Nuevo desplazamiento anunciado en Bajo Calima

Desplazamiento de decenas de familias afrocolombianas de Pichima, Charamira y Bocas de Ladrilleros hacia Buenaventura por incursión de paramilitares que se produjo en las últimas horas.


Paramilitares que desde noviembre anunciaron sus operaciones en Calima y San Juan ingresaron a algunas de estas comunidades y enviaron mensajes amenazantes que llevaron a las comunidades a salir del territorio. Éstas amenazas han sido de conocimiento del Estado sin que ellos hayan actuado para prevenir y proteger a la población.

De acuerdo con la información recibida ayer, el detonante para llevar al desplazamiento forzoso ha sido la comisión de nuevos asesinatos. “Hemos visto cadáveres en el San Juan, las presión es permanente, estamos solos y tuvimos que volver a desplazarnos, nos da miedo decir algo, aqui en Buenaventura, aqui vemos paras que han estado allá, hablando con la policia, tenemos mucho miedo”, expresó hoy uno de los desplazados.

En la noche de ayer se conoció que estaban llegando familias afrocolombianas desplazadas de esta región del San Juan, comunidad de Cabeceras.

La comunidad indígena que habita en Puerto Pizario, al lado de la comunidad de Cabeceras se aglutinó en la Casa Cultural como mecanismo de autoprotección durante varios días. Al lugar llegaron hace tres dias los paramilitares que les prohibieron moverse o establecer cualquier tipo de comunicación exterior.

En riesgo de sufrir desplazamiento forzado y daños irreparables a la vida se encuentra la comunidad indígena nonam de Santa Rosa de Guayacán con amenazas directas a sus lideres por denunciar los hechos ocurridos dede el 2010 y las comunidades indígenas que habitan en la cuenca del San Juan.

En los últimos días se ha incrementado el movimiento de embarcaciones de fibra con motores de alto cilindraje ocupados por paramilitares en el río Calima y el San Juan.

Desde noviembre pasado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el gobierno fue informado de la situación y nada se ha hecho.

Bogotá D.C. Enero 14 de 2013

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz