Teologías, ecologías y extractivismos – Reflexiones urgidas por los gritos de las comunidades afectadas por la minería y los gemidos de la madre tierra

PRESENTACIÓN

“Es tarde, pero es nuestra hora. Es tarde, pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer el futuro…” (Dom Pedro Casaldáliga) En la carta encíclica Laudato Si’, sobre el Cuidado de la Casa Común, el papa Francisco, llama la atención sobre el pecado ambiental que muchas personas aún no somos conscientes: «Que los seres humanos (…) degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados». Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios»

Es fácil comprobar que estos pecados o crímenes se cometen a diario, especialmente las actividades extractivas en territorios del Sur Global. De un lado, provocando destrucción violenta para acumular ganancias y mantener un nivel de consumo injusto y obsceno. De otro lado, arrasando pueblos y territorios, condenándolos a múltiples devastaciones, consecuencia de la crisis del antropoceno. “¿Al lado de quién estamos?” cuestiona el Documento del Sínodo Amazónico (DfS 70).

El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en su Carta Pastoral sobre Ecología Integral: “Discípulos Misioneros Guardianes de la Casa Común: Discernimiento a la luz de la Encíclica Laudato Si’’; nos advierte sobre los impactos de las actividades extractivas, especialmente mineras, sobre la Casa Común, en un contexto marcado por “prácticas de corrupción, de causar discordia en las poblaciones aledañas a los proyectos extractivos, de amedrentamiento y hasta de violaciones graves de los Derechos Humanos”. En ese contexto, los obispos muestran su preocupación ante las “alianzas” propuestas por empresas extractivistas a sectores de las iglesias con la finalidad de cooptarlas (53). “Existe un claro movimiento de empresas transnacionales del sector minero en dirección a las cúpulas de varias iglesias, proceso que se intensificó a partir de 2013”, explica la carta.
“Observamos que, en América Latina y El Caribe, esa misma lógica ha generado un patrón de producción de carácter extractivista, orientado a la explotación de los bienes de la naturaleza bajo tres características básicas: como fuentes no agotables (producción ilimitada), ocupación de amplias áreas geográficas (producción extensiva) y de alta productividad (producción intensiva). La tendencia es a explotar la mayor cantidad de material en el menor tiempo posible, ocasionando grandes impactos en los ecosistemas y afectando la vida de los pobladores de los territorios (…) Junto a las comunidades asumimos el desafío de reflexionar y responder, desde la perspectiva de las teologías y espiritualidades, a los impactos de la industria extractiva en la Casa Común” (CpC 30).

Urgidos por los gritos de las comunidades afectadas por la minería y los gemidos de la madre naturaleza, en comunión con el llamado del papa Francisco y del CELAM, la Agencia de Cooperación Katholische Jungschar (DKA) y la Red Iglesias y Minería (IyM) animamos un espacio ecuménico para intercambiar reflexiones en torno a las Teologías, Ecologías y Extractivismos.

En este espacio ecuménico de reflexión, contamos con la participación de teólogos y teólogas de América Latina, Europa y EUA. Dispuestos-as a escuchar, dialogar, aprender y compartir sus saberes, experiencias. Las reflexiones colectivas, ayudaron también a fundamentar teológicamente la Campaña de Desinversión en Minería, animada por IyM y el Proyecto Oro e Iglesia, impulsada por DKA.
Metodológicamente este Grupo de Reflexión se organizó en tres Ejes Temáticos:

1) Perspectiva ética teológica: en el que buscamos iluminar las prácticas del modelo político y económico extractivista que se ha establecido, en la modernidad, como dogma para el crecimiento. Este modelo que se sustenta en una financiarización utilitaria de la naturaleza para salvaguardar el capital especulativo mediante el control de la Madre Tierra y del futuro. ¿Qué pasos damos para una perspectiva ético-teológica que ilumine las decisiones de las organizaciones religiosas en cuestiones como, por ejemplo, las inversiones financieras en la industria extractiva que busca fuertes beneficios económicos: bonanzas extractivistas basadas en el dogma del crecimiento ilimitado?
¿Cómo podemos entender estas prácticas y la “colaboración para el mal”, también según el concepto de pecado ecológico? ¿Cómo actuar frente a las estrategias de algunos sectores empresariales que se acercan a las iglesias buscando respaldo a sus proyectos extractivos con un discurso de progreso, desarrollo y de un supuesto “capitalismo inclusivo”?
En cuanto a la cuestión financiera, desde una perspectiva teológica, ¿deben las iglesias y las organizaciones religiosas asumir pérdidas o reducir la rentabilidad en favor del bien común? ¿Cómo evaluar el actual modelo económico de inequidad que tiene como uno de sus pilares la lógica dominante de la extracción?

2) Teología litúrgica: diálogos abiertos, sobre la Liturgia y la opción evangélica preferencial por los pobres ¿cómo entender la utilización del oro, la plata y los diamantes en nuestras personas y particularmente en nuestras Iglesias? ¿Cómo avanzar en poner en práctica los valores morales como la sobriedad, caridad, fraternidad y otros distintos valores que nos lleven a un desarrollo humano integral (FT 112)?
Desde un enfoque histórico y teológico, ¿cómo se crea y sostiene la relación de “sacralidad de los ritos litúrgicos” y el uso necesario del oro? ¿Existe la posibilidad de repensar o reinterpretar el uso del oro y la plata en objetos litúrgicos como cálices y patenas? ¿Cómo resignificar en la liturgia los atributos de ‘precioso’, ‘digno’, ‘puro’, retirándose del oro y de la plata y valorando otros símbolos?
¿Cuáles serían las alternativas buenas y correctas para seguir los ritos con dignidad sin promover economías extractivas que violen las entrañas de la Madre Tierra? ¿Cómo promover las reflexiones de cambio litúrgico en la lógica de la permanente inculturación de la liturgia? ¿No debería nuestra liturgia “inculturarse” también en diálogo con la progresiva percepción del pecado colonial del extractivismo y de los apoyos que aún recibe de nuestras iglesias?

3) Teología Poscolonial: reflexionó la sobreexplotación de la naturaleza, con la consiguiente devastación territorial por parte de la minería y las empresas multinacionales. Hemos avanzado en actualizar y proponer una versión “moderna” del colonialismo: asumimos que para compartir “un principio de esperanza” post extractivista, es urgente descolonizar nuestro pensamiento, el imaginario y los poderes/saberes que actualmente tenemos.
¿Cómo pueden las teologías ayudarnos en este camino de proponer comprensiones sobre la vida digna, superando el extractivismo y la “maldición de la abundancia “con sus dinámicas sacrificiales propuestas a América Latina y Central?
¿Qué reflexiones teórico-prácticas posibles a las teologías para que las Iglesias e Instituciones de Fe no sigan persiguiendo/descalificando la cosmovisión indígena y de los pueblos de la Tierra que nos ayudan a repensar nuestra relación con la Naturaleza?
Desde la teología, ¿qué cambios son necesarios para corregir miradas antropocéntricas / androcéntricas y prácticas coloniales o europeizantes?
La financiarización de la naturaleza y los mercados del futuro siguen sacando de nuevo la Abya Yala, actualizando la idea de progreso y desarrollo basada en la Dominación de la Naturaleza. ¿Cómo podemos iluminar, desde una Teología Decolonial, las prácticas de inversión realizadas por las Iglesias y la especulación financiera que reducen la Madre Tierra a acciones que se negocian en las bolsas de valores? ¿Qué alternativas y horizontes podemos traer-presentes en este espacio-tiempo (pacha) como iluminación a los cambios necesarios para este proceso de transformación que estamos viviendo en las iglesias y en la sociedad? ¿Cómo reinterpretamos el concepto de ‘valor’, a partir de la perspectiva del Buen Vivir y de la descolonización? ¿Cuál es el ‘valor’ del dinero y de las inversiones, en esa nueva escala de relaciones? ¿Qué consecuencias tiene en nuestra administración justa y necesaria de los bienes?
Varias de estas preguntas fueron abordadas en las conferencias y diálogos que compartimos en esta publicación. Sin embargo, seguimos con más preguntas que respuestas. Por ello, creemos que en el esfuerzo por responder a estas y otras inquietudes, nos sumamos a muchas personas e instituciones con quienes compartimos inquietudes, búsquedas y objetivos. A este esfuerzo colectivo, los animamos a participar y sumarse, a continuar el debate, a compartir saberes, a cuestionar las propuestas y a construir conjuntamente nuevas luces que alumbren y orienten nuestro caminar ecoespirtual, junto a las comunidades que resisten a los proyectos extractivistas en América Latina y otras partes del mundo.

 

Por:Red Iglesias y Minería, CELAM, DKA, CEBITEPAL
Grupo de trabajo de Teologías, Ecologías y Extractivismos
Dr. Anneliese Herzig MSsR, coordinadora Proyecto Oro e Iglesia, DKA
Moema Miranda, coordinadora Comunidad Ecoespiritualidad, IyM
Guilherme Cavalli, coordinador Campaña desinversión en minería
Asunta Montoya, equipo de campaña desinversión en minería
Daniela Andrade, comunicación campaña desinversión en minería
Jesús Alberto Franco C.Ss.R, comunidad ecoespiritualidad
Rosa del Valle Aráoz, comunidad ecoespiritualidad
Coordinación editorial
Pedro Sánchez
Asunta Montoya
Guilherme Cavalli
Óscar Elizalde
Autores
Daniela Canavina, Bruno Duffé, Tania Ávila, Birgit Weiler, Basiluis J. Bert Groen, Gloria Ulloa, Afonso Murad, Violeta Rocha, Hunter Farrel, Birgit Weiler, Daniel Córdova, Gunther Prüller-Jagenteufel

 

Publicación completa:

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