Situación de riesgo comunidades del bajo Naya y Yurumangui

Hoy, 27 de diciembre de 2001, nuevamente hemos sido informados sobre la posible incursión dentro de la estrategia militar encubierta del paramilitarismo en los primeros días del mes de enero a las Cuencas del Naya – Bajo Naya y Cuenca del Yurumangui, municipio de Buenaventura.


De acuerdo con las informaciones entregadas durante el período navideño, (diciembre 1 al 16), unos 300 paramilitares hacen presencia en estas dos cuencas, vestidos de civil, en aproximadamente 67 veredas o caseríos. Los paramilitares han venido del Puerto de Buenaventura en las distintas embarcaciones de transporte público. En el momento se encuentran recolectando información y desarrollando labores de inteligencia tendientes a preparar la anunciada ofensiva paramilitar contra los habitantes de estos ríos. Al mismo tiempo, corre la versión que el movimiento de armados a estas cuencas se realizará el 7 de enero proveniente del Puerto de Buenaventura, donde de tiempo atrás en diversos barrios se reclutan jóvenes para la estrategia encubierta paramilitar, y desde donde partió en una embarcación rápida, el 29 de abril pasado, un grupo de cerca de 20 hombres que realizaron la Masacre en el caserío El Firme, Cuenca del Yurumangui.

Es de anotar que todas las autoridades como militares y policiales, organismos de seguridad ejercen control perimetral e interno en el Puerto de Buenaventura.

Las comunidades afrocolombianas e indígenas del Alto y Bajo Naya, en abril del 2001 sufrieron una incursión armada de la cual fueron cruelmente asesinadas, de acuerdo con algunas versiones, más de 40 personas, originándose además el desplazamiento forzado de centenares de familias que debieron refugiarse en Buenaventura o en las partes altas de los caseríos.

Al mismo tiempo, muchos fueron testigos de cómo se vio departir a los civiles armados que participaron en la masacre del Alto Naya con unidades de la Infantería de Marina en el punto conocido como el Cacao. Así mismo, lo que apareció en la prensa como combates entre unidades militares y grupos de “autodefensa” fue un simulacro pues se escuchaba como algunas de las unidades militares decían a otros, “a ese lugar no disparen háganlo más arriba”, a donde no se encontraban ubicados los paramilitares.

Hoy, ocho meses después, la amenaza de una nueva incursión paramilitar se cierne sobre estas comunidades. Las amenazas, incluso escritas, se vienen dando desde octubre del presente año. El texto de una de ellas dice así: “Noviembre 30 del 2000. A la Comunidad del río naya y yurumanguí les informamos que a partir del 8 de diciembre las autodefensas unidas de colombia (AUC) vamos a hacer presencia de nuevo por el alto naya hasta el Carmen y luego pasamos a yurumanguí si no lo hacemos ahora en diciembre lo hacemos en enero. NOS VAMOS A VENGAR EL QUE NO QUIERA MORIR QUE NOS DESOCUPE LA ZONA, VAMOS A BAJAR 300 PARAMILITARES. Atentamente somo hermanos de Chula”.

Desde finales de noviembre del presente año, varias organizaciones de derechos humanos, basándose en testimonios de habitantes de la zona, dieron a conocer la presencia de unos 300 paramilitares en la zona del norte del Cauca y sur del Valle del Cauca, en los municipios de Timba, Suárez, Buenos Aires y alertaban sobre una nueva arremetida paramilitar contra las comunidades de los municipios de Timba, Suárez, Buenos Aires y Buenaventura y en especial en la zona del Alto y Bajo Naya y en las riberas del río Yurumanguí, donde viven aproximadamente 25 mil personas pertenecientes a comunidades indígenas, negras y campesinas.

La decisión expresada por las comunidades, muchos de cuyos miembros que se habían desplazado a raíz de la masacre de abril han retornado, es permanecer en su territorio y resistir como población civil para evitar un nuevo desplazamiento.

Solicitan a nuestra Comisión dirigir esta comunicación a ustedes con la finalidad de que se adopten con prontitud las siguientes medidas:

  Presencia de la Fuerza Pública en la bocana desde donde se puede controlar la entrada y salida de embarcaciones al Bajo Naya y Yurumanguí.

  Visitas de la Procuraduría General de la Nación a las comunidades como medio de prevención de posibles violaciones a los derechos humanos, desde antes del 5 de enero y hasta por un mes

  Presencia Permanente de un delegado de la Defensoría del Pueblo en Puerto Merizalde desde antes del 5 de enero y hasta por un mes.

 Evaluación de las Medidas Adoptadas a través de una Comisión Mixta de
Veeduría

Con profunda preocupación,

Bogotá 27 de diciembre de 2001
Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz