La psicología IGNACIO MARTIN BARO sj – Asesinado el 16 de noviembre de 1989

Jon Sobrino, Sacerdote Jesuita, miembro honorario de nuestra Comisión de Justicia y Paz, compañero de comunidad de las víctimas de la masacre de la UCA de San Salvador, hizo llegar a nuestra Comisión el texto “hacia una Psicología Social de la Liberación” de Mauricio Gaborit, S.J. Jefe del Departamento de Psicología Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA)”, como una contribución al homenaje al psicólogo jesuita asesinado IGNACIO MARTIN BARÓ organizado por la Universidad Javeriana, la Universidad Nacional de Colombia y Universidad de los Andes el 18 y 19 de noviembre de 2004.

Reproducimos el texto.


“Hacia una Psicología Social de la Liberación

Las grandes figuras de la Psicología lo son no sólo porque encuentran formas creativas de integrar saber nuevo al cuerpo del conocimiento psicológico y a las metodologías que se utilizan para generarlo, sino porque han logrado una integración de las mismas que va más allá de la disciplina. De esta manera, la Psicología deja de ser para ellos una ciencia a la que se dedican con entusiasmo, seriedad, y honestidad y se convierte en un horizonte desde donde se articula un proyecto de vida tan hondo y comprometido como esencial para el científico, proyecto íntimamente ligado al entorno social en el que se encuentra. Los formalismos tan necesarios para la sistematización de los hallazgos y las formulaciones teóricas dan paso al compromiso que penetra la temática misma y su abordaje conceptual y el significado que ésta tiene en el proyecto intelectual. Tal es el caso de Ignacio Martín-Baró, sacerdote jesuita, psicólogo social, pensador profundo y analista acucioso asesinado por el ejército salvadoreño en la madrugada del 16 de noviembre de 1989 en el predio de la universidad donde se desempeñaba como Vicerrector Académico y Jefe del Departamento de Psicología.

Muchas son las contribuciones de Martín-Baró a la Psicología Social. Importante entre ellas está el reclamo activo y correctivo de cimentar una Psicología desde y para Centro América. Las grandes temáticas que desde el primer mundo habían dado forma a la Psicología Social a mediados del siglo pasado se encontraban cortas y estériles a la hora de abordar la situación por la que atravesaban los pueblos latinoamericanos en las últimas décadas del siglo pasado. En concreto, los hallazgos y formulaciones teóricas que las grandes figuras de la Psicología Social como Festinger, Newcomb, Ash, Heider, Jones, Schachter y Seligman –para citar sólo algunos de los gigantes– decían poco para lograr entender la situación de violencia que permeaba la vida cotidiana de los salvadoreños en pleno conflicto armado de finales de la década de los años 70.

Recogiendo lo mejor de esa tradición científica, Martín-Baró comienza a re-formular una Psicología Social donde las experiencias de las grandes mayorías empobrecidas y sus intereses por lograr su liberación influyen decididamente en el proyecto temático de la Psicología Social. Surge así una Psicología Social caracterizada por el rigor científico, la atención crítica a la tradición intelectual heredada, el respeto a las experiencias de los pobres y violentados de la historia, la mirada atenta a los elementos utópicos de la historia humana y la convicción de que el estudio de la acción como ideológica era definitorio para la Psicología Social. Su esfuerzo fundante continúa siendo actual porque si bien las condiciones sociales y políticas de comienzo del siglo XXI en el istmo centroamericano han cambiado, no ha cambiado ni la necesidad de las ciencias sociales de abordar problemas sociales reales y de ser pertinente, ni la situación de pobreza, violencia y exclusión en la que viven amplios sectores de la población de esos países.

Por otro lado, Martín-Baró re-introduce como eje fundamental de la Psicología Social el concepto histórico del actuar humano y del que ya Vygotski nos había alertado como esencial para la Psicología. En toda su obra aparece subrayada “la esencial historicidad del ser humano”. La atemporalidad que viciaba las formulaciones más prestigiosas de la Psicología dominante fue sometida a dura y constante crítica por Ignacio Martín-Baró. De ese cuestionamiento surgió una Psicología fresca, honda, pertinente y liberadora. Las coordenadas dibujadas en la obra de Martín-Baró son muy concretas: la historia de los pueblos latinoamericanos que han vivido una historia de sometimiento y que se esfuerzan por su liberación, y la de El Salvador convulsionado por una guerra donde las grandes potencias ejercitaban su poder y escenificaban ámbitos de influencia. Allí, en ese El Salvador donde optó por vivir Ignacio Martín-Baró, abundaban las desapariciones forzadas, las torturas, los arrestos arbitrarios, la intimidación política, la represión de toda índole y las masacres de comunidades rurales enteras por el ejército salvadoreño. A ello había que añadir las criminales actuaciones de escuadrones de la muerte que operaban con la complicidad de variadas instancias oficiales. La Psicología Social, era la convicción intelectual y personal de Martín-Baró, debía decir algo sobre esa realidad crucificante y ayudar a su liberación.

Una tercera contribución importante de la obra de Martín-Baró fue señalar la intención encubridora de los métodos positivistas que se habían afincado en el corazón mismo de la Psicología generada por el primer mundo. Estos métodos escondían, bajo capa de imparcialidad y objetividad, el ejercicio del poder por medio del cual los poderosos determinaban el tipo de problemas sobre los que debían interesarse los psicólogos. Queda denunciado en la obra de este autor el hecho de que la Psicología ha incorporado como supuestos de su marco teórico la misma ideología que justifica las relaciones de poder vigente. Al afirmar la primacía del dato desconociendo el origen del mismo y su significado social, el ideario positivista legitimaba el estado de cosas y entorpecía todo intento de transformación del dato y de la experiencia social. La propuesta intelectual de Martín-Baró, por contraste, señala la primacía de la verdad práctica sobre la verdad teórica, subraya el carácter significado de la acción y orienta nuestra atención hacia lo que queda velado, oculto y excluido en los conceptos y modelos que utilizamos.

En poco más de veinte años de producción intelectual Ignacio Martín-Baró produjo más de 100 artículos y siete libros. Todos esos escritos retienen todavía su lozanía intelectual y pertinencia. Aquí queda ya esbozada una Psicología intencionadamente atenta a la realidad inmediata y una propuesta crítica respecto a la Psicología Social dominante. Se perfila una Psicología que después de su muerte ha ido tomando cuerpo como Psicología Social de la Liberación.

Mauricio Gaborit, S.J.
Jefe del Departamento de Psicología
Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA)”

Bogotá, D.C., 16 de noviembre de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz