Ha pasado a la historia Bernardo Beltran

En la mañana del pasado jueves 16 de julio el corazón de Bernardo Beltrán dejó de latir, a sus 81 años, Bermito como le llamaban cariñosamente sus familiares, falleció en su casa en medio del amor y el calor que siempre le cobijó, aún en momentos de dificultad.

Fue un luchador y caminante persistente en la búsqueda de verdad y justicia, pues la pregunta por el paradero de su hijo Bernardo Beltrán Hernández, desaparecido entre el 6 y 7 de noviembre de 1985 en la retoma del Palacio de Justicia, se mantuvo presente y sin resolver hasta su último día de vida.
Como una cadena de complejidades, luego de 14 años de esperar la llegada de su hijo y haber iniciado el doloroso proceso de búsqueda, falleció su esposa María de Jesús Hernández, a quien describía como su gran y eterno amor. Desde ese día, Bernardo experimentó un segundo impacto de soledad, la ausencia de su amada, con quien había compartido la vida, sus sueños, y la construcción de una familia, pero además quien se había convertido en su apoyo y soporte ante el vacío que dejó la desaparición de su hijo.
Tras unos años más, un tumor en su cuerpo le presentó otra batalla, la cual también sobrellevó con valor. Bernardo intentaba mantenerse fortalecido, negándose a la rendición del sufrimiento, pues era sorprendente su habilidad para mantener su gratitud con la vida y con la deidad en la que creía, Jesús, y María a quien llamaba como su “patrona”; por esto, su familia interpreta como un signo el hecho de que Bernardo haya fallecido justo en la fecha en que se conmemora el día de la Virgen del Carmen, considerándolo como un símbolo del tránsito hacia el reencuentro con su eterna amada María de Jesús.
Recordado con admiración, con una sonrisa interminable, como un abuelo consentidor, alegre tranquilo, amoroso, amable, valiente, luchador, y solidario; Bernardo trasciende como semilla en cada uno de los y las que compartimos con él, pues siempre vivirá en el tejido de nuestra memoria.

Julio 18 de 2015
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz