“Una imagen vale más que mil palabras”

“(Turbo) es posible ver a un paramilitar hablando por teléfono, en un locutorio informal, junto a un soldado regular. Allí los ‘paras’ tienen dominio total.” Edgar Domínguez – EL TIEMPO.

Nuevamente la verdad repetida por centenares de víctimas de la estrategia paramilitar, vuelve a salir en medios de información como El TIEMPO, el sol no se puede tapar con las manos y en la edición dominical del diario, es una diciente imagen con un subtítulo que revela lo que el periodista encontró en el Urabá antioqueño. El origen estatal reconocido hoy por los líderes paramilitares de esa estructura de civiles armados, la continuación de las actuaciones conjuntas, la omisión de la Fuerza Pública frente a las actuaciones paramilitares, la impunidad de los aparatos de justicia frente a la responsabilidad estatal, se evidencian hoy en el monólogo del ralito que conducirá al enquistamiento, a la institucionalización de ésta estructura encubierta del Estado.


El Coliseo de Turbo, albergue durante 4 años de las comunidades del Cacarica desplazadas por la Operación “Génesis” de la Brigada XVII en febrero de 1997, hoy se convierte en escenario de la institucionalización del paramilitarismo. Allí contrasta, silencioso, el monumento construido por las víctimas el día de marzo de 2001 en que decidieron retornar a sus tierras en el Cacarica. Esa memoria, hecha concreto reclama hoy Verdad, Justicia y Reparación, las de los contenidos construidos por la humanidad, no el vaciado por el discurso oficial para dar piso legal a la impunidad de los crímenes de lesa humanidad que con ellos, como miles de colombianos ha cometido esta estructura encubierta en Colombia.

Monumento en Memoria de las Víctimas del Desplazamiento Forzado del Cacarica Ubicado en el Coliseo de Turbo (Antioquia)

Apartes del texto publicado en El Tiempo y El Colombiano:

“Las dudas de Urabá, aunque tampoco existe una fecha definida para la desmovilización del Bloque Bananero, que opera en parte del Urabá antioqueño, ni certeza de dónde se hará y qué harán los reinsertados en el futuro, la gran diferencia con el proceso del Catatumbo es que este no constituye mayor sorpresa para la gente de la región. Iván Fajardo, de la Empresa de Servicios Especiales de Vigilancia Privada y Seguridad de Urabá, confirma que las conversaciones con los ’paras’ vienen desde hace casi dos años con la mediación de la iglesia Católica.

Pero a pesar de que se trata de un desarme anunciado, el temor a un retorno de las Farc también es evidente, mucho más si se tiene en cuenta que el frente José María Córdova, de las Farc, sigue fuerte en la serranía de Abibe, límite geográfico de Urabá por el oriente y que sus integrantes han ejecutado varios golpes en los últimos meses que demuestran la intención de retornar al Eje Bananero, de donde tuvieron que replegarse desde comienzos de los 90. La bomba en una discoteca de Apartadó en mayo, que mató a 9 personas e hirió a 23, es la última de esas acciones.

La lucha por Urabá incluyó 60 masacres, según reporte de la Vicepresidencia, entre 1993 y el 2002, con un saldo de 449 personas muertas, sin contar los 623 sindicalistas asesinados del 2001 al 2003, de acuerdo con los datos de la Escuela Nacional Sindical. Del 98 a hoy, 21.442 personas han salido huyendo de Turbo y Apartadó.

Hace menos de un mes, además, la guerrilla sostuvo combates muy cerca del corregimiento de Nueva Antioquia, en Turbo, que es el lugar donde aparentemente se concentrarían los 450 integrantes del bloque Bananero que se van a desmovilizar. En este caserío, de 783 habitantes y de dominio absoluto de las autodefensas, es fácil palpar los grandes interrogantes que tienen los propios “paras” sobre su desarme. “Yo todavía dudo mucho de esto; hasta no ver no creer. Los jefes no han venido a hablar y nadie nos ha explicado qué va a pasar con los muchachos”, le dijo a EL TIEMPO. En los tres municipios grandes de Urabá (Turbo, Apartadó y Carepa) la incertidumbre por la desmovilización ha hecho que la seguridad privada esté creciendo rápidamente en la zona. María Fernanda Kerguelén, presidente de la Empresa de Servicios Especiales, firma que surgió de una convivir y hoy es la más grande de Urabá con 120 vigilantes y una red de mil radios, revela que la demanda va para arriba. “Incluso ganaderos, comerciantes y personas individuales están pidiendo nuestros servicios -afirma-. Todo se debe a la desmovilización”. El comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, estuvo hace dos días en Turbo y se reunió con varios alcaldes y con 100 líderes políticos y cívicos. La cita, en la que el Gobierno no adelantó detalles sobre fecha, lugar ni trámites para la desmovilización, fue un largo memorial de incógnitas, sobre todo acerca del futuro de los reinsertados, y de la contención a las Farc.

“Desafortunadamente se ha creado el mito de que las autodefensas cumplen una labor de freno de la subversión y si lo cumplieron en una época, hoy ya no es así, son simplemente unos grupos delictivos que extorsionan secuestran y asesinan. Por eso digo que si ellos se desmovilizan, la seguridad debería mejorar”, dijo el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, a la salida de ese encuentro.
Desmonte de las Auc, en tres etapas.

Hoy se realizará reunión informativa en el Coliseo de Turbo, en Urabá. Reinsertados recibirán subsidios de 300.000 pesos mensuales. El grupo ilegal entregará lista de hombres, pertrechos y sus armas.

Por Clara Isabel Vélez Rincón Enviada especial, Tierralta-Córdoba Reunión en Turbo para hablar sobre Auc Hoy se realizará en Turbo, a las 10:30 a.m., una reunión con los alcaldes de la zona bananera y delegados de las comunidades en las cuales hace presencia el Bloque Bananero. Y ayer se cumplió otra reunión en la Gobernación de Antioquia con los alcaldes del Suroeste, para analizar lo que se viene para esa región con el desarme. Los funcionarios manifestaron inquietud por la información de la Oficina del Alto Comisionado de Paz, en el sentido de que sólo serían 50 los desmovilizados. Aníbal Gaviria dijo que los mandatarios ni negaron ni confirmaron las versiones sobre el reclutamiento forzado pocos días antes de la desmovilización, pero aseguró que sobre eso hay “denuncias específicas en Oriente”. De otro lado, las Fuerzas Militares confirmaron que desde 2005 cerca de 4.000 uniformados entrarán a reforzar la seguridad en las zonas donde se desmovilicen los bloques de Auc”.

Bogotá, D.C., 11 de noviembre de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz