Por Estrategias Militares del Batallón 21 Vargas y de la guerra de guerrillas de las FARC asesinados civiles en el Ariari

En desarrollo de la confrontación militar entre el Estado y la Guerrilla de las FARC EP, en la región del Ariari continúan aumentado las víctimas de violaciones de derechos humanos y de infracciones al Derecho Humanitario.


El desarrollo de la estrategia contrainsurgente desatada desde enero del 2002 de modo abierto con la Fuerza de Despliegue Rápido, FUDRA, Batallón 21 Vargas y las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar continúan utilizando mecanismos, métodos y técnicas en la que se ha declarado como blanco militar a la población civil, sujeto de saqueos, pillaje, hurto de bienes, uso de sus propiedades para acciones militares, desplazamiento forzoso, asesinatos, desapariciones forzosas, tratos crueles, y presencia permanente en medio de la población civil.

La guerrilla dentro de su estrategia de guerra de guerrilla, el fin de semana pasado, en un reciente ataque con pretensiones de afectar las actuaciones militares del Batallón 21 Vargas y de los paramilitares que operan junto con ellas, infringió el Derecho Humanitario, usando un medio, un método ilícito de guerra y un trato indigno al ser humano en su vida.

* Sábado 31 de mayo a las 16:45 horas tres guerrilleros de las FARC- EP establecieron un reten en la vía que conduce al perímetro urbano del municipio El Castillo desde Medellín del Ariari a la altura de la vereda de Malabar.

En el lugar hicieron detener una camioneta de uso colectivo de la empresa “Taxmeta”, en la que se movilizaba un poblador, el conductor y su ayudante y a un campero Susuki en el que se movilizaba el señor ORLANDO TORRES PARRA.

Luego de detener el vehículo, los hicieron bajar, los hicieron colocarse cerca de una cacaotera. Segundos después, colocaron en el interior del campero un maletín con explosivos, obligaron a ORLANDO TORRES PARRA conducir el vehículo hacia el municipio de El Castillo. Dos kilómetros antes de llegar al casco urbano, en el sitio conocido como “Tres Esquinas”, al parecer ORLANDO TORRES detuvo el vehículo, se distanció pero la carga explosiva detonó, siendo alcanzado por la explosión. El cuerpo sin vida de ORLANDO quedó a varios metros del vehículo que quedó con las llantas hacia arriba.

Minutos después de la explosión, los guerrilleros incendiaron el vehículo de transporte colectivo.

Cerca de cinco minutos después hicieron presencia en el lugar dos armados de la estrategia militar encubierta hicieron varias rondas en el sitio, lo mismo que con una camioneta gris, mientras llegaban las unidades militares regulares. Cuando llegaron 30 efectivos del Batallón 21 Vargas, los paramilitares se retiraron.

Desde ese momento, la zona quedo totalmente acordonada por soldados del batallón 21 Vargas que se ubicaron a los largo de la vía entre el Castillo y Medellín del Ariari mientras los “civiles” armados dentro de la estrategia militar encubierta se movilizaban en motocicletas, en automóviles de alta potencia, y a pie, mientras los cascos urbanos de Medellín del Ariari y el Castillo seguían militarizados.
Durante la tarde, militares del Batallón 21 Vargas expresaron su incomprensión del por qué los pobladores del caserío Malabares no dieron aviso de la presencia guerrillera. Estos mismos comentarios los expresaron los paramilitares, el domingo 1 de junio, quiénes agregaron que “era necesario hacer una limpieza en Malabares”.

* Domingo 1 de Junio, mientras los soldados pertenecientes al Batallón 21 Vargas seguían haciendo presencia en Malabar durante todo el día.

Hacia las 16:30 horas tres integrantes de las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar se movilizaron en dos motocicletas a la casa del poblador OCTAVIO FLOREZ, ubicada en la vereda Playa Rica, a 3 minutos del caserío de Malabar, Corregimiento de Medellín del Ariari, Municipio del Castillo.

Uno de los paramilitares se llevó por la fuerza a su señora BELEN DE FLOREZ, amenazándola: “súbanse, que tenemos que arreglar cuentas”. A la Señora BELEN, la condujeron hacia la vereda Malabar, obligándola a bajarse en la escuela de ese lugar, amenazándola . Todo ocurrió mientras el caserío y la carretera se encontraba militarizada..

Los otros dos “civiles” armados de la estrategia militar encubierta se quedaron en la casa de OCTAVIO FLOREZ donde lo asesinaron con tres puñaladas en el corazón.

Los armados que participaron en el homicidio de OCTAVIO, de acuerdo con todos los testigos, se pasean en Medellín del Ariari donde se les ha visto con unidades militares del Batallón 21 Vargas, adscrito a la Brigada VII

Domingo 25 mayo, hacia las 18:00 horas, OCTAVIO FLOREZ y otro poblador fueron arrollados por una moto sin placas, propiedad de unos paramilitares, que era conducida por un cabo del ejército y un soldado, cuando se dirigían hacia sus casas.

OCTAVIO FLOREZ fue remitido al hospital de Villavicencio, donde se denunció el accidente y los responsables, donde permaneció hasta el miércoles 28 de mayo, cuando regreso a su casa aun con problemas serios de salud.

Desde el 31 de Diciembre 2002, OCTAVIO FLOREZ había sido amenazado de muerte por los paramilitares, pero él se negó a salir de la región pues las acusaciones de ser colaborador de la guerrilla eran falsas.

Nuevos episodios, unos resonados por los medios de información masiva, otros negados, ocultados, silenciados. Las actuaciones militares de la guerrilla evidentemente en este caso, expresan el desconocimiento de los mínimos humanitarios, se pretendió atacar un objetivo militar cuya destrucción o afección total o parcial pretendía un golpe militar, al final ni el objetivo ni los métodos ni el empleo de los medios lo hacían posible ni viable. Esta verdad inocultable, esa acción cuestionable y repudiable ética, política y jurídicamente, es ahora, utilizada para ocultar la erosión del Estado de Derecho, el uso de una estrategia sistemática de terror, de destrucción que combina actuaciones regulares e irregulares. No se puede negar la responsabilidad de la guerrilla en esta actuación que atenta contra la dignidad humana pero esta no evade el deber de garantía, la responsabilidad estatal en las violaciones de derechos humanos en un contexto de confrontación militar. La guerra estatal, el uso del derecho de suspensión, la justificación de la persecución a la guerrilla de las FARC EP no puede seguirse justificando en métodos, en medios y en blancos militares violatorios de los Derechos Humanos. El desarrollo de una estrategia criminal para combatir, para capturar, para herir, para combatir debe desarrollarse en la filosofía de los principios del Estado de Derecho. El combatir crimen con crimen, con estructuras criminales encubiertas o abiertas deslegitima y erosiona el Estado de Derecho.

Las partes han violado el Derecho Humanitario. Las propuestas que adelantan las familias desplazadas en Villavicencio y las que se niegan a desplazarse en razón de la acción militar encubierta y abierta de la Brigada XVII, deben ser respetadas, como un ejercicio de los Derechos de los Pueblos, del Derecho Humanitario y del Derecho Internacional Humanitario

Bogotá, D.C. Junio 3 del 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