Retención ilegal por parte del Ejército a miembros de CAVIDA

Ayer domingo 12 de agosto, sobre las 7:30 a.m., Harlenson Angulo Martínez y Heiner Orejuela Quinto, integrantes de la organización CAVIDA, Cacarica, quienes se transportaban por medio fluvial público en sentido Ríosucio- Turbo, fueron objeto de abuso de autoridad por parte de unidades militares ubicadas en el punto de control ubicado en frente de Travesía o Puente América.

Los militares en el punto de control, realizaron una requisa de control. Sin embargo, la forma tan exhaustiva y detallada como la venían realizando llevó a que Harlenson grabara con su celular para dejar constancia de lo que parecía una actitud excesiva contra los civiles.

Uno de los militares afirmó que él no podía realizar este tipo de grabaciones, porque ellos estaban amenazados constantemente por el Ejército de Liberación Nacional, ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC y la filmación ponía en riesgo sus vidas.

Harlenson afirmó que se oponía, dado que la forma como estaban realizando la requisa era excesiva en su rigurosidad.

Los militares le quitaron el teléfono, vaciaron su mochila y tiraron al suelo sus cosas; procedieron igual con las demás personas que se encontraban en el transporte fluvial, a quienes les indicaron vaciar sus equipajes y mostrar cada una de sus pertenencias.

Posteriormente, los militares condujeron  a Harlenson y Heiner a la parte interna del puesto de control militar. Allí los fotografiaron y los trataron verbalmente como delincuentes. Los dos jóvenes llevaban consigo dinero efectivo, el cual fue entregado por la Unidad de Víctimas como parte de la reparación individual. Los militares además de contarlo, manifestaron que su origen era sospecho.

Luego de dos horas de permanecer retenidos y sometidos a estos abusos de autoridad, los militares les indicaron que debían presentarse en Turbo en la base militar para hacer descargos o de lo contrario tendrían graves problemas.

Del teléfono de Harlenson fueron borradas las imágenes por él grabadas. Los dos afrocolombianos son líderes juveniles en sus comunidades, habitan en la ecoaldea de paz Esperanza en Dios, en Cacarica.

Esta actitud de las unidades militares contrasta con la tolerancia y omisión que se observa cuando pasan en frente de ellos embarcaciones con hombres con armas largas y cortas, reconocidas por los habitantes del Bajo Atrato como de propiedad y de movilidad de las estructuras neoparamilitares de las llamadas AGC.

Bogotá D.C., 13 de agosto de 2018

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz