Jorge Mata

Unos minutos antes de las ocho de la noche con poco frío en Bogotá fue el tiempo de esa percepción de que somos límite. A esa hora escuchamos de su muerte en España.


Este domingo de receso en el invierno de la crisis ambiental fue el azul celeste entre nubes a distancias intercaladas, todo era fotografiable, sin artificio, al natural. En esta circunstancia no fue casualidad haber pensado en él o haber escuchado de su muerte. Cierto, nada era casual.

El hoy es algo más que las circunstancias. Eran retazos en este tiempo de una despedida. La memoria fragmentada sobre el artista, el ser humano, libre pensador, el artesano de la estética, de la imagen detenida, aprisionada en un instante. La única palabra sin repetición. El borrador original en imagen única e irrepetible.

Ha pasado a la historia, Jorge. Los fragmentos de nuestra memoria colectiva está aquí en lo cercano de nosotros en 2003, en medio de la inacabada persecución, en las salidas para evitar lo injusto. Eran sus tiempos en Peace Brigadas International, PBI.

Entre sus palabras, sus sonrisas, su sentir, su pensar, el mundo de la estética. Abriendo brechas. Decir de otros modos, una imagen fija en un papel o en el ciberespacio, quieta, hablándolo todo, sin más. La esperanza o la represión en blancos y negros, en matices de café o en colores: vida o muerte, opresión o libertad, víctimas y victimarios, destrucción o simplemente sujetos colectivos existentes.

Su mirada atravesaba los lentes buscando el momento que revela el fondo, lo oculto, lo encubierto. Develando la desarticulación de los poderes, desnudando la soberbia política mafiosa. Las fotografías hablaban a pesar de nuestra sordera o nuestra dogmática mirada en textos escritos. Letras, letreros, palabras y palabras aplastando el sentido, la posibilidad de experimentar lo sublime, así nazca de la barbaridad humana.

En nuestra historia está, ese soñador en la imagen. Esas múltiples imágenes son parte de la memoria de nuestra historia, la de la impunidad y la de la dignificación ante esta, la de la debilidad y la de la prepotencia armada. La sensibilidad desde la barbarie o desde la indignidad en un cuadrante, con unos tonos, con un reflejo definitivo y único. En un jeep y sin él, sin dinero o con él, en silla de ruedas o a pie. El libertario de la imagen Ha Pasado a la Historia.

Jorge está en y más allá de SURIMAGES. Es parte de la historia del Sur, de la resistencia y la epopéyica popular que resignificó en las imágenes de San José de Apartadó, de Cacarica, de Curvaradó, de Jiguamiandó, de Alto Ariari, del Norte del Valle. La esperanza que Jorge capturó para dar libertad, sin exponerse a él como la imagen. Él, simplemente, él esteta; él la sensibilidad del momento único e irrepetible. Como este único momento que se vive con la muerte biológica, dura y difícil, prolongada en tensión en estos últimos años de su enfermedad. Jorge pasa a la Historia del SUR en IMÁGENES de dignidad.

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Bogotá, D.C. Marzo 13 de 2011

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz