Una expresión de fe desde el espacio humanitario

Una expresión de fe desde el espacio humanitario Puente Nayero de Buenaventura
Anochecía y las niñas y niños fueron los primeros en acudir a la convocatoria de asamblea mientras la marea bajaba lenta dejando divisar los largos zancos de madera que sostienen las casas de la calle de Puente Nayero convertida hace 4 meses en Espacio Humanitario.

Jugaban al frente de las letras del Sin Olvido recostadas ante uno de los travesaños de la casa donde desmembraron personas, de la que han sobrevivido sólo las estructuras. Al levantar las letras en ese escenario, parecían desafiar los fantasmas de un pasado tan reciente de terror paramilitar y que aún ronda por las calles vecinas.

Por los cuatro meses de relativo sosiego, el saludo en la asamblea fue “bienvenidos al espacio mas seguro de Buenaventura”, seguido de una larga invocación a Dios por parte de una matriarca que decía “quien vive” y los asistentes respondían “Jesucristo”. Se iniciaba así un celebración en la que los habitantes de diferentes iglesias del Espacio Humanitario, compartían con sus visitantes de Zimbabwe irlandeses, daneses, británicos, italianos, Angoleses, y colombianos del Trujillo, Naya, Calima, Putumayo, Cacarica, Curvaradó, Bogotá, la expresion de su fe.

Una mujer de Angola leyó en portugués el texto bíblico 1 Reyes 19a 11-13a y con su tierna fuerza africana dejó deslizar la voz de lo divino que volvía a decir que su Dios estaba del lado de perseguidos como Elias, como los líderes y lideresas del Espacio Humanitario, que no estaba en el desastre provocado por el huracán de la violencia, tampoco en el temblor de tierra ni en el incendio destructor, mas sí en el susurro de la serena brisa, en aquel vientecito del que empezaban a deleitarse los habitantes de Puente Nayero con su decisión de resistir.

Entrada ya la noche, las velas encendidas daban cuenta de que las tinieblas sí pueden ser disipadas. El sobrecogedor momento empezó a ser consignado en pequeñas cartulinas. La pluralidad de los presentes hacía más profundos los silencios, desde el de las víctimas del lugar, el de los compañeros y compañeras de otras zonas del país que llevan mas tiempo resignificando su tragedia y esperanza, el de las y los acompañantes nacionales y del exterior.

