Masacre de Carmen del Darién

Carmen del Darién, Jiguamiandó y Curvaradó, en el departamento del Chocó, son cuencas de una zona estratégica para el control del Río Atrato, lugar que ha sido centro de disputas territoriales desde la colonización, y ha desembocando un conflicto histórico en materia social, ambiental y económica. Ninguno de estos territorios ha podido desmarcarse de la confrontación armada, el predominio de otras actividades delictivas, formas de violencia y el abandono por parte del Estado.

El 12 de septiembre, la vereda Pueblo Nuevo y el corregimiento Puerto Lleras, en Carmen del Darién, fueron azotados por la violencia paramilitar. Aquel miércoles hacia las 8 de la mañana ingresó al territorio un grupo de aproximadamente 30 hombres armados identificados como miembros del Bloque Élmer Cárdenas, En Puerto Lleras, asesinaron a tres campesinos, primero a César Emilio Chaverra Bejarano y Segundo Salinas Ibarra, quitándoles la vida a pedradas, luego la víctima fue Rubén Rentería Durán a quien degollaron.

Posteriormente, se dirigieron hacia el corregimiento de Pueblo Nuevo, donde lanzaron granadas y dispararon de forma indiscriminada. Entre los heridos se dio la muerte de dos personas: Inés Blandón una joven campesina de 28 años que estaba en su octavo mes de embarazo y junto a ella Eulalio Blandón uno de sus hijos de 16 años. Las muertes fueron justificadas por los victimarios acusando a los pobladores de ser aliados y colaboradores de la guerrilla. Además de los asesinatos saquearon las casas, se llevaron la ropa y los alimentos de los pobladores.

Carmen del Darién viene realizando de manera colectiva su propia reconstrucción de la memoria, rechazando la violencia por medio de sus tradiciones culturales, desde manifestaciones los cantos de bullerengue, los sonidos de la chirimía, como símbolo y ejercicio autónomo de recuperar la vida, de convertir el dolor en esperanza y reconstruir el tejido social para iniciar un camino hacia la paz.

Masacre de Carmen del Darién, en la memoria

Masacre de Carmen del Darién, Sin Olvido