Respuesta a declaraciones del ex Coronel de Ejercito Cristián Labbé

A quién le causa sorpresa que el Alcalde de Providencia al salir de los tribunales se vanaglorie y se honre de haber sido un ex coronel de ejército durante la dictadura de Pinochet. Creo que a nadie.


Lo que causa estupor es que este señor se enjuaga la boca aduciendo que los ex -presos políticos “son terroristas y santas palomas que se han transformado en intelectuales y nosotros los militares seguimos en el banquillo de los acusados. ¡Hasta cuando!”
Yo le respondo, señor fascista. No siga hablando estupideces, le recuerdo un refrán que dice- “Por la boca muere el pez”, y usted se sigue condenando al apoyar una dictadura que en todo el mundo ha sido condenada, incluso sus partidarios condenaron estos crímenes de lesa humanidad.

Por otra parte seguiremos luchando hasta que la justicia condene a todos los que como usted apoyaron y ayudaron a asesinar y desaparecer a los militantes y simpatizantes del gobierno popular, hasta que se condene a cada uno de los involucrados que aún caminan por las calles vanagloriándose de su pasado, para que nunca más vuelva a suceder.

Siempre fuimos intelectuales o artesanos del arte, o se olvida por darle un ejemplo que asesinaron a Víctor Jara de una manera bestial por ser un hijo del pueblo y cuyo nombre traspasa las fronteras mientras que ustedes desaparecerán en el anonimato, negados incluso por sus familiares.

Según ustedes dieron el golpe por la democracia y el respeto a la Constitución, pero después la derogaron,¿ Por qué?

Le respondo. Porque había que levantar una nueva Constitución que incluyera la ley de amnistía para los crímenes de lesa humanidad y los bastiones totalitarios que persisten hasta hoy.

Las naciones unidas levantaron la Carta Magna y los juicios de Nuremberg para dar a conocer al mundo las aberraciones y masacres llevadas a cabo por el fascismo , hechos que se conocen como el Holocausto, y hasta hace muy poco se les seguía buscando y condenando en el mundo.

Entonces, qué espera, que se le aplauda por su trabajo de exterminio por pensar diferente.

Señor prepotente, ya que su nombre da igual, se muestra ante la prensa como lo que es, un oficial fascista que siente mucha honra de haber sido “coronel del año 73”. Valientes uniformados que investidos con estrellas actuaron en la oscuridad solapada cuando allanaron las casas y luego nos encapucharon en los centros de tortura, nos esposaron o amarraron las manos con sogas para torturarnos bajo el sonido estridente de la música y el silencio cómplice de su conciencia.

Yo me siento honrado, como joven de ese entonces, de haber sido dirigente y parte de ese proceso que dirigió y llevo a cabo la Unidad Popular con Salvador Allende. Nunca lo he negado y no lo negaré porque luchamos mediante la palabra para cambiar la sociedad, pero usted y todos los sicarios del dictador se sentían grandes protegidos por las armas, incluso gozaban y se reían cuando torturaban a un preso político, pero dentro de su valentía siempre pensaban lo mismo, – “Esperemos que nunca cambiemos de régimen porque estos actuaran peor que nosotros” palabras dichas por los que me torturaron en la Academia de Guerra y Silva Palma de Valparaíso. La democracia llegó y nunca hemos actuado igual que ustedes porque amamos la vida, la libertad y democracia, al contrario, los gobiernos de la Concertación los protegieron, pero ustedes amparados en su uniforme se enjuagan la boca entre cuatro paredes, escondiéndose en el anonimato para no ser juzgados.

Como siempre el circo romano tiene en personajes como usted el mejor exponente, ya que son bufones fascistas con mente retorcida, que defienden lo indefendible.

Estoy seguro que nunca va a ser juzgado, porque negará toda participación. No me causará sorpresa ya que hasta su Capitán General lo negó y murió como lo que era, un dictador que ni el viento lo acompañó a su última morada.
Si defiende la dictadura, como lo hace, asuma su participación y dé la cara por sus subordinados y por todos los asesinatos y aberraciones cometidos por la dictadura. Con que cara va a enfrentar al pueblo cuando les diga, “” Los matamos y desaparecimos porque eran marxistas, comunistas” o “los torturamos para saber nombres y lugares de donde vivían los militantes”.

Independiente de los errores que se hayan cometido, nadie que se respete a sí mismo como ser humano puede avalar las atrocidades y excesos que la dictadura cometió y menos suponer intención de de “que si hubiera seguido la Unidad Popular en el poder, a ustedes les hubiera pasado lo mismo” como lo afirma la ultraderecha.

Enfermos o psicópatas, da lo mismo, pero creo que ustedes fueron, bestias salvajes a las cuales les soltaron las amarras para desahogar sus bajos instintos, única manera de llegar al orgasmo que su jefe les prometió.

Galvarino Orellana (Freddy Cancino S.)

Ex – Preso Político

Secretario General Frente Cultural Bolivariano Internacional