Uno a uno se levantaron de sus sillas y se dirigieron hasta lo que quedaba de la “casa de pique”, del lugar del desmembramiento. Un artista, también víctima de Trujillo Valle repitió por tres oportunidades una bella canción dedicada al Espacio Humanitario. La profundidad de las expresiones consignadas, la dimensión del momento, solo pueden ser comunicadas en su justa dimensión si las dejamos caer como en una cascada ante nuestros ojos.
Aquí los sentimientos que se pudieron consignar:
Desmembrados y no acabados, sembramos vida y alegría.
Un lugar de esperanza donde la humanidad renace.
Un espacio de alegría.
Espacio humanitario: fe, alegría y paz.
Aquí queremos paz.
Recordamos mucho a las personas que murieron en medio de la violencia que fue desatada en el Puente Nayero, siempre los recordaremos.
Que se acabe la guerra, queremos la paz.
Espacio de vida, espacio de paz, gracias por estar aquí.
Los recordaremos, siempre están en nuestra mente, gracias a Dios y a ustedes hoy hemos podido lograr esto que es nuestro espacio.
Espacio humanitaria se inicia con valentía, paz y amor.
I’m so sorry for the awful horror of the past. Your bravery and dignity in reclaiming your future is humbling. Lamento mucho el horror terrible del pasado. Su valor y dignidad para reclamar su futuro. Es humillante.
Recordaremos siempre este lugar donde pasaron tantas cosas malas y hoy tenemos faza.
Seguimos trabajando por un mundo nuevo, libre de violencia. Confiamos que las personas maravillosas que hemos conocido puedan construir un mundo de amor, respeto, dignidad y justicia.
La paz en Buenaventura.
Your space and community are an inspiration. I hope the peace here will spread across the country. Su espacio y comunidad son una inspiración. Espero que la paz aquí extienda por todo el país.
Puente Nayero: la esperanza para un futuro mejor para los niños y niñas tan bonitos – que la lucha salga victoriosa – todos quieren la paz.
SUMUD: Steadfastness from Palestina. Big hopes. Esperanza. SUMUD: La tenacidad desde Palestina. Esperanzas grandes. Esperanza.
Esperanza.
Una semilla de luz en la oscuridad, resistencia y dignidad.
Esperanza para el mundo.
Que Dios los tenga en su santa gloria. Amen.
Por ustedes de ahora en adelante unidos conformaremos la gran paz.
La mano de Dios.
Es un recuerdo de lo que no puede volver a suceder.
I am saddened to be at the place of your cruel, inhuman death but I am encouraged that this space has been claimed as a humanitarian space by people who wish to live a peaceful life free of violence. Me entristece estar en este lugar de la muerte tan cruel e inhumano pero me da ánimo que este espacio haya sido reclamado como un espacio humanitario por la gente que quiere vivir una vida pacífica libre de la violencia.
Que Dios bendiga y proteja la niña que fue embarazada, para mí fue una víctima.
Queremos la paz para Puente Nayero, gracias por los de Justicia y Paz por ayudarnos, por su acompañamiento podemos dormir tranquilos.
Sentimos un inmenso dolor por esas víctimas.
Quiero que siga la paz y tranquilidad que tenemos, que continúen los de la Comisión acompañándonos, gracias por estar con nosotros.
Espacio de vida y alegría.
Tenemos mucha paz la zona humanitaria.
Un espacio libre de violencia donde hay sólo paz.
Hoy l0 de agosto es un día muy triste y al mismo tiempo alegre, uno por las víctimas y otro por los y las que conforman el espacio, gracias.
Nunca olvidaremos a las víctimas que aquí murieron, nunca los olvidaremos.
Para mí el Espacio Humanitario le doy gracias porque por eso estamos tranquilos, te quiero mucho.
El Espacio Humanitario es lo mas bueno que hay en el Puento de los Nayeros, gracias.

Que la paz esté en el alma de las víctimas y la lucha por la justicia social.
Hoy estamos recordando a nuestra víctimas, gracias por la companía.
Dale Señor el descanso eterno y que sus almas descansen en paz. Amen.
Los que caen orientan el camino.

Al final las manos de las solidarias y los solidarios británicos e irlandeses de de Christian Aid, reproducidas en papel y escritas con mensajes de su puño y letra, se extendieron por el lugar abrazando los cuerpos de las y los resistentes habitantes del espacio humanitario de Buenaventura, las del Cacarica, Curvaradó, Jiguamiandó, Calima, Putumayó, Naya, Dabeiba, Cauca, Atlántico, Sucre. Su convicción, como lo dijo alguien del Curvaradó, es que no están solos, que no estarán solos y que lo que con ellos pase dolerá también a quienes están representados en estas manos y que harán todo lo que esté a su alcance para evitar que estos horrores se repitan.
El Padre Nuestro de los Mártires resonó en toda su dimensión, con la memoria de Jesús, un torturado y ejecutado por los poderes dominantes de su época “Padre Nuestro del Pobre y del marginado, Padre Nuestro de Mártires y Torturados … maldita toda violencia que devora al hombres y la mujer por su represión”.

Mártires silenciosos que empiezan a gritar su verdad al mundo, desde más allá del infinito, que hacen visible lo invisible, la verdad oculta detrás del progreso portuario, de los malecones turísticos, del fluir implacable y seguro de las mercancías, de los planes del pacífico al que se vienen sumando tantos estados del mundo, construcciones que provocan sangre y con las que quieren borrar tanta sangre, la de los excluidos que distorsionan sus planes.

Buenaventura (Valle) – Espacio Humanitario Puente Nayero. Agosto 14 de 2014. Comisión Intereclesial de Justicia y Paz