Máxima voz de la Iglesia en el país pide reforma rural integral

Por: Yamid Amat

La Iglesia se opone a la fumigación aérea con glifosato como sistema para erradicar plantaciones ilegales de cultivos de coca en el país. Monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá, lo afirma claramente en la siguiente entrevista. “No veo la fumigación con glifosato como la propuesta más adecuada”, afirma textualmente el alto prelado. Y en relación con las celebraciones religiosas de Navidad, queda claro que todo cambió y todo cambiará.

Como consecuencia de la pandemia, ¿cómo se afectará esta Navidad?

Las celebraciones de la Navidad en Bogotá y en toda Colombia se viven tradicionalmente con una gran participación de niños, jóvenes y adultos, en los templos, y con grandes encuentros familiares, pero en este año no será así. La responsabilidad por la vida nos exige ser creativos y celebrar de otra manera.

¿De qué manera será la conmemoración?

Celebraremos la liturgia, y serán transmitidas por televisión para que los fieles participen desde sus hogares. 

¿Las ceremonias de la Natividad del 24 y el 25 serán suspendidas?

Las celebraciones litúrgicas de Navidad no se suspenderán, ahora más que nunca debemos celebrar la vida, pero no con los templos llenos. De esto somos conscientes, tanto la comunidad de fieles como los ministros de la Iglesia.

¿De qué manera se evitarán aglomeraciones en los templos?

Cada templo tiene un aforo máximo de participantes, con distanciamientos. Por ejemplo: un templo con capacidad para 100 personas solo tendrá 25 cupos habilitados.

La responsabilidad por la vida nos exige ser creativos y celebrar de otra manera 

¿Pero habrá eucaristía?

La celebración eucarística en la Navidad se mantendrá, no se suspenderá, pero lo haremos con el uso de medios como la televisión, la radio y los medios virtuales, en los templos seguiremos con los estrictos protocolos.

¿Serán suspendidas las misas y otros oficios?

Hemos aprendido en este año a celebrar la santa misa y todos los sacramentos de la Iglesia, asumiendo una actitud responsable del cuidado de la vida.

¿Pero las iglesias estarán abiertas?

Los templos están abiertos y con todos los protocolos. Hemos constatado que la pedagogía y la opción por el cuidado personal y comunitario han sido asumidas por las familias y por los sacerdotes con mucha madurez humana y cristiana.

Pero quisiera tenerlo claro: ¿habrá misa de Natividad? ¿Todos los tempos estarán abiertos? ¿Habrá oficios presenciales?

Sí tendremos la celebración de la misa, pero con un mínimo de participantes, conectados por las redes, por TV y radio. Los medios prestan este gran servicio.

Las celebraciones litúrgicas de Navidad no se suspenderán, ahora más que nunca debemos celebrar la vida, pero no con los templos llenos. 

¿Sobre qué temas tratará su mensaje de Navidad?

La palabra de Dios en Navidad nos permite recibir y proclamar un mensaje de esperanza, de fortaleza, de gratitud, de fraternidad, de responsabilidad y de paz.

¿Habrá celebraciones diferentes en las regiones?

La Iglesia, en cada región del país, busca la liturgia, de tal manera que se celebra en la unidad de la Iglesia universal, pero se esfuerza por llegar a la vida de los habitantes de cada región, con sus valores y expresiones culturales.

Es decir, ¿habrá celebraciones especiales en todas las parroquias de Bogotá?

En los templos de Bogotá y, en general, en las parroquias de toda Colombia, desde el mes de marzo, incluida la celebración de la Semana Santa, hemos tenido grandes cambios y muchos aprendizajes, sobre todo en el uso de los medios tecnológicos.

Hay normas que prohíben reuniones de más de 6 personas. ¿Esta medida anula todas las conmemoraciones religiosas de Navidad?

Dialogando con los párrocos, me han compartido que implementaron toda la bioseguridad y que la participación presencial ha sido mínima en los templos, pero tienen conectadas a miles de personas que se unen a las celebraciones desde las casas. Así será también esta Navidad.

Los sacerdotes, durante este prolongado tiempo de pandemia, han permanecido junto a sus comunidades 

Hay informes en el sentido de que este año han fallecido sacerdotes por el contagio. ¿Murieron por el cumplimiento de su labor apostólica?

Los sacerdotes, durante este prolongado tiempo de pandemia, han permanecido junto a sus comunidades, compartiendo sus gozos y sus dolores, con un nuevo ritmo en la acción misionera, pero sin abandonar sus comunidades. A muchos de ellos, allí los ha encontrado la muerte, trabajando y orando.

¿Pero es cierto que han fallecido más sacerdotes?

Sí. Son 25 sacerdotes que han muerto en Bogotá durante la pandemia, unos por el covid y otros por diversas complicaciones.

Y con esta casi nula presencia de fieles en los templos, ¿se han reducido sensiblemente los ingresos de las parroquias ante la falta de limosnas?

Es una realidad la reducción de ingresos, pero también es cierto que la providencia del Señor no nos ha abandonado. Los fieles han aportado poco, porque también ellos se han visto afectados económicamente.

¿Las bodas, bautizos, confirmaciones se han reducido?

Han disminuido por prudencia.

En todo esto siempre anhelamos crecer y madurar, para servir al desarrollo humano integral 

Lleva usted medio año como arzobispo de Bogotá, ¿cómo ha encontrado el catolicismo en la capital?

Estoy sorprendido de la cantidad de obras y acciones de evangelización integral de la Iglesia en Bogotá, muchas de ellas en un servicio silencioso; junto con las parroquias están la obra educativa, la atención a migrantes, a enfermos, a los habitantes de la calle, a drogadictos, a personas en condición de prostitución, a los ancianos, a los privados de la libertad, etc. Lo más conocido es el Banco de Alimentos, que ha cumplido una gran misión solidaria. Pero en todo esto siempre anhelamos crecer y madurar, para servir al desarrollo humano integral.

Le insisto: ¿cómo han financiado toda esa actividad?

Han surgido múltiples iniciativas de solidaridad. Los siguientes datos ayudan a visibilizarlo: con el Banco de Alimentos entregamos en el año 2019 un total de 13 millones de kilos de mercados, durante el año 2020 hemos llegado a entregar 28 millones de kilos de alimentos, en Bogotá y en diversas regiones muy afectadas.

¿Le preocupa la pérdida de vocación sacerdotal en Colombia?, ¿a qué se debe esa situación? Antes, cada familia soñaba con tener un sacerdote en casa…

Colombia es un país que le ofrece a la Iglesia abundantes vocaciones sacerdotales, hay épocas de disminución en las cifras de ordenaciones; actualmente tenemos el desafío y la necesidad de fortalecer la promoción vocacional, porque estamos en un cambio de época que afecta la vida familiar.

Como Iglesia hemos tenido una gran afectación en la implementación de los planes de evangelización 

Pero el número de asistentes a seminarios ha bajado muchísimo…

Sí ha bajado el número de seminaristas, pero seguimos orando al Señor para que nos mande obreros valientes a su mies.

¿Cómo ha afectado la pandemia de covid-19 a la Iglesia?

Como Iglesia hemos tenido una gran afectación en la implementación de los planes de evangelización, es decir, la formación, la preparación para los sacramentos, las celebraciones, las misiones; y, en general, la evangelización ha tomado un nuevo rumbo, con un gran énfasis en la mediación virtual, lo cual afecta la relación cercada y directa.

Hasta el presidente de la Conferencia Episcopal estuvo afectado… monseñor Urbina duró varios días en cuidados intensivos, ¿cierto?

Es cierto. Monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue uno de los infectados por el covid-19; fue necesaria su atención en UCI, tuvo un cuadro médico muy delicado, pero, gracias a Dios, ya está en proceso de recuperación.

Usted ha sido reiterativo en que el Estado debe proteger a los líderes sociales, ¿cómo analiza las aterradoras cifras sobre sus asesinatos este año?

