Primer año de regreso al territorio

Con rituales propios de armonización, el pueblo Nonam del Resguardo Humanitario y Biodiverso Santa Rosa de Guayacán, en el Bajo Calima, inicio la celebración de la fiesta de esta patrona y la conmemoración del primer aniversario de su retorno al territorio.


Una semana antes alistaron la chicha de caña, la tintura de jagua con la que armonizan su cuerpo. Su cuerpo pintado es el signo del cuerpo comunitario en fiesta. Los adornos con palmas y arcos de guadua son la expresión de la fiesta protegida.

La comida es parte de los lazos familiares. El chivo, la papa china, el pescado, la caña son parte de los dos días donde hay que alegrarse, reconocer que la vida es gozo, a pesar de todo.

En esta ocasión son conscientes que el conflicto armado existe, su armonización es acompañada de nuevas vallas para seguir visibilizando y delimitando su resguardo humanitario.

Entre la alegría se encuentra esos retazos profundos del doloroso desplazamiento de 2010, su experiencia de sobrevivencia digna en Buenaventura durante 13 meses.

Hoy cantan, juegan, danzan, comen y beben pues llevan doce meses de armonización en el territorio, doce meses afirmando el derecho a la paz, viviendo en el territorio.

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

Bogotá, D. C., 28 de agosto de 2012.