Un olvido deliberado, Gaza

Aquellos niños que hoy dormirán entre la nueva ocupación, del poco territorio que aún han preservado sus mayores, a sus pesadillas, para que algún día se vuelvan bellos sueños de colores y alegría.
A las amigas que perdí, por defender lo indefendible, prefiero está soledad a la inhumanidad y está distorsión de la imagen para ver la realidad.
Más de 200 muertos y 1400 heridos, ellos las víctimas de los que se hicieron victimarios, y la destrucción no termina. Niñas y niños asesinados o huérfanos. Un sector del pueblo Palestino, más de un millón y medio de los hacinados que sobreviven en la franja de Gaza, es sometido hoy a una operación armada aérea y por tierra, por parte de una superpoderosa fuerza armada con alta tecnología, con hombres y mujeres para sostener la ocupación y el despojo de territorios que originariamente no eran judíos. Estas últimas víctimas son la respuesta al secuestro de dos soldados israelí por el grupo armado Hamas que reivindica los derechos de autodeterminación de su pueblo. Estas víctimas han sobreaguado desde 2007 a la negación de sus derechos al agua, a la luz, a la alimentación diversa, por haber elegido en el poder a un sector identificado ideo políticamente con Hamas, desde este año se marco el último período de sitiamiento, de desgranamiento gota a gota de su identidad, su territorio
Como en todo conflicto armado, como en un partido de fútbol, la gente va tomando apasionadamente posición, sin consideraciones razonables o técnicas El imaginario creado por medios de información es el de una causa justa existente detrás de las actuaciones sionistas contra unos terroristas “palestinos”. Esta idea, posicionada masivamente, gracias a que empresarios judíos son propietarios de medios internacionales de información, de ese Israel que se concibe como los sujetos elegidos para proteger, preservar los lugares sagrados de la manifestación de Dios, se ha consolidado. A nombre de dios se ha inoculado la idea que los palestinos no son humanos, son profanadores del territorio otorgado por ese dios a Israel, y ha ocultado el poder económico que está detrás.
Entre las pocas informaciones que vienen de Gaza, también siguiendo el adagio popular: “la sangre tira”, opinadores cercanos al pensamiento liberal humanista, se despojan de esa filosofía cuando de este conflicto se trata. Así justifican lo injustificable, y claro se descubren en sus apellidos la raíz judía.
Sí hay algo en el mundo que hoy deba generar una movilización social sin precedentes es el sometimiento, la restricción, las discriminación y exclusión bárbara que sufren los palestinos por parte de los israelis; los que invadieron sus territorios, que les despojaron, que ahora les controlan en su cotidianidad, que construyeron muros infames para imposibilitar contacto alguno, que enmallaron calles, que crean escuelas en donde se aprende a odiar palestinos, donde los niños palestinos no pueden estudiar. Ellos las víctimas, o por lo menos su dirigencia sionista, olvidan y hacen olvidar a propósito que 6 millones de judíos fueron exterminados por el nazismo alemán en el 41. Ellos experimentaron en carne propia la negación del derecho a existir, y ellos ahora aplican esa fórmula a los judíos, con otras formas. ¿Por qué olvidan? La memoria tiene una limitación y es el poder, los intereses económicos y eso es lo que hay detrás. ¡Ay el olvido! en el 48, ante la persecución británica muchos judíos fueron protegidos por palestinos
En 1918, los palestinos eran dueños del 97% de la tierra al finalizar la guerra mundial, cuatro años después, la Gran Bretaña convirtió a Palestina en colonia, la razón el petróleo. Esa mentalidad heredada desde 1880 de los sionistas europeos planteaba que el llamado “medio oriente” debía ser controlado, su proyecto se fue cristalizando después de esa primera guerra mundial. Luego de la segunda guerra mundial, bajo el amparo de los Estados Unidos, Gran Bretaña cedió su poder colonizador a esté, la potencia de nuestro “norte”, otorgó el 54% del territorio a los judíos, sustrayéndolo a los palestinos. El rechazo de los palestinos y pueblo árabe trajo consigo la militarización sionista, más de 100 asesinados y 800 mil exiliados, y los israelis confiscaron más del 77 % de territorio de palestina. Con la guerra de los “Seis Días”, en el 67, los sionistas se tomaron otro 23% del territorio palestino. La Concentración del territorio se ha incrementado hasta hoy con un casi absoluto control social territorial, los judíos han impuesto normas, restricciones, Check Point (puntos de control y de registro de ingreso y de salida) negación de derechos a los palestinos, que viven casi sometidos. En las tierras palestinas se han instalado los llamados asentamiento, que son una forma de nombrar la existencia de unos “Resort” y conjuntos cerrados de un estrato super alto que se encuentran a las afueras de las ciudades en cualquiera de los países de América.
Los predios despojados a los palestinos se han convertido no solamente en sitios de habitación, en lugares hoteleros, clubes, universidades, y grandes autopistas, a los que los propietarios originarios ni siquiera pueden ingresar. También, Palestina se convirtió en asentamientos productivos de exportación que se consumen en América Latina y el mundo. Desde esa ocupación, y la reproducción que se hace nacen emporios sionistas como Café Starbucks Chocolate, Galletas y Helados; Nestlé-Milky Bar; Maggi, Nestea, Motorola, Ariel, Nanas, Fayry, Tibetean Tea, Buittoni, Nesquik, productos agroecológicos y sanos; la participación en sectores de mercadeo como Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés, Imaginarium y en medios como la CNN, por nombrar algunos, y esto dejando de lado, en esta nota todo el mundo de los negocios de armamentos y seguridad.
La reacción de Israel es desproporcionada pero no parece tener un pare. La razón, el mundo en el mundial de fútbol estaba engolosinado, después del mundial, llegó la resaca y empezó el tour de Francia, más vale ahora saber cuántos jugadores van a los clubes europeos, que preocuparse del llanto de los niños, del llanto de mujeres, de la muerte violenta de “víctimas indignas”, que son terroristas, que son árabes y que no tienen en apariencia nada que ver con nosotros, ni como especie humana, porque para algunos no son seres humanos, ni con los negocios que circulan en las américas. Si el despojo es despojo para negocios, una muestra está en Palestina, si el poder se recicla de verdad una muestra son los productos judíos que no son cárnicos, y son agroecológicamente limpios. Pero además, siempre existirán excusas, de la operación aérea a la terrestre, sí, en donde irán casa a casa, como el empadronamiento biblico, supuestamente para acabar con los túneles que usan los terroristas para atacar la altísima tecnología israelita.
Pero la verdad sea dicha, los judíos no fueron las únicas víctimas del nacismo, también entre 2.500.000 a 4.000.000 de prisioneros de guerra soviéticos, entre 2.500.000 a 3.500.000 de polacos no judíos; entre 200.000 a 800.000 gitanos y 1.000.000 a 1.500.000 de disidentes políticos, ¿qué pasaría, si todos ellos o sus herederos, gracias a un olvido deliberado, se convirtieran en victimarios?, ¿Qué pasaría si a nombre de Dios, los cristianos se levantarán para aplastar a los otros,a sus bienes, a su identidad y sus tierras? Esto es una afrenta a la humanidad, a la razón humana, a lo poco, que queda de este especie en via de expansión, una especie que comprende que el poder es para aplastar, para destruir, para imponer, para arrasar, gracias al dios mercado.