Situación de Dabeiba

Nada ha cambiado salvo los medios de actuación. Las tácticas de destrucción de la vida humana a través del terror psicológico, de la formalidad en las acciones de control, continúan en el municipio de Dabeiba en desarrollo de una estrategia militar contrainsurgente contra las “FARC EP”, orientada más bien contra la población civil, tanto la que fue víctima del desplazamiento en 1.997 y que hoy se encuentra en una reubicación temporal y continúa exigiendo su retorno definitivo, así como contra las nuevas víctimas de atropellos, que se suman a las más de 200, las pocas que se alcanzaron a conocer, en la primera ofensiva militar de hace cuatro años.


Bogotá, 15 de febrero del 2002

Doctor
ANDRES PASTRANA ARANGO
Presidente de la República

Doctor
GUSTAVO BELL LEMUS
Vicepresidente de la República

Doctor
ARMANDO ESTRADA VILLA
Ministro del Interior

Doctor
ROMULO GONZALEZ TRUJILLO
Ministro de Justicia y Derecho

Doctor
LUIS CAMILO OSORIO
Fiscal General de la Nación

Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación

Doctor
EDUARDO CIFUENTES
Defensor Nacional del Pueblo

Doctor
CAMILO GOMEZ
Alto Comisionado de Paz

Ref. Situación de Dabeiba – Antioquia –

Reciban un respetuoso saludo.

Nada ha cambiado salvo los medios de actuación. Las tácticas de destrucción de la vida humana a través del terror psicológico, de la formalidad en las acciones de control, continúan en el municipio de Dabeiba en desarrollo de una estrategia militar contrainsurgente contra las “FARC EP”, orientada más bien contra la población civil, tanto la que fue víctima del desplazamiento en 1.997 y que hoy se encuentra en una reubicación temporal y continúa exigiendo su retorno definitivo, así como contra las nuevas víctimas de atropellos, que se suman a las más de 200, las pocas que se alcanzaron a conocer, en la primera ofensiva militar de hace cuatro años.

A ustedes nuestra expresión de Censura Moral y nuestra Constancia ante los nuevos signos de desmoronamiento del Estado de Derecho, que algunas organizaciones humanitarias califican de tolerancia, de complicidad, de connivencia o de conexión y que se han dado en desarrollo de la “Operación Dinamarca” desplegada casi cuatro días después de la operación militar encubierta del 25 de diciembre.

* El lunes 31 de diciembre, hacia las 11:00 hora local un grupo de aproximadamente 100 civiles uniformados, vestidos de camuflado y armados, quienes forman parte de la estructura paramilitar, ingresaron a la finca Caracolón – La España, propiedad de la comunidad de Vida y Trabajo La Balsita, la cual se encuentra ubicada en la vereda La Estrella del corregimiento Antadó, a unos 20 minutos de distancia del casco urbano de Dabeiba, en carro. Los paramilitares llegaron desde el casco urbano de Dabeiba por la carretera que comunica hacia Antadó, traspasando la valla que identifica estas aproximadas 100 hectáreas como espacio de la población civil y en la que se leen los principios de la Comunidad en relación con el conflicto armado interno y el carácter humanitario del espacio.

Los armados llegaron hasta la casa principal, conocida como “La Mayoría” hacia las 11:30 hora local, identificándose como “Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá”, interrogando a algunas mujeres de La Comunidad de Vida y Trabajo, acerca del significado de la bandera de la comunidad, de unos plásticos de acampar y de documentos públicos que encontraron en la finca; a todo esto lo calificaron como formas y material insurgente, a lo que exigieron permanentemente explicación, “¿díganos que hace un cambuche de la guerrilla y los papeles y propaganda de la guerrilla que encontramos aquí dentro de la finca?”. Se referían en particular a artículos de la Revista Cambio y el periódico La Jornada de México con entrevistas al Sub Comandante Marcos y Análisis sobre la situación de los campesinos del estado de Chiapas, así como un documento de la Pastoral Indígena de la Diócesis de San Cristobal de las Casas, también de Chiapas México.

Desde su ingreso a la finca, los paramilitares, obligaron a ingresar a ella a los campesinos vecinos que iban camino al casco urbano de Dabeiba o hacia el corregimiento de Antadó.

Mientras miembros de la comunidad y misioneras acompañantes terminaban la oración del rosario, uno de los armados se identificó como comandante, agregando: “ Hemos venido a hacer control a todo los alrededores de Dabeiba porque aquí hay mucha guerrilla. Pero no tengan miedo que no venimos a hacer masacres como lo hacíamos antes, esos fueron errores que ya hemos corregido. Pero el que se encuentre culpable no se la perdonamos y lo matamos en presencia de los que estén y no lo botamos al río como antes, porque lo tenemos prohibido. Lo que perseguimos es a los informantes y a los que hacen mandados a la guerrilla. Estamos en bien del campesino trabajador pero que no tenga vínculos con la guerrilla. Ustedes tienen que darnos razón por los cambuches y los papeles que encontramos de la guerrilla”.

Tres ancianos de la Comunidad manifestaron que los documentos: “son de Justicia y Paz y los misioneros que nos acompañan”, a lo que dijo: “esos papeles ya se los mandamos a nuestros superiores y si eso es de Justicia y Paz se les está saliendo de las manos porque allí habían papeles de los zapatistas”. A los señalamientos de uno de los armados, los adultos mayores expresaron: “no nos parece que hayan papeles de la subversión porque allí hay papeles con reflexiones acerca del Plan Colombia, cosas públicas y unos Mensajes de Dignidad” (…). “ese plástico que encontraron que ustedes dicen que es un cambuche, lo hice yo para dormir porque me da mucho miedo y tengo mucha familia chiquita por la que tengo que responder” (…) “Nosotros y nosotras hablamos con la verdad. Y nos parece que ustedes deben distinguir claramente la diferencia entre un cambuche de la guerrilla y un dormitorio de campesino”. El armado agregó: “Por aquí hay mucha guerrilla”. Otro campesino añadió: “Pero aquí no ha hecho presencia, ni tampoco reuniones.”, el armado respondió: “cualquier grupo puede venir aquí porque ustedes no pueden hacerlos ir y nosotros vamos a quedarnos por largo tiempo haciendo control en esta zona”.

Los armados instalaron sus carpas de campaña en los alrededores de la casa, donde habita la mayoría de la población y pasando por encima de la voluntad de los miembros de la Comunidad hicieron uso de fogones para cocinar y de los lavaderos. Insistentemente trataron de que la Comunidad recibiera de ellos mercado que la Comunidad se negó a recibir. Insistieron ante mujeres de la comunidad para que les lavaran la ropa ofreciéndoles “buen pago” a cambio del servicio que las mujeres se negaron a realizar. En ambas casos la Comunidad argumentó su decisión de no involucrarse con armados.

*Martes 01 de enero en horas de la mañana, los civiles armados de la estrategia paramilitar, condujeron a un grupo de miembros de la comunidad y a otros habitantes de la zona al lavadero de la casa, los interrogaron y requisaron. A una de las mujeres de la comunidad la sindicaron de ser guerrillera, la obligaron a quitarse la camisa, levantarse la falda y a mostrar una fotografía de su esposo, para demostrar, según ellos, que no era la esposa de un subversivo. A otra campesina, uno de los armados, le manifestó: “usted tiene cara de mala”.

*Jueves 03 de enero, durante todo el día se realizaron acciones de control militar dentro del perímetro urbano del municipio de Dabeiba y en los puentes de acceso desde Mutatá o la zona rural del municipio por parte de unidades militares y de unidades de la policía de Dabeiba, que se confundieron, de acuerdo con versiones de los pobladores, con las fuerzas de los civiles armados.
Hacia las 9:00 hora local, un grupo de aproximadamente 50 civiles uniformados, vestidos de camuflado y armados, nuevamente ingresó a la Finca “Caracolón”, un día después de su retiro de la misma.

Dos acompañantes de la iglesia católica solicitaron a los armados retirarse del lugar para no involucrar a la población, a lo que estos respondieron: “nosotros nos vamos a quedar porque vinimos a recuperar el territorio y a los civiles, no venimos contra la población sino en contra de la guerrilla”. Una de las religiosas expresó: “entonces búsquenlos en otro lugar, aquí no están”. El paramilitar contestó: “en eso estamos, pero no los hemos encontrado”. Posteriormente ofrecieron mercados y balones de fútbol a la comunidad, la que, nuevamente, se negó a aceptarlos por sus principios de organización como población civil.

 Durante el día, en el casco de Dabeiba se realizaron diversas reuniones con los comerciantes a quiénes se les reiteró el sentido de la presencia militar en la zona y se les solicitó vender mercados por un valor no mayor de 30 mil pesos (U.S $ 12), “…esas compras de bultos de arroz son para la guerrilla” (…) “quién no cumpla se tendrá que ir”, expresaron los armados. A los trabajadores de la madera se les señaló como “auxiliadores de la guerrilla y eso se tiene que acabar”.

* El viernes 4 de enero, a las 8:30 horas, nuevamente un grupo de 10 paramilitares se ubicó en una de las viviendas de la Comunidad de Vida y de Trabajo, lavando ropas, limpiando fusiles, ante lo cual un sacerdote de la iglesia católica les solicitó abandonar la casa, pues es un lugar de la población civil, y su presencia colocaba en riesgo a la comunidad. A esta acción humanitaria se respondió por parte de uno de los armados: “Para nosotros no existe territorio vedado”.

Ese mismo viernes 4 de enero, a eso de las 15:30 horas, un grupo de, aproximadamente, 30 hombres armados entraron a la casa principal de la Finca del Territorio de Vida, entre ellos uno, al parecer comandante, se acercó a las religiosas y sacerdotes de la iglesia católica allí presentes, y preguntó en tono imperativo: “¿cómo están ustedes?”. Al responderles “regular”, el jefe paramilitar se enojó y aseveró: “acaso los estamos maltratando”. Integrantes de La Comunidad de Vida, le hablaron de sus Principios de Vida y de su posición en la guerra como población civil. A esto el paramilitar respondió: “nosotros no confiamos en esas Comunidades de Paz, son nidos de guerrilleros. Si aquí hay algún guerrillero a mi no me tiembla la mano para sacarlos”. El armado nuevamente hizo mención de los “documentos guerrilleros”, amenazando reiteradamente con hacer un escándalo público a través de los medios de información a lo que simplemente se le respondió: “esos son documentos públicos, recortes de prensa que cualquiera puede leer”.

Posteriormente, preguntó por el número de niñas y de niños, ofreció balones y una caja de cuadernos, a lo que le respondieron: “de ningún modo se recibirán”, explicando nuevamente su decisión de no ser involucrados en el conflicto armado. Afirmó luego el uniformado de camuflado: “Vine de buena manera, me voy muy preocupado con esta comunidad”. Nuevamente preguntó a algunos integrantes de la Comunidad: “a ustedes quién los desplazó”, a lo que le respondieron: “los paramilitares”. El armado agregó: “Nosotros no somos paramilitares somos autodefensas y en nombre de las autodefensas, ustedes pueden regresar a sus tierras sin ninguna preocupación”, afirmación que despierta la preocupación pues implícitamente plantea la posibilidad de un nuevo desplazamiento de la Comunidad.

En el casco urbano del municipio, los conductores de servicio público fueron llamados a una reunión por parte de los civiles armados vestidos de camuflado, algunos de ellos con prendas privativas de las fuerzas militares, quienes nuevamente expresaron que no se van a ir de la región, que vinieron para quedarse y para dar la libertad y la protección al pueblo.

Además de la presencia regular de unidades del ejército y de la policía en el casco y los límites del mismo, los integrantes de las fuerzas paramilitares se confundieron con las unidades regulares, transitaron de civil con armas cortas y largas y realizaron acciones de control sobre el comercio y el transporte.

Al atardecer de ese día llegaron algunos campesinos de las veredas de Antazales, La Balsita, Camporrusia quienes se desplazaron ante la eventualidad de una incursión armada en sus comunidades o por temor a enfrentamientos entre los bandos. Al mismo tiempo, algunas familias continuaron el éxodo silencioso hasta Medellín o el eje bananero.

* El sábado 5 de enero, los movimientos de unidades militares adscritos a la IV Brigada, al interior del casco urbano, se realizaron con normalidad como los días anteriores, mientras que los camuflados, civiles armados, o vestidos de civil patrullaron y se movilizaron en el pueblo, y en las entradas al mismo.

Ese día hacia las 16:30 horas, los armados salieron de la Finca Caracolón – La España, intimidando a la Comunidad y dejando una advertencia: “ustedes se tienen que acostumbrar a nuestra presencia porque hemos venido a quedarnos, quién de ahora en adelante colabore voluntariamente o haga parte de la guerrilla lo vamos a matar. En lo del pasado no nos vamos a fijar, ahora hay borrón y cuenta nueva. Ahora no los vamos a acusar de colaboradores”.

* El jueves 17 de enero, hacia las 8:00 hora local las FARC E-P adelantó un acción armada contra una base paramilitar ubicada en la finca “La Clara”, en el lugar conocido como “La Antena”, y en el barrio La Selva. De acuerdo con información de moradores del lugar, se observaron entre 20 y 30 cadáveres de hombres vestidos de camuflado pertenecientes a las AUC. Igualmente se presentó una retirada de los civiles armados vestidos de camuflado hacia el centro urbano de Dabeiba que a esas horas contaba con presencia de unidades policiales y militares.

Hacia el medio día, de acuerdo con un organismo nacional de Derechos Humanos, “ante el ataque efectuado, los paramilitares se dispersaron y en su retirada, a través de la fuerza, irrumpieron en la casa de habitación de las hermanas Lauritas, y desde allí observaban hacia donde se encontraba el grupo de guerrilleros para mirar lo que se podía hacer”.

Desde ese día, los armados dentro de la estrategia paramilitar ocuparon casas deshabitadas del municipio y alquilaron algunas, buscando montar sitios de vivienda, escape o trinchera en distintos barrios de Dabeiba. Versiones de los pobladores indicaron que sobre la calle principal del municipio, día y noche se da el tránsito de los paramilitares en medio de la presencia de unidades militares y policiales y, desde un lugar reconocido por toda la población, el Comandante del Operativo paramilitar realiza permanentes reuniones con todos los sectores del casco urbano del municipio.

* El domingo 27 de enero, a las 9:00 horas a la altura del sitio conocido como “Puente de Tierra” en el municipio de Dabeiba, el Batallón de Contraguerrilla No. 26 adelantó controles de vehículos, requisas e interrogatorios a los pasajeros, mientras otros efectivos de esa unidad militar y civiles armados de la estrategia paramilitar se movilizan por el municipio.

* El viernes 1 de febrero, entre las 00:00 horas y la 1:00 hora, una aeronave sobrevoló el territorio de la Comunidad de Vida y Trabajo La Balsita, disparando ráfagas de ametralladora en la zona de cultivo de maíz de la comunidad, muy cerca de las casas de habitación. A menos de 20 metros de las viviendas fueron encontradas piedras partidas por el efecto de las balas, proyectiles vacíos y orificios en la superficie del cultivo.

En su recorrido la aeronave ametralló también otras veredas vecinas como La Estrella y Llano Gordo.

* El domingo 3 de febrero, hacia las 11:00 hora local, dos campesinos de la Comunidad de Vida y Trabajo La Balsita que se movilizaban en un vehículo de servicio público del perímetro urbano de Dabeiba a la Finca La España – Caracolón fueron detenidos, a la salida del casco urbano, en un paraje ubicado a 20 minutos del Asentamiento humanitario, cuando transportaban complementos alimenticios de la UMATA y pollos adquiridos con recursos de la Oficina de la Alta Comisionada para los Refugiados en el Mundo, ACNUR. El grupo de hombres armados, algunos de ellos con distintivos del Batallón de Contraguerrilla No. 26, mantuvo detenidos a los campesinos durante más de 40 minutos al interior de un baño. Luego los dejaron en libertad.

Desde el 25 de diciembre de 2001, y de modo más evidente desde el 29 de diciembre hasta esta fecha, se ha visto en los espacios públicos del municipio de Dabeiba a los civiles armados de la estrategia paramilitar portando pañoletas con la inscripción “Fuerzas Militares”, “Unidades Especiales”, parches con logotipos amarillos con el dibujo de una águila, camisetas de color negro con letras amarillas en las que se lee “CONTRAGUERRILLA/PEB” y placas de identificación con la inscripción “EJERCITO”.

En sus despachos nuestra expresión de censura moral ante la evidente connivencia de las autoridades con las actuaciones armadas dentro de la estrategia paramilitar, ante la ausente diferenciación en las acciones armadas de las unidades constitucionales y las clandestinas, ante el sistemático rompimiento de los límites del Derecho, ante las acciones psicológicas, de persecución y de terror frente a las comunidades que afirman sus derechos, ante la mirada totalizante que niega la libertad de pensamiento y de conciencia, y ve las expresiones pastorales de opciones por los empobrecidos y los excluidos, como proclives a la insurgencia armada o articuladas a su estrategia político militar.

Ante ustedes nuestra Constancia Histórica, pálido reflejo de lo que sucede en Dabeiba, de lo que se ambienta como proyecto de sociedad, una inversión de sentido y de contenido de los principios de la verdad, de la libertad y de la justicia, en la que los derechos humanos son un obstáculo y desde la lógica efectivista de ese poder militar se pretenden hacer una quimera.

Si quiénes en el pasado y quiénes en el presente animaron y construyeron las estructuras criminales que perpetraron centenares de Crímenes a nombre de las razones de Estado hubiesen sido investigados y sancionados, si hubiesen sido reprimidos, nada de lo que hoy amargamente vuelve a suceder, se estaría reproduciendo.

Hoy en Dabeiba como en muchas regiones del país es evidente el desarrollo de una estrategia que con el paso de los años pasó de lo militar encubierto y clandestino a lo militar regular irregular abierto, de las acciones simplemente militares a la conformación de un orden social que impone sus lógicas y mentalidades de exclusión, con la seducción que sigue a la tierra arrasada y al terror para tomar más allá de territorios, las mentes y los corazones de los pobladores.

En sus manos la posibilidad de evitar nuevos daños irreparables haciendo que la Política de Derechos Humanos sea una realidad para enfrentar sin recato alguno, las estructuras criminales que hoy se han extendido a lo largo y ancho de este país, como un cáncer, que está haciendo metástasis. En sus manos está esa posibilidad, en la mirada humanitaria de la comunidad internacional la memoria de estos hechos que claman justicia y reparación.

Con profunda preocupación,

COMISION INTERCONGREGACIONAL DE JUSTICIA Y PAZ