Informe – Urgente. Ola invernal acreciente la crisis humanitaria en la cuenca del rio Jiguamiandó. Carmen del Darién-Chocó.

Ola de intensas lluvias afecta gravemente a familias de la Zona Humanitaria Nueva Esperanza y comunidades aledañas al Río Jiguamiandó.

Desde el pasado miércoles 04 de junio, al menos 104 familias, 275 personas entre quienes se encuentran adultos mayores, niños, niñas, mujeres embarazadas, han reportado como sus siembras de plátano, maíz, yuca, frutales, caña, arroz se están perdiendo debido a las lluvias intensas, que se han agudizado durante el mes de junio.

La Zona Humanitaria de Nueva Esperanza se encuentra en este momento en desabastecimiento de alimentos, debido a que el desbordamiento del rio Jiguamiandó ha inundado vastas áreas de siembra de pancoger. El nivel de agua alcanza la entrada de las viviendas. Animales como gallinas y cerdos han sido arrastrados por las corrientes del agua, en número indeterminado hasta el momento. El desbordamiento del río impide la movilidad de los habitantes de la Zona Humanitaria.

Se reporta también que en la Zona de Biodiversidad de la familia Nuñez y la Zona Humanitaria Argenito Diaz en el caserío de Llano Rico, hay afectaciones por el desbordamiento del río Curvaradó. Afectando la producción pecuaria de la familia, 30 gallinas, siembras de cacao y plátano.

URGE la atención inmediata de la Unidad Nacional Gestión de Riesgo y Desastres UNGRD, ya son ocho días de aislamiento y agudización de afectaciones por las fuertes lluvias, crisis alimentaria y brotes de enfermedades de piel por la proliferación de moscos generados por la ola de lluvia.

URGE que la institucionalidad haga presencia en el territorio para evaluar y dar respuesta inmediata a la grave situación que padecen estas comunidades. Se requiere atención médica urgente, frazadas, kits de alimentación, aseo personal.

Hacemos un llamado urgente para que de manera responsable el gobierno nacional se apersone de esta calamidad que viven las comunidades, y, se espera que no ocurra lo que debieron pasar las comunidades indígenas que Murindó y Chageradó, quienes hace algunos meses vivieron la misma situación y ninguna autoridad hasta el momento ha respondido al desastre natural y a las pérdidas que estas comunidades presentaron.

Se exige mermar el nivel de burocracia institucional y garantizar los derechos de estas comunidades que están padeciendo desprotección y hambre.

Con profunda preocupación,

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.