TULIO ENRIQUE CHIMONJA

El 3 de septiembre de 1983, a sus 33 años de vida, fue desaparecido de la vereda el Tabor, Municipio de Palestina, Departamento del Huíla TULIO ENRIQUE CHIMONJA, campesino, padre de 7 hijos,as, de quien hoy, 25 años después, no sabemos nada, si está vivo o muerto, si está muerto, dónde están sus restos, cuándo los podremos recuperar, enterrar, cuándo podremos respirar sin que la herida y las consecuencias de su ausencia forzada nos sangre y enlute la vida.


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Su familia, compañera, hijos, nietos, conmemoramos los 25 años de la desaparición forzada de nuestro abuelo, padre y esposo, con un acto de memoria y celebración comunitaria por sus 33 años de vida, de trabajo en la tierra biodiversa que lo vio nacer, que lo formó como campesino, como aserrador, como domador de caballos, tierra que nos heredó y que hemos decidido declarar como Zona de biodiversidad, como espacio de afirmación de la vida, de la memoria.

DOMINGO 31 DE AGOSTO:

Los actos conmemorativos iniciaron en Pitalito- Huila, con un Recorrido en bicicleta, hasta nuestro pueblito de Palestina, haciendo memoria de las jornadas que a lomo de mula, por trochas y caminos de arriería, hicieran nuestros abuelos y nuestro papá, TULIO ENRIQUE CHIMONJA, en el proceso de colonización de lo que hoy es Palestina, el Municipio más joven del Departamento del Huíla, con jurisdicción en la zona de amortiguación del P.N.N. Cueva de los Guacharos, primer parque declarado en el país, con ecosistemas de transición entre la Amazonía Colombiana y los Andes Suramericanos. También hace parte de la estrella fluvial más importante de Colombia conocida como la Biorregión del Macizo Colombiano, que alberga gran parte de las riquezas en diversidad biológica y ecológica del planeta. El recorrido en Bicicleta nos permitió reconocer una vez más la hermosura de esta parte del territorio colombiano, la abundancia de caños, quebradas, que alimentan El Río Guarapas, cuenca sobre el que está asentado el municipio de Palestina, la topografía de sus montañas quebradas con sus laderas sembradas en Café, Plátano, pastos, frutales, las viviendas campesinas construidas en bareque, (Guadua y Barro), propias de la tierrita y algunas reservas de bosques que resisten a la ampliación de la frontera agrícola, expresada en el monocultivo del café, la granadilla, para la exportación e implementados sin criterios mínimos de uso del suelo, respeto por la biodiversidad y garantía de la vida humana.

Los 22 kilómetros del recorrido en bicicleta, terminaron en la plaza de nuestro pueblito de Palestina, en un día de Mercado campesino, degustando la rica y tradicional Forcha con Maní y saludando a familiares, amigos y conocidos que se alegraban con la visita de las personas que en solidaridad con la familia Chimonja Coy, viajaron desde Bogotá y Popayán.

Luego caminamos hasta la tierrita EL RECUERDO, finquita a 20 minutos del pueblo, espacio de vida, resistencia y encuentro familiar, espacio donde permanece y aguarda nuestra MAMÁ, el ser que nos engendró y nos sacó adelante en medio del dolor y la lucha que significan perder al compañero, a nuestro papá, y la lucha que significa ser víctimas del desplazamiento forzado, que vivimos 2 años después de perder a papá, por la opción política de nuestra madre. En esta tierra, donde MAMÁ, nos reúne, en el rancho que hemos habitado los últimos 23 años, mientras compartíamos historias de vida y de lucha, preparamos el rico sancocho campesino, con gallina criolla, yuca y plátano cosechados en la misma finca, compartimos el jugo de naranja, el tintico con panela y especialmente la hospitalidad que caracteriza al campesino y campesina huilense. Recorrimos los sembrados, la mata de Guadua, la quebrada que delimita el predio y escuchamos la propuesta familiar agroecológica que sueña construir la familia. Finalizamos la jornada con la celebración de la eucaristía en acción de gracias por la vida de nuestra mamá, por la vida de sus 8 hijos e hijas, sus 7 nietos,as y por las esperanzas y sueños de la familia en torno a la unidad y la defensa de la vida.

LUNES 1 DE SEPTIEMBRE:

Continuamos el ascenso por la cuenca del Río Guarapas, ahora hasta la Comunidad de Montañitas, donde se encuentra el predio denominado LA ESPERANZA, declarado en el marco de esta conmemoración como ZONA DE BIODIVERSIDAD, predio trabajado, cuidado por la familia Chimonja Coy, como herencia y expresión del arraigo campesino por la tierra, por la biodiversidad, expresión de nuestro compromiso por la defensa de la vida y de la memoria. En este lugar biodiverso nos encontramos 60 personas, entre niños,as, jóvenes y adultos, entre familiares y amigos, quienes se solidarizaron con la familia, llevando árboles, compartiendo memoria (fotos, anécdotas), sobre nuestro papá, en celebración de sus 33 años de vida.

Hoy el territorio de Palestina y la Comunidad de Montañita, son zona de amortiguación del PNN Cueva de los Guacharos, que a su vez ha sido incluido como parte del denominado Corredor Biológico Cueva de los Guácharos – Puracé, enmarcado dentro del “Gran Macizo Colombiano”, al cual pertenece la Reserva de la Biosfera Cinturón Andino, declarado por la UNESCO en 1979 en el marco del programa el Hombre y la Biosfera (MAB) de la Red Mundial de Reservas. A pesar de este compromiso, no existen políticas agrarias, de sostenibilidad para el planeta, el municipio y los campesinos,as de la región, razón por la cual, buscando sensibilizar y comprometer la vida de todos,as, en la defensa de la vida y la biodiversidad, contextualizamos con video, los daños irreversibles del modelo de agricultura industrial, sobre la tierra, los recursos naturales y la vida humana, así como el riesgo en que se encuentra la biodiversidad en esta región del Macizo Colombiano, especialmente en el tema de bosque y agua. De la misma manera compartimos imágenes sobre manejo de desechos, especialmente en torno a la propuesta en construcción de viviendas y letrinas saludables.

Con cantos a la vida, con las palabras entre cortadas, pero llenas de vida de sus hijos,as, familiares, abuelos y personas mayores que fueron testigos de su bondad, de su amor al trabajo, de su pasión por el aserrío y la arriería, de los detalles con sus sobrinos y ahijados, reconstruimos su memoria, compartimos el evangelio, la buena nueva de los pobres, celebramos la eucaristía y con la participación de todos y todas sembramos 33 árboles en memoria de sus 33 años de vida, instalamos 2 vallas que visibilizan la decisión familiar de que esta ZONA DE BIODIVERSIDAD, sea espacio de conservación, protección y recuperación de la vida, sea espacio de trabajo y producción agroecológica y espacio de afirmación del derecho a la Vida, la Verdad y la Memoria; finalmente se caminó por sus linderos, ubicando los puntos para el proceso de geo – referenciación y registro de la Zona de Biodiversidad La Esperanza.

Finalmente, queremos compartir en este SIN OLVIDO, por TULIO ENRIQUE CHIMONJA, las palabras del hermano mayor de la familia Chimonja Coy, en agradecimiento a la solidaridad y acompañamiento en estos actos de memoria y celebración de la vida.

Gracias a todos y todas por acompañarnos en esta conmemoración, en la celebración de 33 años de vida de nuestro Papá, esposo, tío, hermano, amigo y vecino Tulio Enrique Chimonja, hoy tendría 58 años, pero hoy nos reúnen en esta tierra de biodiversidad, de memoria familiar, la alegría de haber compartido su vida entre nosotros. Por eso conmemorar, celebrar su vida, sus treinta y tres años al lado de sus seres queridos y de la tierra que lo vio nacer, es reconocer nuestra historia de vida, nuestras raíces, y nuestro presente.

