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Luis Carlos Galan

Candidato a la Presidencia, Periodista
Asesinado 18 de agosto de 1.989

Memoria y Justicia

En la plaza central de Soacha, en horas de la noche, cuando subió a la tarima desde la que pronunciaría un discurso público, Luis Carlos Galan Sarmiento fue ametrallado por varios hombres de estructuras armadas encubiertas de los paramilitares de Puerto Boyacá, contactados por agentes del Estado vinculados a las fuerzas militares.


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En un reciente artículo de la revista Semana se expresa que, uno de los sicarios que participó en el magnicidio, Jose Ever Rueda, escribió una carta en la que expresa que:

Nuestro enlace principal, ordenado por ‘El Mexicano’ y Henry Pérez, era el teniente Flórez, quien dirigía la red de inteligencia del B-2 de la Decimatercera Brigada, así que operábamos con carné de esa brigada. Por eso tuvimos éxito en la muerte del doctor Galán, del doctor Teófilo Forero y Antequera, la bomba de ‘El Espectador’ y la muerte del hijo de Víctor Carranza”.

Rueda cuenta que a su hermano Jaime le tocaba ir hasta Pacho, Cundinamarca, a recibir órdenes de ‘El Mexicano’. Unas veces iba solo y otras, él lo acompañaba con el teniente Flórez. Las reuniones eran en las fincas Chihuahua, Cuernavaca y Mazatlán, también denominada Trescientos. “En estos sitios conocimos a los capitanes Barreto, Bautista y Atanasio. A Víctor Linares, Helí Muñoz, Ramón Rodríguez, a 28 y a Javier Rodríguez, J.R. (hermano y sobrinos de ‘El Mexicano’). También al calvo Bernal, a Chucho Cortés, a Alfonso Caballero, a Leonidas Vargas, a Libardo Muñoz, alias ‘El Flaco’ y a Poca Pena. Conocimos además a Justo Pastor Perafán, a la Reina de la coca, a Ángel Gaitán Mahecha, a Santofimio Botero, a Hernando Durán Dussán y a Humberto Madero.

En su carta, Rueda cuenta que se reunían con frecuencia en el apartamento del teniente Flórez en el barrio Metrópolis, al noroccidente de Bogotá. Allí se asignaron las funciones que debía cumplir el grupo del que formaban parte miembros de las Fuerzas Militares. En el último encuentro se dispuso que el miércoles 16 de agosto, dos días antes del atentado, se fuera todo ‘el combo’ para Soacha para tener en cuenta qué le tocaba hacer a cada uno y no fallar. Su misión: matar a Luis Carlos Galán. “Todo consistía en que Jaime se infiltrara junto a la tarima con su carné del B-2 y con la ayuda de los dos escoltas torcidos del doctor Galán. Todos debíamos usar un sombreo blanco. Mi misión era meterme junto a ellos y tenía que tener una pancarta para disimular y al mismo tiempo con una pistola haría tiros después de que Jaime le disparara al doctor Galán. Esto con el ánimo de crear pánico y que la gente corriera para así poder escapar. Los Chávez, Enrique y Orlando se instalarían en la entrada de Soacha para hacer hostigamiento, el sargento Herrera, que trabajaba con Flórez en la Brigada, nos recogía a los Chávez, a Piña y a mí, para no tener problema, aunque todos portábamos carné del B-2. El combo de Poca Pena también se instalaría a la entrada de Soacha, con eso, si no se lograba matar al doctor, ellos le dispararían un ‘rocket’ al carro en que sacarían al doctor Galán. Y los otros muchachos se instalaron dentro de una volqueta para entrar a rematar, todos con armas largas. Mi hermano nos decía: tómense un aguardiente pero no se emborrachen que ya casi llega el paciente. Eran como las 6 y media de la tarde. Así lo matamos”.

Han pasado 15 años, un demócrata fue asesinado, preconizo la guerra sucia y la relación criminal de la política y del tráfico de drogas. Su crimen, aún en la impunidad.

Bogotá, D.C 18 de agosto de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz