Terror a través de la estrategia paramilitar

Se extiende, se consolida el desarrollo de la estrategia armada encubierta, clandestina y abierta paramilitar de la Brigada VII, que bajo el pretexto de confrontación a las FARC EP, continúan produciendo daños irreparables, saqueando, bloqueando, amenazando e intimidando a las pocas familias que aún siguen habitando en la región.


A los centenares de desplazados se suman las viudas y los huérfanos de campesinos que han sido asesinados por ser animadores o líderes comunitarios, a quienes sin ninguna fórmula de juicio, se les señala y se les ubica como colaboradores de las FARC EP.

En estas líneas un pálido reflejo de lo que sucede en la región del Alto Ariari a través de la estrategia criminal del paramilitarismo que como se leerá no sería posible sin el APOYO, la ARTICULACION, la COMPLICIDAD de las Fuerzas Militares.

1. Viernes 13 de noviembre, al parecer en horas de la mañana, YISEL GOMEZ, campesino de la vereda El Retiro, municipio de El Castillo fue detenido por un grupo de “civiles” armados integrantes de la estrategia paramilitar. El joven fue amarrado, colgado de los pies. Su cuerpo sin vida apareció el martes 17 de noviembre.

Ese mismo 13 de noviembre, en la misma vereda fue asesinado DAIRO DAESA. Sus documentos de identidad los colocaron en el cuerpo de YISEL GOMEZ

2. Entre los días 13,14 y 15 de noviembre de 2002 de las veredas La Floresta, La Esmeralda, La Cima, corregimiento de Medellín del Ariari, unidades armadas dentro de la estrategia paramilitar hurtaron el ganado de cuatro fincas y lo trasladaron, junto con monturas, cerdos, gallinas y electrodomésticos, al municipio del Dorado, los armados manifestaron que el ganado se lo llevaban porque era de la guerrilla y agregaron que si lo necesitaban deberían ir a reclamarlo al municipio de El Dorado.

En la vereda La Esmeralda, la escuela fue saqueada, destruyeron el equipo de sonido de la Junta Comunal, el televisor, la máquina de escribir y material didáctico.

En el caserío El Retiro, municipio de El Castillo, 80 integrantes de los paramilitares, al mando de los hermanos PAZ, OMAR y JERONIMO, ingresaron a varias fincas, entre ellas la de La Sonora. La saquearon, amenazaron a sus integrantes, entre ellos a FELIX RODIGUEZ ZAPATA, dirigente comunitario.

3. Domingo 17 de noviembre, hacia las 9:40 hora local, en Puerto Esperanza, más de 10 paramilitares con armas largas y cortas, vestidos de civil, ingresaron al casco urbano, después de haber cruzado por el retén militar de efectivos del Batallón 21 Vargas. Los “civiles” armados dentro de la estrategia armada encubierta se movilizaron en camionetas Toyotas Land Cruiser, reconocidas por todos los pobladores de uso de los armados, desde las incursiones de hace tres meses, y que frecuentemente se estacionan en los puestos de control oficial.

Los armados convocaron a los pocos pobladores que aún allí se encuentran a una reunión en donde los intimidaron, los amenazaron de muerte. “Ustedes están llevando quejas a la Defensoría y otras organizaciones … esos que llevan quejas son sapos de la guerrilla, son sus colaboradores… o se callan o dejan de hablar o sino se tendrán que morir o se van de aquí. Esas acusaciones que nosotros andamos con el ejército son mentiras, sigan llevando quejas y los tendremos que callar, nosotros tenemos infiltrados en todos lados, el sapo o la sapa se tendrán que callar o los callamos.”

Al terminar la reunión este grupo de paramilitares se regresó, cruzando nuevamente por el retén militar, que está pocos minutos de Puerto Esperanza, mientras los restantes mantuvieron su presencia en el casco urbano.

Los pocos pobladores que circularon desde Medellín del Ariari a Puerto Esperanza o en dirección contraria fueron requisados exhaustivamente. Ellos mismos observaron entre las 9:00 y las 11:00 horas la circulación de “civiles” armados por el puesto de control militar sin que se presentara alguna detención u otro tipo de reacción.

Este mismo día, en el municipio de Lejanías, GUILLERMO CLAVIJO es asesinado por unidades paramilitares en el paraje conocido como el cruce de La Esmeralda, a 100 metros de la escuela de La Española. GUILLERMO era agricultor dedicado a su finca en Caño Lindo y a la medicina naturista.

