Retaliaciones de beneficiarios del paramilitarismo

Ocupantes de mala fe, la mayoría de ellos beneficiarios de las operaciones paramilitares en los territorios de Curvaradó, Pedeguita y Mansilla y La Larga Tumaradó, acordaron una serie de actuaciones para sostener, recuperar y consolidar el despojo que les ha permitido desarrollar agronegocios de palma, banano, ganadería y algunos coca.

De acuerdo con la información recibida hoy estas acciones incluyen la eventualidad del uso de la violencia contra la vida e integridad de los afronestizos que han ido recuperando los territorios colectivos.

En el diario “El Heraldo de Urabá” al empresario ocupante de mala fe Darío Montoya señaló a la familia Cabezas de difamadora al acusarlo de ser “paramilitar y desplazador”. El beneficiario de actuaciones armadas irregulares aceptó haber colaborado para instalar ” la base militar batallón 54 de selva”. Indicó que ‘han querido apoderarse de esa tierras pero el gobierno no ha podido sacarme”.

Enrique Cabezas y Emilio Cabezas han sido víctimas de amenazas e intentos de asesinato, lo que obligó a Enrique a abandonar sus tierras en el consejo comunitario de Apartadocito y parte de la familia se encuentra en el exilio.

La base militar del batallón 54 de selva ha sido montada en una área despojada a las comunidades del Curvaradó en Llano Rico y cedida por Darío Montoya, tal como se ha denunciado en diversas oportunidades

Ante la situación conocida por el gobierno y el Estado se espera la inmediata adopción de medidas de prevención que eviten daños irreparables y se enfrente la estructura criminal

Bogota, D.C 29 de enero de 2015
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz