Matías Mulumba centro de capacitación

Matías Mulumba, historia de organización y capacitación en el Pacífico

Matías Mulumba; fue una obra de Monseñor Gerardo, el Obispo del pueblo, al que no quiso la jerarquía de la iglesia católica. Los intereses encontrados con el derecho y el bienestar del pueblo no han permitido que la jerarquía de la iglesia católica vele también por los derechos de las comunidades.

Monseñor Valencia Cano cuando llega a Buenaventura se dedica a mirar y a analizar las problemáticas de las comunidades negras, indígenas, mestizas, la población humilde, junto con otro grupo de religiosos que le acompañaron en este propósito.

Este grupo de personas pensaban en una propuesta de trabajo organizativo y formativo, pero no tenían clara la idea, entonces decidieron enviar a uno de los sacerdotes a Uganda, porque les habían contado de experiencias de trabajo con comunidades negras que se hacía allá. Esta persona fue, conoció la experiencia y lo que trajo fue la experiencia de unidad que se había logrado en Uganda. De la forma dispersa como vivían, a formar una sola aldea para defenderse de la colonización inglesa.

Se pensaron entonces en un lugar que se pareciera a lo que es la geografía en el Pacífico, y era esta zona donde hoy estamos reunidos, por ese tiempo esto era selva nativa, pero ya había iniciado el proceso de ocupación y deforestación por empresas como Cartón de Colombia o Smurfit kappa. Pero el lugar era el indicado para construir el centro de capacitación.

Se construyeron inicialmente unas chozas, y se crearon departamentos de formación: espiritualidad, que era para la formación de catequistas, departamento de salud, que es donde se forman las promotoras de salud, departamento de carpintería, donde se formaron los ebanistas, el departamento de agricultura, para la capacitación de los productores agrícolas.

Además de los departamentos de capacitación, se desarrollaban otras actividades, por ejemplo, se traía a la gente de los ríos para que en este lugar se capacitaran, con una característica particular, el que venía a capacitarse tenía que traer a su esposa, esposo e hijos, se le daba una choza para que vivieran durante la capacitación. Eran capacitaciones hasta por 6 meses, los cuales había que vivirlos aquí en este lugar. Posteriormente, debían regresar a sus comunidades y replicar lo aprendido. El objetivo de este proyecto de capacitación a las comunidades era buscar la autosuficiencia en la región del Pacífico. El catequista debía comprometerse con el trabajo comunitario y ser integral, tenían la capacidad de auxiliar enfermos.

¿Por qué Matías Mulumba? Porque Matías Mulumba en Afríca, se asemejaba a Matías Mulumba aquí en Buenaventura. Por eso se compuso un himno que titula, Aquí Matías Mulumba, es el canto a la cultura del Pacífico hasta el Ecuador, también es el canto de los enamorados. Pero lo importante de todo este proceso fue el fortalecimiento organizativo en el Pacífico. Económicamente permitió crear empresas comunitarias en varias comunidades del río, un aserrío móvil.

Esta iniciativa de capacitación aportó mucho para el desarrollo de las comunidades. Este centro de capacitación es como la madre de todo el proceso organizativo y comunitario de las comunidades negras, indígenas y mestizas. Se puede decir que un 90% de los líderes y las lideresas que trabajan en el Pacífico fueron formados en el centro de capacitación Matías Mulumba.

Matías Mulumba ha sido la experiencia de capacitación pionera en la región del Pacífico. En su himno recoge toda la tradición y cultura de las comunidades negras del Pacífico, sus prácticas, su entorno geográfico y natural.

El pasado permitió conectar con el ahora, eso fue lo que hizo Monseñor Gerardo Valencia Cano al enviar a un hombre de su equipo al África para ver qué experiencias se podrían traer. Este es un espacio sin dueño, es de todos, es comunitario, es colectivo, hay que apropiarse de él. Es un lugar tranquilo como la naturaleza de nuestros territorios. Los dueños son las personas de las comunidades del Calima, San Juan, Naya, Yurumanguí y toda persona que quiera pasar por aquí formándose.

Imagen: Gabriel Galindo/Comisión Intereclesial de Justicia y Paz