4. Jueves 19 de noviembre de 2002, aproximadamente a las 7:00 horas, en la vereda El Vergel, municipio de La Uribe, se produjo un enfrentamiento entre unidades militares y la guerrilla de las FARC EP. A eso de las 10:00 horas un grupo de soldados ingresó a varias casas de la vereda. En una de las casas de la familia MEDINA CARREÑO, tres unidades militares saquearon la casa, y revisaron todas las pertenencias. Uno de los militares se negó a aceptar la solicitud de la señora del hogar para que firmara un papel donde certificara los bienes sustraídos, argumentando que “su marido es un guerrillero” por el hecho de tener unas botas de caucho y unos libros sobre administración, economía, Derechos Humanos y la Constitución de 1.991.

5. Miércoles 20 de noviembre, hacia las 5:00 horas, varios paramilitares, vestidos de civil y con armas cortas y largas, llegaron a la vereda Malavar, ubicada a 20 minutos del casco urbano de Medellín del Ariari. Allí saquearon varias viviendas, acusaron a varios de los pobladores, a quiénes los levantaron por la fuerza de ser colaboradores de la guerrilla. A una mujer la acusaron de ser “prostituta de la guerrilla, si no habla de sus relaciones, la vamos a matar.” Desde ese día más de 5 familias, de las pocas que quedaban, abandonaron el poblado.

6. Domingo 24 de noviembre, durante todo el día se estableció un retén militar cerca del río Cumaral, a 10 minutos del casco urbano del Medellín del Ariari. Allí solicitaron los documentos de identidad de los transeúntes, mientras las camionetas Land Crouiser con los paramilitares con sus armas largas cruzaban por el mismo lugar sin ser detenidos.

7. Lunes 25 de noviembre a eso de las 18:10, en el perímetro urbano de Puerto Esperanza, que se mantiene bajo control paramilitar desde hace ya varios meses, a pocos minutos de la presencia militar de unidades del Batallón 21 Vargas, cuatro integrantes dispararon al aire ininterrumpidamente al aire por espacio de 30 minutos.

Hacia las 18:35 hora local, otro grupo de paramilitares que ingreso al mismo poblado detuvo el bus de transporte público, intimidaron al conductor y sus ocupantes, los amenazaron, “la orden es que después de las seis de la tarde nadie se puede movilizar, la próxima vez no respondemos”.

8. Martes 26 hacia las 13:00 horas y por espacio de 10 minutos en los alrededores del río Cumaral, a 20 minutos del perímetro urbano del corregimiento de Medellín del Ariari, varios “civiles” armados activaron sus metralletas rafageando indiscriminadamente e hicieron explotar algunas granadas

9. Miércoles 27 hacia las 9:15 hora local varios “civiles” armados dentro de la estrategia armada encubierta, que se transportaban en caballos se dirigieron hacia la vereda La Macarena por el camino de Puerto Esperanza, uno de los jinetes iba encapuchado.

10. Jueves 28 hacia las 12:30 hora local un grupo de 5 “civiles” armados dentro de la estrategia militar encubierta y dos encapuchados, pasaron con más de 200 reses que hurtaron a los pobladores de las veredas de Campoalegre, La Floresta y La Esperanza. Los armados con el ganado cruzaron por la vereda La Macarena y acamparon en el municipio de El Dorado.

Desde el 28 de noviembre el ejército se retiró del casco urbano de Medellín del Ariari hacia la cabecera municipal de El Castillo, dejando ahora en el control a los “civiles” armados quiénes durante la presencia regular de la Fuerzas Militares estuvieron en las mismas actividades vestidos de civil, con armas cortas y armas largas al lado de las unidades oficiales.

Siguen las amenazas, las posibilidades de que se conozca la verdad de lo que está sucediendo en la región del Ariari son cada vez menores, el terror, las amenazas, el bloqueo, el desplazamiento masivo, la verdad real ha sido opacada por la verdad mediática del Premio Nacional de Paz recientemente otorgado a la Asociación de Municipios del Alto Ariari. Esa verdad real nos habla de la erosión del Estado de Derecho, de su consonancia con la barbarie, de la soledad de las pocas voces que tratan de enunciar la gravedad de lo que allí está sucediendo y pocos quieren escuchar; de las más de 200 familias desplazadas, de la serie de asesinatos selectivos que se vienen ejecutando, de la teatralidad de la independencia entre la Fuerza Militar y los paramilitares.

Bogotá, diciembre 10 del 2002
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