Incursión militar encubierta a la Zona Humanitaria de Nueva Vida

Luego de tres meses de persistentes versiones y amenazas de incursión armada a las zonas humanitarias del Cacarica, en el día de hoy, 13 de marzo de 2003, hacia las 10:15 hora local un grupo de hombres armados vestidos de camuflado ingresaron a la zona humanitaria de Nueva Vida amenazando a todos los pobladores afrodescendientes que allí habitan.


1. Incursionaron a la Zona Humanitaria de Nueva Vida aproximadamente 300 hombres. Quien figuraba como comandante de la operación, apodado “Pecherón” o “7-7” vestía uniforme camuflado con insignia del Batallón Voltígeros perteneciente a la Brigada XVII. Afirmó que pertenecía a un grupo llamado “Centro Norte Medio Salaquí” del Bloque Elmer Cárdenas”, según él, conformado por 700 hombres y 10 comandantes. Los demás hombres armados llevaban brazalete negro con las letras BEC ACU.

2- Durante el tiempo de permanencia en la Zona Humanitaria, realizaron las siguientes afirmaciones:

  “A mi no me va a detener nadie, porque yo tengo familia en el ejército, en la fiscalía y en la policía; en el gobierno todo es corrupción y todo se puede arreglar”.

  “Que ellos irían a permanecer en la Zona y que tendrían que acostumbrarse a verlos”.

  “Tenemos una lista de varios miembros de la comunidad y en algún momento volveremos por ellos”.

  “Ustedes – dirigiéndose a la misionera acompañante – están patrocinando a los grupos narcotraficantes y guerrilleros”.

  Al salir de la zona Humanitaria hacia las 10:57 hora local, se encontraron con mujeres que lavaban en el río y les dijeron: “si vienen los helicópteros las abrazamos a todas para que nos maten juntos”, y se dirigieron a una de ellas y le dijeron: “Vos tenés que pasar por Tumaradó algún día”.

  “La tierra esta mal utilizada, y ustedes pasando necesidades, esta tierra es muy rica”

Por la cantidad de hombres armados que incursionaron en la Zona y por la cantidad que ellos dicen ser, presumimos que el grupo está dividido en dos y que en cualquier momento pueden incursionar en alguna de las dos Zonas Humanitarias de la comunidad. Al salir el grupo de armados que entró en la Zona Humanitaria, se dividió: una parte se dirigió por el río Perancho hacia arriba; otro por el mismo río hacia abajo en dirección al lugar conocido como La Tapa; y otro grupo se quedó a orillas del río Perancho a 10 minutos de camino de la Zona Humanitaria Nueva Vida. Más tarde, al parecer, regresaron a su base.

3. El pasado 11 de marzo de 2003 alrededor de 500 hombres de la estratégia paramilitar que tienen como base La Balsa, vestidos de camuflado, con armas largas, incursionaron en el resguardo indígena de La Raya, reteniendo y amarrando a un indígena llamado DOMINGO ISARAMA.

De La Raya salieron llevando a DOMINGO amarrado, hacia el resguardo de Bequerá Perancho al que llegaron hacia las 16:00 horas, reuníeron a la comunidad y les dijeron que eran colaboradores de la guerrilla. Amenazaron diciendo que quienes fueran colaboradores tendrían problemas. Durmieron allí y salieron el 12 de marzo, hacia las 7:00 hora local.

En la reunión con la comunidad dijeron que en 3 meses volverían porque iban a instalar una base paramilitar en La Virginia, que tuvieran mucho cuidado con los afrodescendientes porque había muchos milicianos y que ellos no decían nada.

Al salir soltaron a DOMINGO y le dijeron a la comunidad que lo castigara o si no les tocaría hacerlo a ellos, que iban a dar una vuelta por el territorio y que pasarían por la zona humanitaria de Nueva Vida antes de regresar a La Balsa.

4. El 12 de marzo a las 9:00 hora local se escucharon ráfagas de disparos en la comunidad de Quebrada del Medio, lugar donde se encontraban dos afrodescendientes, quienes corrieron al oír los disparos. A las 10:30 hora local, se escucharon nuevos disparos. En horas de la noche, en ese mismo lugar, se escucharon dos explosiones muy fuertes.

Desde el día de ayer, 12 de marzo, las autoridades estatales de control y las entidades de gobierno nacional fueron nuevamente informadas de la presencia de más de 500 hombres armados dentro de la estrategia militar encubierta, quienes atropellaron a indígenas el martes 11 de marzo; del abaleo a afrodescendientes del Cacarica y de las amenazas de incursión a las zonas humanitarias. Como ha sido común a las alertas tempranas, no se hizo absolutamente nada. Las autoridades nacionales conocen de los anuncios, de los lugares donde se encuentran los armados pero no asumen las decisiones políticas que contempla la política de derechos humanos y derecho humanitario. No existe voluntad política de desmantelar y atacar las estructuras armadas encubiertas. No existe voluntad política de intervenir administrativamente sobre la Brigada XVII responsable por ACCION y por OMISION de estas acciones contra la población civil afrodescendiente sometida a amenazas, a atropellos, a violaciones a sus derechos humanos y territoriales bajo el pretexto de confrontación a las FARC EP.

Desde hace seis años en desarrollo de la Operación Génesis, al mando del General RITO ALEJO DEL RIO la extensión, consolidación y cualificación de la estrategia armada encubierta ha sido evidente, no solamente en el campo militar sino en lo social y político, copando administraciones municipales, intentado destruir o cooptar procesos sociales de autodeterminación, ampliando la frontera agrícola a través de la implementación de proyectos agroindustriales como el de la Palma Aceitera, la Coca y le extracción de recursos naturales como la madera.

Desde La Balsa, caserío, del territorio titulado colectivamente a las comunidades del Cacarica, las acciones de control y de represión se adelantan sistemáticamente, sin que el Estado colombiano haya adoptado las medidas requeridas en la Resolución del Defensor Nacional EDUARDO CIFUENTES, conocida en octubre del 2002. El Estado colombiano ha desconocido las solicitudes presentadas en el marco de la Comisión Interamericana de derechos Humanos, desde el 17 de diciembre de 1.997 para evitar daños irreparables y la persecución de la población afrodescendiente a través de la destrucción de su entorno vital. Desde hace seis años y hasta hoy, la impunidad en los más de 86 crímenes y violaciones de derechos humanos persiste pues las instancias de justicia han sido negligentes y cómplices de las violaciones de los derechos humanos, pues no solamente no han actuado sino que han justificado la impunidad porque las víctimas o sus familias no han “colaborado” pero a pesar de sus testimonios, nunca han querido iniciar procesos judiciales contra los agentes estatales comprometidos en las violaciones de derechos humanos y nunca han explicado por que las declaraciones sobre la operación “Génesis” se extraviaron y por que el General RITO ALEJO DEL RIO ROJAS nunca ha sido vinculado a un proceso por desplazamiento.

Hacemos un llamado a la comunidad internacional para acompañar a las comunidades afrodescendientes desarrollando un monitoreo sobre las acciones de la Brigada XVII y la impunidad en que se encuentran desde hace seis años la operación militar que generó el desplazamiento, los crímenes, las desapariciones forzosas que ha sufrido la población; así como sobre la implementación de la extracción de los recursos forestales de la comunidad del Cacarica a través de la empresa Maderas del Darién, y el inicio de la siembra de Palma Aceitera y de Coca en el Territorio Colectivo del Cacarica con la protección de las estructuras armadas encubiertas

Bogotá marzo 13 de 2003