Paramilitares se asientan en Cacarica sin reacción de las Fuerzas Armadas

Más de 100 paramilitares incursionaron al territorio colectivo de Cacarica desde la noche anterior en cuatro embarcaciones. Los armados vestidos de camuflado se instalaron en Quebrada La Manuel, cerca de los predios del consejo comunitario menor de La Balsa.


A eso de las 9:30 del día de hoy, militares del batallón 54 de selva, ingresaron sin autorización a la Zona Humanitaria Nueva Vida en Cacarica. Al ser abordados por integrantes de la comunidad negra, que les exigieron el retiro, los efectivos regulares manifestaron: “recibimos la orden de movernos de dónde estábamos porque paramilitares se están moviendo en el territorio del Cacarica, y si damos la vuelta nos demoramos más”.

Desde hace tres semanas se ha informado al alto gobierno de la presencia armada en el bajo Atrato, en los territorios de Truandó y sus rondas sobre los ríos que se encuentran en los territorios de Cacarica y Salaquí, afluentes del Atrato.

Estas operaciones han contado con la complicidad por acción y omisión de las fuerzas militares, quienes se han retirado del puesto de control que tenían instalado en Puente América por el río Atrato.

Los irregulares han manifestado a los pobladores del bajo Atrato, que cuentan con apoyo militar y policial. Simultáneamente al asentamiento permanente que han logrado en la comunidad de Clavellino, Truandó, ha continuado sus operaciones de control social con la convocatoria a los líderes y lideresas a reuniones en las que han manifestado que ellos no se van del territorio, que esperan a que se firme la “paz” para actuar. Han sostenido que los deben tener en cuenta en las conversaciones de La Habana. Los armados en sus operaciones de control han ampliado su radio de acción con las extorsiones en bocas del Atrato, a la salida del casco urbano de Río Sucio.

Bogotá, D.C. 5 de octubre de 2015

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz