Por la crisis global por el cambio climático, represas no son energía limpia

En pocos días se realizará la COP20 en Lima, Perú, momento en que representantes de 195 países van a tomar decisiones importantes sobre acciones para enfrentar la crisis global por el cambio climático, con claros impactos en los derechos humanos. Las discusiones se harán en el marco de la Convención de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC).


Varios gobiernos, instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo BRICS, bancos nacionales de desarrollo como el BNDES, y grandes empresas, estarán motivando en los próximos acuerdos para que la construcción de grandes represas sea considerada como fuente de energía limpia y barata, como una solución para la crisis climática.

Justamente eso fue lo que sucedió por ejemplo con las hidroeléctricas Santo Antonio y Jirau en Brasil, Santa Rita en Guatemala y Barro Blanco en Panamá, que recibieron créditos de carbono del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) vinculado al Protocolo de Kioto. Estos créditos ignoran las advertencias de científicos y movimientos sociales sobre los graves efectos de estas represas, incluyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, violaciones a derechos de pueblos indígenas y de otras poblaciones locales, y la pérdida de biodiversidad en ecosistemas claves como la Amazonía en el caso de las de Brasil. Ello sumado a la vulnerabilidad por el cambio climático.

En este momento es fundamental que nosotros, como ciudadanxs e integrantes de organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo, que defendemos los derechos humanos y el respeto a la naturaleza, podamos unir esfuerzos para llevar el mensaje en voz alta a la COP20 en Lima, que las grandes represas no son una fuente de energía limpia, ni renovable. Al contrario, las grandes represas constituyen una falsa solución para la crisis global del clima.

En lugar de incentivar falsas soluciones, necesitamos que quienes toman las decisiones de nuestros gobiernos, de la ONU y de las instituciones financieras, apoyen soluciones energéticas que respeten los derechos humanos y la naturaleza, atendiendo las necesidades reales de las sociedades y comunidades locales, como son la eficiencia energética y la ampliación de fuentes renovables descentralizada como solar, eólica, biomasa y geotérmica.

En septiembre, 57 organizaciones de la sociedad civil del continente americano firmamos una carta que fue entregada y divulgada en la Cumbre del Clima de Nueva York, organizada por Ban Ki-moon. Ésta solicitaba que las grandes represas no sean consideradas como fuente de energía limpia. Ahora estamos recolectando más firmas de la sociedad civil en una versión actualizada de la carta, que será entregada a autoridades y ampliamente divulgada en la COP de Lima. Si sus organizaciones ya firmaron, les agradecemos, no es necesario reenviar su firma!

La carta en español, portugués e inglés está anexa, con una lista de organizaciones que firmaron en septiembre. Para suscribirla por favor envíen un correo electrónico a Anna Miller de AIDA (amiller@aida-americas.org) antes del día viernes 5 de diciembre con el nombre y país de la organización por favor.

Para los representantes de organizaciones que estarán en Lima, les agradecemos que nos avisen si tienen eventos paralelos en la COP o actividades en la Cumbre de los Pueblos, para poder coordinar estrategias y aumentar nuestro impacto!

Recordando: si quieren firmar la carta favor confirmar a Anna Miller amiller@aida-americas.org hasta el día viernes 5 de diciembre, enviando su nombre, nombre de su organización y el país.

Gracias,