Planean nuevos atentados contra Afrodescendientes. Desviación de dineros del Plan Colombia por presión paramilitar

“Escucha oh Dios, la voz de mi gemido, del terror del enemigo guarda mi vida; ocúltame a la pandilla de malvados, a la turba de los agentes del mal. Los que afilan su lengua como espada, su flecha apunta, palabra envenenada, para tirar a escondidas contra el íntegro la tiran de improviso y nada temen. Se envalentona su acción malvada, calculan para tender lazos ocultos dicen:¿ quien observará y escrutará nuestros secretos?”
Salmo 64 1,7

HECHOS EN DETALLE

*Miércoles 19 de octubre en horas de la mañana fue visitada la familia del campesino MANUEL ENRIQUE PETRO por miembros de la fiscalía de Apartadó, quienes interrogaron a algunos de sus miembros por los hechos relacionados con la desaparición de ORLANDO VALENCIA, por la familiaridad con él. Después que los campesinos respondieron que no lo conocían, manifestaron “si es cierto que no lo conocían entonces por qué iba a entrar a esta casa”. Andes de salir de la casa, dejaron una nota escrita a mano en una hoja arrancada de su agenda personal en la que pedían que don MANUEL ENRIQUE PETRO se acercara a la fiscalía en Apartadó. Al salir manifestaron: “si no va, lo agarramos donde sea y lo hacemos ir, o si no a alguno de ustedes”.

* Durante el sábado 29 y Domingo 30 de octubre, de acuerdo con testigos, a 2 kilómetros del casco urbano de Belén de Bajirá en la carretera que conduce a Riosucio, en el caserío de Santa María, TERESA CASTAÑO y funcionarios del gobierno adelantaron reuniones con parceleros de la zona para definir la distribución de los recursos del Plan Colombia.

* Lunes 31 de octubre, a las 9:30 a.m nuestra Comisión de Justicia y Paz fue informada que en Belén de Bajirá en una reunión el pasado 28 de octubre en desarrollo de la estrategia paramilitar, se planearon tres nuevos atentados contra afrodescendientes en los que participaría un hombre apodado “El Cucho”. Los atentados estarían dirigidos contra 3 miembros de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y Curvaradó para “hacer lo mismo que ORLANDO. Es necesario hacer lo mismo con los mas cabezudos de esas Zonas Humanitarias, los reclamos por lo de la palma no pueden seguir adelante”

A los pobladores se les manifestó que de recursos del Plan Colombia recibirían $600.000 por dos meses (U.S $ 265) de los que deberían entregar cerca de $300.000 (U.S 130) a los “civiles” armados de la estrategia paramilitares al mando de El Alemán. Además de comprometerse a participar en todas las reuniones a las que ellos los convoquen.
Durante el mes de octubre la expansión de los cultivos de palma aceitera continúo en parcelas de la comunidad de Llano Rico, apropiadas ilegalmente bajo presión paramilitar y en la vía a Riosucio en las inmediaciones del caserío Playa Roja, en terrenos que reclaman los paramilitares como de su propiedad.

LINEAS DE INTERPRETACION

111 asesinatos y desapariciones forzadas, crímenes de lesa humanidad. 13 desplazamientos forzados, crímenes de guerra. Más de 7000 hectáreas de los Territorios Colectivos de los pueblos afrodescendientes sembrados con palma de aceite de manera ilegal e ilegitima. Millones y millares de especies vivas destruidas.
Centenares de cartas de exigencia de respeto a los derechos de loa afrodescendientes. Tres Resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el marco de las Medidas Provisionales. Centenares de testigas y testigos de la ilegalidad de las violaciones de derechos humanos y de su interacción con la siembra de palma y la extensión ganadera.
Resoluciones Defensoriales y Directivas del Procurador General de la Nación. Visitas de verificación, diálogos con el Gobierno Nacional y nada absolutamente nada cesa. Los derechos de los afrodescendientes siguen siendo sistemáticamente negados. El Derecho a la existencia, a la sobrevivencia es nulo en desarrollo de la política de seguridad gubernamental.
Todo sucede, se planean nuevos crímenes y el Estado no hace absolutamente nada. No es solo la inexistencia de voluntad, es algo más que lo hace proclive a sostener la irresponsabilidad con el Derecho a la Vida, al territorio, a los Derechos de los Pueblos. Es su responsabilidad pasada y presente en el desarrollo de la estrategia paramilitar, que ahora fortalece su botín de guerra con recursos del Plan Colombia. Todo sucede y nadie absolutamente nadie logra detener, desmoronar una máquina de guerra en la nueva etapa de control poblacional con proyección agroindustrial, bañada en sangre con finos olores de impunidad.

Bogotá, D.C Noviembre 2 de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