La vida humana en Colombia sigue amenazada por la violencia. Con profundo dolor vemos que en el presente año se ha incrementado el número de homicidios de líderes sociales respecto al año anterior. En este año, según las cifras de organizaciones sociales, pasa de 250 el número de líderes, hombres y mujeres, asesinados en los territorios. Aquí hay un grito desde las regiones que clama por la reconciliación social, lo cual requiere el empeño de todos los sectores sociales.

Debemos promover un pacto humanitario por la vida, la justicia, la reconciliación, la verdad y la resolución dialogada de los conflictos. 

En respuesta al asesinato de líderes sociales, el Gobierno Nacional culpa al narcotráfico, ¿usted lo ve así, es el narcotráfico el responsable de esas muertes?

La muerte de líderes sociales en Colombia es una lamentable consecuencia de la combinación de fuerzas fratricidas, cuyos componentes son: la tiranía de la economía sobre la vida, la ética corrupta y anarquista, la anticultura depredadora, la indiferencia social, la política del odio y de la hipocresía.

¿Qué se puede o se debería hacer para frenar tanta barbarie?

Debemos promover un pacto humanitario por la vida, la justicia, la reconciliación, la verdad y la resolución dialogada de los conflictos. Además, una mirada y compromiso de todos los sectores de la sociedad por las regiones habitualmente olvidadas, especialmente las zonas rurales; la atención al campo y al tema de tierras genera empleo digno y una economía promotora de fraternidad y paz.

¿Es partidario de la fumigación aérea de cultivos ilícitos con glifosato?

No veo la fumigación con glifosato como la propuesta más adecuada. Creo que tenemos caminos con fundamento humano, social, ecológico y espiritual que son mejores que una rápida fumigación con glifosato. Hemos constatado en otros momentos que la fumigación no construye escenarios sociales sostenibles en las regiones que sufren este flagelo.

¿Usted, entonces, recomendaría no adoptar esa política de fumigación aérea?

Prefiero la solución social sostenible.

Más que la polarización de la campaña presidencial, me preocupan sus efectos, como la fragmentación de la sociedad colombiana 

La fumigación aérea acaba con las matas de coca, pero también con otros cultivos. ¿Qué hacer?

Promover la reforma rural integral y el desarrollo de la vocación agraria del país.

¿Y cómo proteger a los campesinos que erradican manualmente?

Protección de las organizaciones sociales en los territorios, cero tolerancia con las cadenas de narcotráfico: comercializadores de insumos, transportadores, etc. Atacar eficazmente a todos los eslabones de la narcoeconomía, promoción de la calidad de vida de los habitantes del campo.

¿Le preocupa la creciente polarización de la campaña presidencial, a año y medio de las elecciones?

Me preocupa cierta codicia, por la presidencia de la República, desconectada de la búsqueda del bien común. Más que la polarización de la campaña presidencial, me preocupan sus efectos, como la fragmentación de la sociedad colombiana, la ausencia de un proyecto común de país que nos una y nos comprometa con objetivos comunes más allá de las diferencias, el inmediatismo, la incapacidad de diálogo social.

¿Hay sacerdotes comprometidos con políticos o partidos?

En Colombia, los sacerdotes votamos como cualquier ciudadano, lo que no es correcto es que los sacerdotes incurramos en partidismos o sectarismos.

Monseñor, ¿cuándo lo veremos como cardenal?

Yamid, debo ser ante todo un buen obrero de Cristo, ese es mi mayor anhelo.

¿Qué significa para la Iglesia colombiana la reciente designación de monseñor Mauricio Rueda como subsecretario de Estado del Vaticano?

La designación de monseñor Mauricio Rueda significa que la Iglesia en Colombia produce frutos maduros de vida cristiana para ofrecerlos al servicio del reino de Dios en favor de la humanidad.

Fuente: https://www.google.com/amp/s/www.eltiempo.com/amp/vida/religion/maxima-voz-de-la-iglesia-en-el-pais-pide-reforma-rural-integral-555928

Imagen: Caracol Radio.