En esta tierra registrada como finca la Esperanza, que hoy será declarada públicamente como Zona de Biodiversidad La Esperanza, vamos a celebrar la vida, nuestra vida, nuestra memoria.

En primer lugar, en esta región, en esta tierra, compartieron la vida, nuestros abuelos, Delfín Sarmiento y Verónica Chimonja, (vida y obra que debe ser hecha memoria), campesinos, agricultores, arrieros y aserradores quienes, por trochas y a lomo de mula, participaron del proceso de colonización de nuestro pueblo, de lo que hoy es Palestina, especialmente a fundar veredas como Nazaret, Sinaí, el Chuscal (hoy vereda Montañitas) y el mismo casco urbano. Celebramos con alegría sus vidas y la vida heredada en sus hijos e hijas.

En segundo lugar hacer presente la vida de los hermanos y hermanas de nuestro papá, del Tío Benjamín, Tulio, Alcides, Camilo, Roberto; de la tía Romelia, Delfina y Ana, aquí presentes y los tíos María, Carlos y Sixta, así como sus sobrinos Miller Rojas, Marcos y Wilian, quienes nos acompañan desde su resurrección; tener presente la vida de sus sobrinos, ponchito, Luz Mery, Blanca, Diosides, Carlos, Alicia Edid, Luzmila, Delfín, Chiky, Aldey, Titán, Upi, Pepe, Mono, Fernando, Susana y Mireya, Erleí, Audaleni, Victor y Emilce, ) Bianey, Miller, y Emir, quienes compartieron parte de su vida con su tío Tulin como le llamaban cariñosamente. La familia Uní Chimonja, Astudillo Chimonja, Chimonja Muñoz, especialmente.

En tercer lugar, como herederos directos, parte de su vida, de su sangre, razón de su lucha diaria, estamos su esposa Fanny Coy y sus hijos, Omar, Enrique, Lucy, Bechy, Nery, Faiber y Janier, lo mismo que sus nietos Sirly, Paola Andrea, Pedro Edwin, Kenny Johana, Jorge Andrés, María Ximena y Ana María.

Todos y todas, quienes celebramos hoy su vida, sus amigos, sus hermanos, sus 7 hijos y sus 7 nietos, queremos recordar, que la memoria de Tulin, de nuestro Papá, sabe y huele a campo, sabe y huele a tierra, a selva, a entables de aserrío y arriería, a serruchos “Rompe pecho”, a troseros, a hilo, plomada y palanca, a trozas de árboles como el Amarillo, Cobre, Comino o Cedro; su memoria evoca el arte del aserrío, de la arriería, de amansar caballos y muletos, de cotejar enjalmas y sillas de montar, de levantar pesebreras, procurar el cuido, la caña, el pasto imperial; el arte de errar, castrar, marcar, en fin la vida de una persona apasionada por la vida del campo, los animales y la montaña. Cómo olvidar la vida y el trabajo compartido en Nazaret, el Chuscal, Huecolindo, la Cumbre, El Retiro, El Salado, etc. Como olvidar su caballos “Siete leguas”, “el amarillo” “El Cirilo”, el “Careto”, “El Macho Moro”, “el Macho de Treinta” “el Macho rodillas” LA Mula Baya, el caballo coral etc. En fin cada objeto, prenda o herramienta que hace presente y convierten en memoria su vida.

Esta es la vida que celebramos todos y todas, la vida que se dignifica y se re- significa, en esta zona de Biodiversidad y principalmente la vida que hemos heredado, que debemos conservar y proteger, por que hace parte de nuestra historia y de nuestra memoria.

GRACIAS A TODOS Y TODAS.

3 de Septiembre de 2008