Retorno de las comunidades de la Cuenca del Cacarica

Nuevamente queremos dejar constancia sobre los hechos que ocurrieron ayer 30 de enero, en el marco del inicio de la etapa de preparación del Retorno de las comunidades de la Cuenca del Cacarica, , acordada con el Gobierno Nacional.


Santafé de Bogotá, Enero 31 del 2.000

Doctor
ANDRES PASTRANA ARANGO
Presidente de la República

Doctor
GUSTAVO BELL
Vicepresidente de la República

Doctor
NESTOR HUMBERTO MARTINEZ
Ministro del Interior

Doctor
ALFONSO GOMEZ MENDEZ
Fiscal General de la Nación

Doctor
JAIME BERNAL CUELLAR
Procurador General de la Nación

Doctor
FERNANDO CASTRO CAYCEDO
Defensor del Pueblo

Doctor
VICTOR G. RICARDO
Alto Comisionado para la Paz

Un respetuoso saludo.

Nuevamente queremos dejar constancia sobre los hechos que ocurrieron ayer 30 de enero, en el marco del inicio de la etapa de preparación del Retorno de las comunidades de la Cuenca del Cacarica, , acordada con el Gobierno Nacional.

* En el Puerto de Turbo, mientras las comunidades preparaban sus embarcaciones para el transporte de alimentos y los materiales necesarios para la construcción de sus campamentos, cinco reconocidos paramilitares, de civil y desarmados, inspeccionaron por más de una hora a las personas y los materiales que ingresaban a las embarcaciones. Entre los paramilitares se encontraba “El indio” quien en diversas ocasiones ha realizado acciones de control, vestido de civil y con arma, en frente del albergue humanitario “Unidos Retornaremos” del Santo Ecce Homo. Los paramilitares confundidos entre la población, se turnaron entre las 8:30 a.m. y las 10:30 a.m. inspeccionando y preguntando hacia dónde se dirigía la embarcación, por qué se llevaban tejas de zinc, gasolina y comida.

* Aproximadamente a las 10:45 a.m., el grupo de 50 personas de las comunidades desplazadas de la Cuenca del Cacarica partió del Puerto de Turbo hacia el Asentamiento, lugar humanitario, de la población civil, llamado “Nueva Vida”, ubicado en la Cuenca del Cacarica. La comunidad acompañada por representantes del Ministerio Público, la Red de Solidaridad Social, tres extranjeros de nacionalidad italiana, Brigadas Internacionales de Paz e integrantes del equipo misionero de nuestra Comisión, fueron detenidos en su movilización por el Golfo, en el sitio conocido como Matuntugo.

Uno de los soldados perteneciente a la Brigada XVII, en cumplimiento de sus funciones de control, según expresó, preguntó al funcionario de la Red de Solidaridad, a la Defensoría del Pueblo, a los acompañantes internacionales y al misionero de nuestra Comisión hacia dónde se dirigían. Al manifestársele que el General VARGAS, Comandante de la Brigada XVII, conoce del Retorno de estas familias, el militar se mostró dubitativo frente a esta afirmación. Posteriormente, solicitó a los extranjeros sus documentos de identidad.

A las 4:35 p.m. a pocos minutos de la vereda Puente América, ingresó por el río Perancho hacia el sitio La Tapa, la chalupa “Nueva Esperanza” y fue detenida por un grupo de ocho hombres uniformados con prendas del ejército, portando armas largas y cortas, y otros cuatro hombres vestidos de civil y también armados. Los hombres, pertenecientes a los grupos paramilitares, se movilizaban en una panga de color blanca y azul que iba con dirección a Riosucio.

Los paramilitares se acercaron por la parte trasera de la chalupa e hicieron varias preguntas: ¿ Por qué llevan tanta gasolina ?, ¿ Para dónde van ?, ¿Por qué van tantos? Al percibir que estaba una funcionaria de la Defensoría del Pueblo con sus distintivos expresaron: ¿ah van con la Defensoría?. Posteriormente continuaron su recorrido, río arriba, en dirección a Riosucio,. Conocida la información a través de la Red de Solidaridad Social se realizó un sobrevuelo de helicópteros por la zona.

Manifestamos nuestra preocupación por el desconocimiento que las unidades militares desplegadas sobre el Río Atrato o el Golfo de Urabá expresan sobre el Retorno y el movimiento de las comunidades del Cacarica. Es la segunda ocasión que en el proceso de Retorno las unidades militares en Matuntugo desconocen en la práctica los acuerdos firmados por el Alto Gobierno, situación que es mucho más grave por el conocimiento que se tiene de un documento de “Inteligencia Militar” donde se generan serios cuestionamientos y dudas sobre el ejercicio de los derechos de la población civil en medio del conflicto. Si la información sobre el proceso de las comunidades aparece como desconocido se van generando dudas y sospechas .

Pero no menos preocupante es que los grupos paramilitares continúen movilizándose con absoluta tranquilidad por el río Atrato sin que existan acciones decididas para enfrentarlos. Aunque la detención de la embarcación fue circunstancial, el hecho expresa que los paramilitares se mueven sin que existan mecanismo de control efectivo sobre el río Atrato, preocupación que nos asiste cuando existe un compromiso suscrito por el Alto Gobierno de ejercer un control sobre esta vía fluvial.

La situación en la región es profundamente tensa pues desde la salida de las unidades militares del municipio de Riosucio, los paramilitares que antes se movían públicamente con alguna discreción, ahora andan en el pueblo y los alrededores sin ningún mínimo de recato. Entre los paramilitares se ha visto a reconocidos paramilitares que participaron en los graves daños irreparables causados a las Comunidades de Paz, San Francisco de Asís.

Pero es evidente, que no es solamente el municipio de Riosucio y la principal vía fluvial el río Atrato donde los paramilitares se siguen movilizando sin que se hayan adoptado las medidas necesarias para control el actuar de estas estructuras paraestatales.

Es también en Turbo, donde se encuentran asentadas la mayoría de las familias del Cacarica. Allí, desde el sitio ubicado en la carretera que se encuentra entre los corregimientos de El Dos y El Tres se están coordinando acciones para controlar las juntas de acción comunal y la vida de la población rural de Turbo, en coordinación con las CONVIVIR. Este actuar es profundamente preocupante por las rondas nocturnas que se encuentran realizando con acciones de la mal llamada “limpieza social”. Entre tanto, las acciones de control por parte de la policía, para evitar daños irreparables sobre la vida de la población desplazada del Cacarica son mínimas.

Dejamos constancia sobre estos hechos que evidencian la ausencia de medidas efectivas para evitar daños irreparables a la vida de la Comunidad Desplazada del Cacarica que no ha logrado iniciar en condiciones de protección efectiva sus procesos de Retorno y el ejercicio de sus derechos como población civil.

COMISION INTERCONGREGACIONAL DE JUSTICIA Y PAZ