JESUS MARIA VALLE JARAMILLO

asesinado en Medellín el 27 de febrero 1998

Memoria y Justicia
Hoy hace diez años, aquel viernes 27 de febrero de 1998, cuando eran las 2:15 p.m., fue asesinado JESUS MARIA VALLE JARAMILLO, defensor de los derechos humanos. El comando de la estrategia militar encubierta, compuesto por 16 unidades de civil, realizó un operativo alrededor del edificio Colón, en el centro de la ciudad de Medellín. No era de extrañar que tal actuación se realizara, sin ningún tipo de apoyo institucional. A la oficina del cuarto piso ingresaron dos hombres y una mujer, donde se encontraba JESUS MARIA, con su hermana NELLY y otra persona más. JESUS MARIA recibió dos impactos de bala en la cabeza y uno cerca al corazón. Destruir el pensamiento, destruir el alma. Los disparos con silenciador como parte del cinismo.


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Foto tomada de Proyecto Nunca Mas – Galería de la Memoria

El silenciador del arma que asesinó a JESUS MARIA, es hoy el silenciador que imprime la acción judicial. La impunidad del crimen se mantiene. Los paramilitares han “reconocido”, en el marco de las versiones libres de la Ley 975, su participación en los hechos, y se han atribuido la “responsabilidad en la planeación y ejecución del asesinato”. El espectáculo de la “confesión”, de la tergiversación de la responsabilidad, de la realidad pretende ocultar la responsabilidad del Estado. El escenario de las “verdades” a medias, fragmentarias, las “verdades” procesales, donde el “reconocimiento”, justifica el crimen.

El Estado colombiano reconoció ante la Corte Interamericana su responsabilidad por “Omisión”, en las recientes sesiones realizadas en San José de Costa Rica. “Omisión” que pretende ocultar la Actuación estatal. “Omisión” de la responsabilidad de quienes fueron denunciados públicamente por JESUS MARIA como garantes del desarrollo de la estrategia paramilitar en el departamento de Antioquia. La misma “Omisión” que hoy hace que se eluda el debate en el congreso sobre la llamada “Parapolítica” en este departamento.

¿Quién planeó, diseñó, financió, ejecutó, se benefició del crimen de JESUS MARIA? ¿Quiénes promovieron, toleraron, auspiciaron masacres como las de La Granja y El Aro, en el municipio de Ituango? ¿Quién ha sido encubierto de las altas esferas del gobierno y de la IV Brigada del Ejército, con este crimen? Un día antes, como lo había hecho siempre, JESUS MARIA estuvo ante un juez ratificando sus denuncias de los vínculos entre los grupos paramilitares y los militares en la región, dentro del proceso de una demanda penal por calumnia colocada en su contra por la IV Brigada.

Su presencia habita en mujeres y hombres de organizaciones de derechos humanos, como en el Grupo Interdisciplinario por los Derechos Humanos y el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Antioquia, del cual JESUS MARIA fue presidente después del asesinato de HECTOR ABAD GOMEZ y LUIS FERNANDO VELEZ.

Hoy, sus opciones, pensamientos, palabras, sentimientos y acciones inspiran desde la memoria a las nuevas generaciones de defensores de los derechos humanos, de los derechos de los pueblos.

Bogotá D.C., 27 de febrero de 2008

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz