Informe – Buenaventura. Incremento en la inseguridad genera temor y zozobra en los habitantes del Espacio Humanitario Puente Nayero, Barrio la Playita.
Nuestra Comisión Intereclesial de Justicia y Paz tiene conocimiento del grave incremento en la inseguridad que afecta la vida de los pobladores del Espacio humanitario en la calle San Francisco del barrio La Playita de Buenaventura.
En las últimas semanas se ha intensificado el control armado, la extorsión, amenazas y robos, lo que evidencia la ausencia absoluta del Estado y la falta de garantías en la protección de la vida e integridad de los beneficiarios de la Medida Cautelar 152-14 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Sábado 31 de mayo. RTV Noticias Buenaventura difundió la denuncia pública sobre hechos recurrentes de hurto y extorsión del que son víctimas los habitantes al interior del Espacio Humanitario. Los tenderos y lancheros son las principales víctimas de estos hechos.
Domingo 04 de mayo, hacia las 9:30 a.m., pobladores del Espacio Humanitario encontraron el cuerpo sin vida de una persona, en la ribera de la bahía frente a la calle humanitaria. La persona fue identificada como BRAYAN HURTADO de 22 años de edad. Este hecho se suma al patrón sistemático de criminalidad: amenazas, hostigamientos y control territorial ejercido por estructuras armadas ilegales que operan dentro y fuera del Espacio Humanitario del barrio La Playita, sin restricción por parte de las autoridades policiales y militares, quienes tienen la obligación de garantizar la seguridad en el puerto.
Las familias del Espacio Humanitario, que desde hace más de una década resisten pacíficamente en defensa de la vida, viven hoy bajo un temor creciente, ante la vulnerabilidad que padecen.
Desde hace varios meses se han registrado nuevas modalidades de extorsión, en las que comerciantes, pescadores y habitantes del Espacio Humanitario del barrio La Playita, son presionados a pagar sumas periódicas bajo amenazas que se traducen en represalias directas contra la población civil. Estas formas de intimidación, sumadas al control social, territorial y económico que se impone, han deteriorado aún más las condiciones de seguridad.
A pesar que en las medidas cautelares que benefician a más de 600 personas del Espacio Humanitario, es explícita la presencia de la Armada Nacional y de la Policía Nacional para que ejerzan un control perimetral en los lugares más sensibles y vulnerables de este lugar, lo que no ha sido acatado generando así un ambiente de constante amenaza e inseguridad.
La desprotección del Espacio Humanitario no es un descuido menor. Es el resultado de una inacción sistemática del Estado frente a una realidad conocida, documentada y denunciada reiteradamente. Lo que se evidencia en la práctica es una alarmante distancia entre el discurso institucional y la vida cotidiana de las familias que habitan esta calle.
La aparición de un cuerpo sin vida en las inmediaciones del Espacio Humanitario, junto con la suspensión del transporte fluvial y el aumento de robos y extorsiones, no puede considerarse hechos aislados; son reflejo de una inseguridad estructural, de un entorno donde la lógica del miedo, el control armado y el silenciamiento continúan operando sin restricción alguna.
Mas de siete embarcaciones que han salido del muelle de Buenaventura han sido asaltadas, lo que ha afectado el servicio normal de transporte fluvial tanto turístico como hacia las comunidades.
Con profunda preocupación, reiteramos nuestro llamado urgente al Estado colombiano para que actúe con responsabilidad, garantice de manera real y efectiva la seguridad de las familias del Espacio Humanitario Puente Nayero cumpliendo sin retrasos sus obligaciones institucionales.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Bogotá D.C.