Manuel Ruíz y Samir Ruíz

El 23 de Marzo de 2012 cuando Manuel Ruíz, denunciante y reclamante de los territorios colectivos del Curvaradó y Jiguamiandó fue desaparecido y posteriormente asesinado junto a su hijo Samir, un joven de tan solo 15 años.

Los hechos sucedieron luego de una llamada donde le anunciaban a Manuel que era ganador de un premio en efectivo el cual tendría que salir a reclamar al municipio de Mutatá. Luego de esta llamada Manuel salió junto a su hijo Samir a reclamar este supuesto premio que nunca recibirían y por el cual le cambiaría la vida a la familia Ruiz.

Tras salir de su casa en la comunidad del Cerrao, cuenca del Curvaradó, Manuel y su hijo Samir se dirigieron a Mutatá a realizar un recarga a su celular, en este recorrido fueron detenidos por la Policia por casi 30 minutos y tiempo después los dejaron seguir su camino. Posteriormente, Manuel y Samir decidieron regresar a casa para lo que tomaron un bus de servicio público, sin embargo, en el lugar conocido como El Basurero, en la carretera que conduce hacia Mutatá, el vehículo en el que se movilizaban fue detenido y allí los obligaron a bajar.

La última señal de vida que se tuvo de Manuel y Samir Ruiz fue a las 4:30 p.m a través de una llamada telefónica a su familia donde ellos manifestaron que fueron obligados a bajar del vehículo en El Basurero y les pedían 2 millones de pesos para dejarlos libres,  dinero que supuestamente debería ser llevado al lugar de envíos de dinero “GANA” en el municipio de Mutatá, estas serian las últimas señales con vida que conocería la familia Ruiz de sus seres queridos.

Posteriormente paramilitares le manifestaron a los familiares que Manuel y Samir Ruiz habían sido asesinados y lanzados al Río Sucio, desde ese momento familiares, comunidad y acompañantes nacionales e internacionales se dieron a la tarea de buscar a los dos integrantes de la familia Ruiz por el cauce del Río Sucio. El 27 de marzo luego de una intensa búsqueda fue encontrado sin vida el cuerpo de Manuel Ruíz y un día después los restos del cuerpo de Samir.

Manuel fue parte del grupo de denunciantes y reclamantes de sus territorios los cuales fueron despojados por paramilitares y empresarios en los territorios colectivos del Curvaradó y Jiguamiandó luego de su desplazamiento en el año 1996, así mismo hizo parte de la Junta directiva del consejo menor de la comunidad del Cerrao.

Manuel Ruiz sería el encargado de guiar el 24 de marzo a delegados del gobierno a una inspección ocular en los territorios  ocupados ilegalmente por parte de ganaderos de la región dentro del proceso de restitución del título colectivo del Curvaradó en cumplimiento del Auto de la corte constitucional a-045 del 7 de marzo de 2012, día que nunca llegó para este defensor de tierras en Curvaradó.

Manuel de 56 años, esposo y padre de 7 hijos tuvo problemas con los empresarios ganaderos ocupantes de mala fe Carlos Ríos, Fabian Ríos y Victor Ríos desde la llegada al territorio.

En materia judicial en este caso están siendo juzgados como autores materiales los paramilitares Alexander de Jesús Ceballos, Ademir Domicó Bailarín, James Duban Manco, Adriana Osorio, Ernesto Goez, Jorge Wilson Goez, Herles Manco, Alfanely Peña y Willinton Valencia. Hasta el momento no hay ningún tipo de investigación o sindicados por la autoría intelectual pese a que Manuel denunció amenazas en su contra por parte de empresarios y paramilitares ante miembros del gobierno.

La familia Ruiz, con 18 integrantes se vio obligada a desplazarse temporalmente del territorio luego de denunciar el asesinato de sus familiares y fue tan solo en el mes de junio de 2013 que pudieron regresar al territorio para luchar y defender la tierra como lo había hecho Manuel.

Tras el asesinato de Manuel y Samir su familia los recuerda con amor, con ese amor que nunca desaparece, con ese amor que prevalece frente al olvido del gobierno, frente a la falta de justicia en este caso que como muchos van quedando en los archivadores de un juzgado.

El 23 de marzo de 2016 en la Zona Humanitaria Costa azul, territorio colectivo de Curvaradó, la familia Ruiz Gallo se reunió para reivindicar la vida, allí una luna llena vestida de naranja decoró el cielo y armonizó el ambiente en donde se mezclaron lágrimas y risas; en medio de una fogata y a través de símbolos revivieron la memoria de sus seres queridos, revivieron ese amor y lucha desmedida que Manuel tenía por su tierra y la jovialidad e inocencia de Samir. Aquella luz en el centro del patio significó la esperanza, esa esperanza que crece y que anhela justicia.

Manuel y Samir Ruiz en la memoria

Manuel y Samir Ruiz Sin Olvido