Guadalupe Salcedo Unda

Guadalupe Salcedo Unda nació en 1924 en Tame (Arauca), hijo del ganadero venezolano Antonio Salcedo y de Tomasa Unda de Orocué; Guadalupe Salcedo fue el comandante más famoso de uno de los grupos de las guerrillas liberales que operaron en los llanos desde 1949 a 1953, surgidas para defenderse del ataque de la violencia conservadora promovida desde el gobierno de Colombia hacia los liberales, luego de los sucesos del 9 de abril que culminaron en el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán y que desataron las hostilidades entre liberales y conservadores en el periodo conocido como la época de la violencia en Colombia.

Resistencia civil armada

La causa de que se hayan formado grupos guerrilleros liberales radica en los sistemáticos abusos, torturas, detenciones ilegales, asesinatos selectivos y colectivos, además de quema de poblaciones de vocación liberal, acciones realizadas por parte de la policía nacional, simpatizante del Partido Conservador Colombiano y grupos paramilitares conservadores conocidos como los “Pájaros”. Estas violaciones de los derechos humanos de índole partidista y política.

Al inicio de las hostilidades el ejército nacional que se mantuvo al margen y por tanto no interfería con las operaciones adelantadas por la policía, sin embargo y debido al desorden institucional existente y los constantes alzamientos en muchas partes del país, adelantó acciones contra los grupos irregulares. En Casanare hicieron gala de crueldad las partidas de policías provenientes de la vereda Chulavita de Boyacá, por lo que pronto a nivel nacional se les denominó “chulavitas” a los agentes conservadores que hostigaban a los liberales.

El encarnizamiento de la persecución oficial se hizo más presente en las regiones tradicionalmente liberales como los llanos orientales, en donde se esperaba que el Partido Liberal Colombiano apoyara financieramente los grupos de resistencia. Sin embargo, tal apoyo no se estableció y las guerrillas liberales no contaron con recursos adecuados, así que sus ingresos los obtenían de las donaciones que la gente del común hacía a los grupos guerrilleros por la simpatía que despertaban, además de los recursos obtenidos de los ganaderos de la región.

Orocue y El Turpial

La fama de Guadalupe Salcedo provino de las exitosas operaciones que emprendió a mediados de 1952. En Orocué, Casanare, en junio de 1952, ataco por sorpresa el campo de aviación que estaba guarnecido por el Ejercito y dio de baja a 15 soldados. Pocos días después, una columna volante de 80 llaneros (el famoso Comando Riqueiro Perdomo) al mando de uno de sus lugartenientes, el comandante Alberto Hoyos, cruzo el rió Meta e incursiono en su margen derecha, a unos 100 km de puerto Lopez.

Tras varios días sin contacto alguno con las tropas del gobierno, el 12 de julio en el sitio conocido como El Turpial a orillas del Meta, las fuerzas rebeldes sorprendieron a una columna de 100 soldados que regresaba a bordo de 6 camiones a su base de Puerto Lopez (Meta). Los guerrilleros improvisaron una emboscada y atacaron los 2 primeros vehículos, que fueron destruidos rápidamente; mientras el resto de las tropas regulares se concentraban a distancia, alrededor de los 4 transportes que venían atrás. Los insurgentes con la bayoneta calada, se lanzaron entonces al asalto de las improvisadas posiciones enemigas.

Luego de una breve lucha cuerpo a cuerpo en la que cayo muerto de un tiro en la cara Alberto Hoyos, los subversivos destrozaron las formaciones gubernamentales, desalojando a los soldados de sus atrincheramientos; estos en retirada trataron de refugiarse en una mata de monte. No obstante allí los esperaban ocultos otro grupo de guerrilleros. Los fugitivos fueron sorprendidos por el fuego graneado de los llaneros, que les dispararon a bocajarro. Rápidamente el resto de la columna fue copada y aniquilada.

El resultado para el Ejercito fue desastroso: 94 uniformados muertos incluidos 2 tenientes, 4 rendidos y solo 2 ilesos que lograron huir e informar de lo sucedido. Ha sido el mayor golpe dado a las tropas del gobierno desde la guerra de los mil días, superando incluso las acciones de las FARC en los años noventa.

Las Leyes del Llano.

Laintensificación del conflicto en el periodo 1951 a 1952, y ante la ausencia de soporte por parte de las directivas nacionales del Partido Liberal, Guadalupe Salcedo y los comandantes de los grupos guerrilleros liberales de los llanos se reúnen para concertar acciones y articular esfuerzos en procura de poder rechazar la ofensiva del ejército nacional. A estas reuniones asistieron comandantes como Eduardo Franco Isaza, José Alvear Restrepo, Dúmar Aljure, los hermanos Fonseca, los hermanos Bautista, el “Pote” Rodríguez Colmenares o Eliseo Fajardo. Se promulga la Primera Ley del Llano el 11 de septiembre de 1952, por medio de la cual se debía:

“(…) organizar a la población civil, de darle una organización militar a la resistencia y de señalar, por lo menos de manera inicial, la necesidad de adelantar actividades de planificación de la producción en las zonas donde actuaban los frentes guerrilleros”

La Segunda Ley del Llano se promulga el 18 de junio de 1953 y es, de hecho, la constitución de un Estado independiente de facto en el Llano, ya que se asumió que esta región había sido liberada y que allí tenía lugar la gran revolución nacional, como lo afirma el texto del documento. Adicionalmente a la promulgación de esta ley, se reconoce oficialmente al Estado Mayor Conjunto mediante el cual los distintos grupos guerrilleros coordinaban sus acciones militares en la zona.

Desmovilización y críticas

Con la existencia de un territorio independiente de facto en los llanos, y después de la Convención Nacional del movimiento guerrillero celebrado en Viotá, Cundinamarca, en el cual se estaba conformando una propuesta política alternativa al bipartidismo, enfrentados al hecho de la incapacidad de vencer militarmente a las guerrillas, el teniente general Gustavo Rojas Pinilla da un golpe de Estado pacífico el 13 de junio de 1953, solicitado por los líderes más prominentes de los partidos liberal y conservador (llamado posteriormente como un golpe de opinión). Manteniendo como una de sus prioridades restaurar el orden en la nación, ordenó un cese al fuego unilateral a las fuerzas armadas y ofreció paz a los grupos alzados en armas.

El 22 de julio del mismo año las guerrillas liberales ordenaron a su vez un cese de hostilidades. Los primeros días del mes de septiembre Guadalupe Salcedo se presentó en un puesto del ejército ubicado en Monterrey, Casanare con 300 hombres y presentó un pliego de peticiones de 24 puntos. El 15 de septiembre firmó la paz con el gobierno nacional, acción por la cual fue duramente criticado por los comandantes guerrilleros, quienes le declararon un traidor a la causa guerrillera. Una de las razones por las que fue criticado también fue por haberse desmovilizado sin haber recibido garantías claras y concretas de no agresión por parte del Gobierno Nacional. Los comandantes guerrilleros adicionalmente solicitaban acciones de reparación dirigidas a las familias afectadas por el conflicto, por lo que se suponía que la desmovilización de Guadalupe Salcedo restaría fuerza a estas exigencias.

El 13 de junio de 1954, 10 meses después del cese de hostilidades, el gobierno de Rojas Pinilla promulga el Decreto 1823 de 1954 mediante el cual se declara la amnistía para todos los delitos políticos cometidos antes del 1 de enero de 1954 con motivo de la violencia partidista, y se indultó a todas aquellas personas procesadas o condenadas por esos punibles. El carácter conciliador de este Decreto cobijaba a guerrillas liberales o conservadoras, a paramilitares y a miembros de la fuerza pública involucrados, dejando la discrecionalidad del indulto según la gravedad o atrocidad del delito al Tribunal Militar Superior mediante el Decreto 2062 del 8 de julio de 1954.

Después de su entrega y desmovilización, y cobijado por el indulto ofrecido de esta manera por el gobierno nacional, Guadalupe Salcedo se retira a su vida privada en su finca Guariamena, ubicada en la zona rural de Orocué, Casanare.

Asesinato de Guadalupe Salcedo

El 6 de junio de 1957 Guadalupe Salcedo fue asesinado en confusos hechos en Bogotá, cuatro años después de haber firmado la paz con el Gobierno. Se encontraba reunido con unos amigos en una cantina ubicada en el sector industrial de la capital y en ese momento fueron rodeados por agentes de la policía en desarrollo de un operativo. Como varios famosos líderes de las guerrillas liberales del Magdalena, Tolima, Huila, Santander y los llanos habían sido asesinados en hechos poco claros, al ser requerido los agentes a salir fuera del edificio Salcedo anunció quién era y solicitó se le respetara su vida. Al salir con los brazos en alto junto con sus guardaespaldas la policía abrió fuego, encontrando así la muerte Salcedo y sus acompañantes.

La leyenda guadalupana

Actualmente la figura de Salcedo ha alcanzado niveles de leyenda que ha trascendido a todo el llano, a partir de Arauca, Casanare y Meta. En el imaginario popular se le percibe como un héroe, y se le toma como ejemplo del llanero ideal, comprometido con sus principios hasta dar la vida por ellos. Aunque se compusieron varios joropos y poemas que hacen referencia a la toma de Orocué, a otras célebres acciones militares lideradas por él y a la entrega de su grupo, después de los años setenta han caído en franco desuso.
No obstante, el brillo de la fama alcanzado por Guadalupe Salcedo, que llegó a niveles heroicos dignos de la tragedia griega, llevaron a un grupo de artistas a escribir la obra de teatro Guadalupe años sin cuenta , donde se relata el abandono de los líderes políticos a las guerrillas liberales de los Llanos, la entrega de Salcedo y su asesinato, utilizando la leyenda como excusa para hacer un retrato socio político de esa turbulenta época.
IImagen: Miguel Angel Beltrán. Semanario Voz.