Perversión militar-empresarial y de la “justicia”

Una decisión sin precedentes evitó el injusto desalojó de los habitantes de la Zona Humanitaria de Caracolí en el Curvaradó. Los beneficiarios del paramilitarismo, la empresa La Tukeka” de la familia ARGOTE, ocupantes de mala fe, beneficiarios de crímenes de lesa humanidad, fueron cobijados por decisiones absurdas del tribunal del Chocó y del Juez Promiscuo del Circuito de Riosucio.


La Corte Constitucional asumió una decisión razonada en derecho. A través de panfletos en el sitio web de una organización llamada “Diáspora del Atrato” se fue contra la decisión con falsos argumentos, de tipo racista, contra las Zonas Humanitarias y las organizaciones de acompañamiento como PBI y la Comisión de Justicia y Paz.

A este mecanismo perverso de desinformación y de desprestigio se suman las operaciones paramilitares que realiza la brigada 15 y la policía de Urabá contra los habitantes que han regresado al Curvaradó en Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad.

Militares de la brigada 15 han sido puestos al descubierto en operaciones paramilitares en Curvaradó y Belén de Bajirá.

Ver Constancia y Censura Ética

https://www.justiciaypazcolombia.com/Actuacion-paramilitar-de-la-Unidad

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz