La versión de ‘Samario’ sobre la Drummond y los ‘paras’

Uno de los paramilitares que participó en el asesinato de dos sindicalistas de la Drummond, contó en entrevista con VerdadAbierta.com cómo fue ese crimen. También dijo que desplazaron a campesinos en Cesar para quedarse con sus tierras llenas de carbón.


Desde una cárcel, donde está preso hace cuatro años cuando se desmovilizó con el Bloque Norte en 2006, Alcides Mattos Tabares, alias ‘Samario’, habló con VerdadAbierta.com sobre lo que él considera fue el vínculo entre la guerra y el carbón en el Cesar.

‘Samario’, ha sido clave en las investigaciones para establecer si las Autodefensas a cargo de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’ tuvieron o no vínculos con las grandes empresas carboneras de Cesar.

También para demostrar cómo fue la arremetida de los ‘paras’ contra campesinos que tenían tierras alrededor de las minas de carbón en Mechoacán y El Prado, veredas de La Jagua de Ibirico, Cesar, y que fueron desplazados porque, según él, allí había carbón y los paramilitares querían quedarse con sus tierras.

La Drummond, una de las multinacionales que opera en Cesar, ha estado en medio de varios acusaciones por parte de campesinos, víctimas y desmovilizados, que la han señalado como presunta financiadora de grupos armados en este departamento.

En Colombia, actualmente se adelanta un juicio por el asesinato de Valmore Locarno y Víctor Orcasita, presidente y vicepresidente del sindicato de trabajadores de la Drummond, en el que el juez pidió en una de las condenas a los responsables, que se investigara a varios directivos de la multinacional por su presunta participación en el crimen.

Además de los procesos que se adelantan en Colombia, la Drummond ha enfrentado dos procesos civiles en cortes de los Estados Unidos, uno en Alabama en donde tiene su sede principal y otro en Atlanta. En los dos casos los jurados absolvieron a la empresa de toda responsabilidad por el asesinato de Locarno y Orcasita. En todos estos procesos la multinacional ha negado su participación en el asesinato de los sindicalistas y también en la financiación de grupos paramilitares en Cesar.

La multinacional también ha dicho que los testimonios de ex paramilitares como ‘Samario’ y ‘el Viejo Miguel’ son extorsiones. (Ver Drummond niega acusaciones)

Aunque Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, ya aceptó su responsabilidad en el crimen, no ha dado detalles de quienes estuvieron detrás de los asesinatos de los sindicalistas. Óscar José Ospino, alias ‘Tolemaida’, por su parte ha negado las afirmaciones de ‘Samario’ y de ‘el Viejo Miguel’.

La historia de ‘Samario’

Alcides Mattos Tabares, alias ‘Samario’, se enroló a las Auc en 1997. Dice que fue soldado y cuando se retiró del Ejército, la falta de oportunidades, de empleo y de dinero lo empujaron hacia el paramilitarismo.

Delinquió en el Sur de Bolívar, junto a Rodrigo Pérez Alzate, alias ‘Julián Bolívar’, en donde la guerrilla y los ‘paras’ tuvieron fuertes enfrentamientos por el control de la ‘coca’, las minas de oro y los corredores estratégicos de la región. En 2000 se unió al Bloque Norte, en el que fue escolta y jefe de seguridad de Óscar José Ospino Pacheco, alias ‘Tolemaida’, cómplice de ‘Jorge 40’ y encargado de extorsionar a las empresas carboneras en el centro de Cesar, donde quedan las principales minas.

Allí, el paramilitar dice que asistió a tres reuniones entre su jefe y personas que trabajaron o tuvieron contratos con Drummond: Jaime Blanco Maya, dueño de la empresa ISA, proveedora de la comida de la Drummond; Jairo de Jesús Charris, quien había sido encargado de la seguridad de la multinacional, después se desempeñó como jefe de seguridad de ISA y terminó en las autodefensas con el alias de ‘Viejo Miguel’; José Arístides Peinado y Jean Jakim (o Hakim), director de seguridad de la Drummond.

Aunque sólo custodió las reuniones, este paramilitar le dijo a VerdadAbierta.com, tal como lo ha contado a la Fiscalía, que ahí se coordinó para que los paramilitares cuidaran las vías férreas de las carboneras, entre Cesar y Santa Marta, Magdalena.

‘Samario’ también participó el 12 de marzo de 2001 en el asesinato de Valmoré Locarno y Víctor Hugo Orcasita. En ese momento, los trabajadores reclamaban que la empresa cambiara de proveedor de comida, en contravía con los intereses de Jaime Blanco Maya, quien fue capturado en septiembre de 2010 por una medida de aseguramiento por los presuntos delitos de concierto para delinquir y homicidio relacionados con el crimen.

El ex paramilitar, quien llegó a ser jefe del frente Juan Andrés Álvarez, además estuvo el 19 de mayo de 2002 en la masacre de cinco campesinos de El Prado, una vereda de La Jagua de Ibirico que colinda con la mina de carbón de El Encanto. Ahí sus habitantes fueron aterrorizados, desplazados y despojados de sus títulos por paramilitares que se quedaron con las valiosas tierras, en las que encontraron yacimientos de carbón.

La relación con la Drummond

En la entrevista con VerdadAbierta.com, ‘El Samario’ dijo que las relaciones de las Auc con la Drummond ya existían cuando llegó a la región, en 2000.

También que la seguridad no era “únicamente con Drummond, sino con todas las carboneras de la región”. En Cesar además de la multinacional estadounidense están la suiza Glencore, a través de sus filiales Carbones de la Jagua y Prodeco.

Aunque dice que no fue testigo de pagos por este “servicio”, ‘Samario’ cree que éstos se negociaban directamente con Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’.

Esta versión coincide con la del ex jefe de informática del DAS, Rafael García, testigo en procesos de parapolítica, quien dijo que estuvo presente en una reunión en la que Augusto Jiménez, presidente de la Drummond en Colombia, entregó un maletín con dinero en efectivo para pagar al líder paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, con el fin de “eliminar obstáculos sindicales”. Jiménez ha negado numerosas veces.

Los contactos con Drummond, según ‘Samario’, se hicieron con Jairo de Jesús Charris, que era contratista de seguridad para la empresa. Unos meses después Charris entró a las Auc, bajo sus órdenes.

‘Samario’ mencionó a Jean Jakim (o Hakim) como otro de los presuntos enlaces entre el Bloque Norte y la multinacional.

En declaraciones a la Corte de Alabama, Estados Unidos, Jean Jakim (o Hakim) juró no haberse reunido con las AUC ni tener que ver con ellas, ni haber pagado una extorsión a ningún grupo armado a nombre de la empresa.


Las reuniones

Dim lights Embed Las supuestas reuniones entre ‘Tolemaida’ y contratistas de la Drummond, según ‘Samario’.

‘Samario’ le contó a VerdadAbierta.com que estuvo en tres ocasiones con personas que trabajaban para la Drummond.

La primera, según el paramilitar, ocurrió a principios de 2001 cuando era escolta de Tolemaida. Según su relato, los ‘paras’ se encontraron con Blanco Maya en un casino de Drummond, por fuera de la empresa, cerca a Loma de Potrerillo, un corregimiento de El Paso, Cesar.

Ahí ‘Samario’ contó que si bien no participó en la reunión, se encontró con Jairo de Jesús Charris, en ese entonces jefe de seguridad de ISA, de propiedad de Blanco Maya. Charris le dijo que tenían buenas relaciones con las autodefensas y que en varias ocasiones les dieron comida a la tropa.

Un mes después de esa reunión, ‘Samario’ se volvió a reunir con Blanco al frente de la entrada de la Drummond. Unas semanas después los ‘paras’, entre ellos ‘Samario’, asesinaron a Locarno y Orcasita, quienes adelantaban una protesta por la mala calidad de la comida que suministraba Isa, es decir la empresa de Blanco Maya.

Jairo de Jesús Charris, condenando a 30 años de prisión por el asesinato, dijo en su juicio que “lo que pretendía la Drummond era acabar con el sindicato, según se acordó en la reunión del 6 de marzo anterior en la que participó Jaime Blanco y Jean Jakim, uno de los directivos de la empresa”.

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La última reunión en la que ‘Samario’ estuvo presente fue en la finca Los Pisos, cerca de Bosconia, Cesar. “Esa fue la más grande, con ‘Jorge 40’, ‘Tolemaida’ y el estadounidense Jean Jakim, de la seguridad de Drummond”, dice el paramilitar.

‘Samario’ supuso que la reunión, que fue después del asesinato de los sindicalistas, fue para coordinar la seguridad para las vías férreas y la maquinaria de la Drummond. Recordó además que en esa ocasión ‘Jorge 40’ felicitó a ‘Tolemaida’ por el crimen de los sindicalistas.

El asesinato de los sindicalistas

El 12 de marzo de 2001 paramilitares del Bloque Norte asesinaron a Valmoré Locarno y Víctor Orcasita, dirigentes de Sintraminercol, el sindicato de los trabajadores de la Drummond.

Blanco Maya había firmado con Alfredo Araujo Castro, jefe de Relaciones con la Comunidad de la Drummond, un millonario contrato para la alimentación de los trabajadores de la mina. Sin embargo, poco antes del asesinato de los sindicalistas se conocieron cartas de los trabajadores pidiendo un cambio en el proveedor de alimentación, liderado por el sindicato y fundamentado en la convención colectiva.

Los sindicalistas también habían denunciado amenazas por parte de los paramilitares para acabar con su protesta.

Esos hechos, al parecer, generaron la decisión de “acabar con el sindicato”, según dijo Jairo de Jesús Charris Castro, alias ‘El Viejo Miguel’, en entrevista con RCN.

‘Samario’ fue condenado por el crimen, que también confesó en Justicia y Paz. En la entrevista con VerdadAbierta.com, el desmovilizado asegura que tuvieron cómplices que trabajaban en la Drummond.

El día del crimen, varios paramilitares se reunieron en San Ángel, Magdalena, donde ‘Jorge 40’ tenía su base principal. Ahí entre ellos ‘Samario’, ‘Adinael’, jefe urbano del Frente Juan Andrés Álvarez, y otros hombres se dirigieron en dos camionetas hacia un punto cercano a la mina de carbón de la Drummond.

Un empleado de la empresa llamó a los ‘paras’ y les dio el número del bus en el que los sindicalistas se desplazaban. Por su tamaño, la mina de La Loma tiene decenas de buses que circulan en la empresa cuando cambian los turnos de trabajo.

Cuando llegó el bus de los sindicalistas, los ‘paras’ lo cerraron y obligaron el chofer a seguirlos. Pararon en una trocha y subieron al vehículo. ‘Samario’ dijo que la gente se asustó cuando lo vieron. Al parecer Valmoré Locarno estaba armado y sacó su arma, pero fue asesinado inmediatamente por los ‘paras’.

Después los ‘paras’ bajaron del automotor a otra persona que confundieron con uno de los sindicalistas. En la camioneta de ‘Adinael’ iba una persona encapuchada encargada de identificar a los sindicalistas, que ‘Samario’ no alcanzó a ver. El desconocido señaló a Orcasita y los paramilitares lo llevaron a una bodega cerca de San Ángel, Magdalena. Ahí, después de interrogarlo, lo asesinaron a balazos.

Según Jairo de Jesús Charris Castro, alias ‘El Viejo Miguel’, Jaime Blanco Maya, fue el autor intelectual del crimen con el aval de la Drummond. El antiguo jefe de seguridad de la empresa de Blanco Maya dijo que: “Yo entro al bloque básicamente por una orden de Jaime Blanco Maya”.

Charris fue capturado en 2008 en Bogotá, cuando salía de un apartamento arrendando por Jaime Blanco Maya. El ex paramilitar conducía uno de los carros de Blanco Maya, según la tarjeta de propiedad que reposa en los expedientes del momento de la captura.


El despojo en El Prado y Mechoacán

‘Samario’ también habló con VerdadAbierta.com sobre las masacres y el desplazamiento en El Prado y Mechoacán, dos veredas de La Jagua de Ibirico, que colindan con la mina de carbón El Encanto (ver artículo: Carbón y sangre en las tierras de ‘Jorge 40’).

Según el paramilitar, a partir de 1999, las autodefensas empezaron a atemorizar y a amenazar a los campesinos de dos veredas. Allí asesinaron a 18 personas, entre ellas dos presidentes de la Junta de Acción Comunal, y a cuatro miembros de una familia de apellido Flórez.

Los campesinos atemorizados abandonaron sus tierras, que poco tiempo después perdieron, con la complicidad del notario de Chiriguaná y de algunos funcionarios del Incoder en Cesar, quienes falsificaron los títulos de propiedad y se los entregaron a testaferros de los paramilitares.

‘Samario’, quien estuvo en la masacre de la familia Flórez, le dijo a VerdadAbierta.com que: “Todo esto se hace por las tierras, que son ricas en carbón, esto genera mucho dinero, por esto viene todo este desplazamiento. Una tierra en conflicto no vale nada, donde hay muertos, desplazados, uno podía comprar la hectárea a 150 mil pesos”.

‘Samario’, su historia como ‘para’

Dim lights Embed La vida de ‘Samario’ como paramilitar.

‘Samario’ nació en Sabana Grande, Atlántico. Dice que después de pasar por el Ejército trató de buscar trabajo pero la falta de empleo, dinero y oportunidades lo empujaron a las autodefensas.

Ingresó en 1997, en Urabá, donde hizo un curso militar en la escuela La 35. Fue enviado al Sur de Bolívar, bajo las órdenes de Rodrigo Pérez Alzate, alias’ Julián Bolívar’. En la zona tuvo combates contra la guerrilla, por el control de una región en la que campea el narcotráfico, existen minas de oro y es un corredor entre Bolívar, Antioquia y los Santanderes.

En 2000, fue trasladado al Bloque Norte, donde fue escolta de Oscar Ospino, alias ‘Tolemaida’, antes de volverse el jefe del Frente Juan Andrés Álvarez, que delinquía en el centro de Cesar.

Ahí contó que se financiaron con los finqueros, empresas, las alcaldías, los hospitales: “Teníamos poder, si habían amigos en el congreso nos movíamos fácil, las alcaldías las poníamos nosotros. Creo que fue el Bloque Norte el que más se financió con la parte salud, las ARS, los hospitales”.

En 2006 ‘Samario’ se desmovilizó y desde entonces está preso en la cárcel de Valledupar.