillas, herramientas, alimentación y trasporte que permitan avanzar en la recuperación del pan coger que garantice la reactivación económica en el retorno.

En infraestructura de vivienda y espacios comunitarios, las condiciones de deterioro, daños y pérdidas son evidentes. Solicitamos al gobierno nacional, para que en cabeza de acción social, coordine y asuma cuanto antes la reconstrucción material de estos espacios necesarios para el retorno de la comunidad Nonam de santa rosa de Guayacán.

La misión pudo evidenciar las obras que se adelantan en el territorio colectivo del bajo Calima en función de garantizar proyectos de infraestructura vial y portuaria. Ante el daño ecológico y social generado por empresas multinacionales, exigimos el respeto y respaldo al plan de vida de las comunidades indígenas y afrodescendientes, la aplicación efectiva del convenio 169 de la O.I.T y las disposiciones dela normatividad nacional e internacional en materia de la vida y el territorio. El plan de vida de los pueblos indígenas y afrodescendientes debe prevalecer sobre los intereses comerciales que se evidencian en el territorio.

Durante toda la misión de verificación fuimos testigos de la impunidad que reina en torno a las violaciones de Derechos Humanos de las que han sido víctimas el pueblo indígena y afrodescendiente del bajo Calima. Hasta el momento las comunidades desconocen avance alguno en investigaciones por los daños ocasionados al territorio por la extracción forestal y las obras de infraestructura de empresas madereras y portuarias y ante todo por los graves hechos del accionar paramilitar en los que han sido víctimas de asesinatos, desplazamiento forzado y amenazas. Solicitamos resultados en materia de verdad, justicia y reparación integral, como garantía de no repetición de estos crímenes.

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En memoria de Heidy Membache, Bebé de 11 meses de nacida, víctima del desplazamiento forzado, víctima de la no atención integral y diferencial a que tiene derecho la población indígena desplazada, quien no logró resistir las duras condiciones en que resisten en el albergue temporal y quien murió en el hospital departamental de Buenaventura por una enfermedad respiratoria, exigimos se garanticen todos los derechos para que la comunidad de Santa Rosa de Guayacán puedan retornar a su territorio de vida.

ORGANIZACIONES ACOMPAÑANTES Y OBSERVADORES:

CONSEJO COMUNITARIO DE LA COMUNIDAD NEGRA DEL BAJO NAYA,
JOVENES UNIDOS POR EL BIENESTAR DEL CALIMA JUBCA
MOVIMIENTO DE VÍCTIMAS DE CRÍMENES DE ESTADO MOVICE
CIVIS – SUECIA
BRIGADAS INTERNACIONALES DE PAZ – P.B.I.
COMISIÓN INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ.

ADJUNTOS:

Censo viviendas, deterioro, daños y pérdidas.
Fotos,