Terror y zozobra en el Calima y San Juan

Aparecen cuerpos sin vida flotando sobre el río San Juan, Buenaventura y Chocó

Ayer, jueves 20 de enero a las 8.30 a.m. el cuerpo sin vida de una persona mestiza flotando sobre el río San Juan, en el resguardo de Puerto Pizario, municipio de Buenaventura

A la distancia se observó el cuerpo con tres orificios de arma de fuego, uno en la cabeza, otro en la nuca y uno en la espalda.

Horas después a las 3:25 pm fue visto otro cuerpo sin vida frente al cementerio en el lugar conocido como el remolino cerca a Puerto Pizario.

Hoy viernes 21 de enero a las 9:40 am la armada nacional recogió los cuerpos y se presume los llevaron a Docordó cabecera del municipio del Litoral San Juan.

Este hecho genera zozobra y temor a los indígenas Wounaan del Resguardo de Puerto Pizario y los cabildos de Unión San Juan y Puerto Guadualito y la población afrodescendiente del Consejo Comunitario de Cabeceras debido a que los dos cuerpos sin vida han cruzado sobre sus lugares de habitación.

El pasado lunes 17 de enero después que fuera asesinado un joven afrocolombiano en el desembarcadero de Bajo Calima se conoció que el número de personas asesinadas por las operaciones de las AGC sería de cinco.

Durante estos días se ha restringido el transporte sobre los ríos Calima, san Juan y Bajo san Juan, la presencia y control de las AGC y su anuncio desde el mes de agosto de llegar al territorio del Litoral san Juan, Bajo San Juan y Bajo Calima para quedarse y controlar esos territorios es ya una realidad.

Es evidente la omisión, tolerancia, complicidad e ineficacia por parte de la Armada Nacional con el accionar de las AGC en esta región.

Las comunidades indígenas y negras de esta región se encuentran confinadas a la espera de una acción institucional que garantice su protección más allá de la vía militar que ha demostrado ser ineficaz.

La presencia del ELN en la zona es algo inocultable, y la confrontación que se libra por parte de la Armada nacional junto a las AGC contra ellos coloca en riesgo a la población civil, tal como ellos lo indican

El presidente Duque es responsable de esta situación. Ninguna medida eficaz adoptó para prevenir daños irreparables a la vida e integridad de las comunidades étnicas. Desde marzo de 2021 desconoció el llamado de las comunidades a un Acuerdo Humanitario Global por la Pandemia. Y la grandilocuencia de anuncios de militarización solo han generado mayor deslegitimación de los militares, ausencia de credibilidad y transparencia en su actuar.

La zozobra y el terror son la compañía de las comunidades ribereñas de los ríos Calima, san juan y Litoral san Juan; Unión agua Clara, Cocalito, Puerto Pizario, Unión san Juan, Puerto Guadualito, Cabeceras, Malaguita, Cuellar, Santa rosa de Guayacán, Guarataco, Buenavista, Isla bello, Guarataco, Nalde, Tio cirilo, Las Palmas, San Bernardo, Nuevo Pitalito, Pichimá Quebrada, alrededor de unas 6000 personas las que persisten en estar en el territorio y las desplazadas que, sin ninguna respuesta institucional humanitaria, siguen sorteando su vida en Buenaventura

Bogotá D.C. 21 Enero de 2022

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz