REBRIP manifiesta preocupación con los recientes acontecimientos en Ecuador

Estimada Rosane Bertotti y por su intermedio a toda la lista

El pueblo ecuatoriano y el Colectivo de Unidad de las Izquierdas, apreciamos su carta dirigida al presidente ecuatoriano, sin embargo nos queda la inquietud sobre la ambigüedad con que se plantea, o que podría ser interpretada; como una probable postura de derecha desestabilizadora por parte del movimiento social ecuatoriano, levantado en el último mes.


Ante esta preocupación, expresamos lo siguiente:

No somos ni estamos con la derecha, no queremos votar a este gobierno, queremos que rectifique.

Aclaramos que si bien, puede existir algún intento desestabilizador de un sector de la derecha conservadora que no ha sido beneficiado lo suficiente por este gobierno, LAS MOVILIZACIONES Y LEVANTAMIENTO, nada tienen que ver con este sector al que repudiamos y combatimos, sector que fue el primero en felicitar y congratularse públicamente con el gobierno por la firma del TLC de Ecuador con Europa, sector que pide que “con urgencia se tramite la puesta en vigor” de dicho tratado.

El gobierno de Ecuador, presidido por Rafael Correa, no es un gobierno progresista. No es de izquierda. No puede calificarse como tal cuando persigue a los y las dirigentes sociales que se oponen al extractivismo desaforado. El gobierno de Alianza País ha entregado decenas de miles de hectáreas para la explotación minera a cielo abierto, con las consecuencias de agresión a la Naturaleza y despojo de sus territorios a los pueblos originarios de la Amazonía y otras zonas del país. No puede considerarse progresista a un gobierno que firma un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, imperialismo de viejo cuño, tratado de corte neocolonial y por medio del cual se vulnera la soberanía alimentaria, la soberanía nacional, la salud, la vida de las mujeres, etc. dejando en manos del mercado a la vida humana y de la naturaleza. No puede llamarse progresista a un gobierno que incumple su promesa de no hacerlo, que lo combatió desde su análisis económico y político, para luego claudicar. No puede serlo un gobierno que elabora y pone a funcionar un código penal de corte fascista, por medio del cual criminaliza la protesta social, persigue, acosa, amenaza y encarcela ciudadanos y ciudadanas que no se someten a la voluntad omnímoda de un gobernante prepotente y arbitrario. Un gobierno machista patriarcal que ha retrocedido 30 años en las políticas de género, arrebatando al movimiento de mujeres la elaboración de las mismas, para entregar en manos del opus dey a una representante de Pro Vida que promueve la abstinencia como política pública para la salud sexual y reproductiva.

Preciso es que los movimientos sociales, los pueblos del planeta conozcan la verdadera naturaleza de este gobierno que conculca las libertades fundamentales ciudadanas y enajena el país a las transnacionales, al neocapitalismo de China, al FMI y al BM.

Es preciso también, que al margen de los “auto denominados” gobiernos “progresistas”, el movimiento social del continente y el mundo, en un voto de confianza basado en las luchas históricas que nos permitieron derrotar el ALCA; desde el debate, análisis y conocimiento de lo que verdaderamente ocurre en nuestros países, podamos visualizar y construir agendas comunes con autonomía desde los pueblos.

Saludos fraternos