FANNY PERDOMO

En otro absurdo judicial, en una evidente injusticia por la ausencia de debido proceso, sana crítica la Fiscalía Novena Especializada, de la Unidad Nacional contra el Secuestro y la Extorsión, bajo el radicado No. 70356, adelantó una investigación por el secuestro del señor RUBEN DARÍO RAMÍREZ ocurrido el día 19 de diciembre de 2002.


Por las continuas llamadas que realizaba a su esposa, el GAULA de Bogotá aportó pruebas, que la fiscalía uso para vincular “a la investigación varias personas por el DELITO DE REBELIÓN, a quienes se les encontró prueba que las vincula directamente con el FRENTE 53 DE LAS FARC” .

En el curso de la instrucción se presentaron hechos que vulneraron el derecho de defensa de FANNY, quién nunca ha sido participe de actuaciones contra otro ser humano. Hemos tenido conocimiento de varias de las irregularidades que se han cometido en la defensa de la señora FANNY. Por fuera del proceso, un oficial del GAULA ofreció a FANNY quitarle los cargos, si colabora efectivamente entregando información del Defensor de Derechos Humanos de nuestra Comisión de Justicia y Paz, PABLO CALA.

El ejercicio de la actuación de la defensa fue limitado por la fiscalía. Las declaraciones solicitadas de dos religiosos, que se encontraban en el exterior, los cuales conocen a FANNY y dan fe de su actuar, no fueron recogidas. La señora fiscal decidió cerrar la investigación el día 21 de marzo. Un día después de haber llegado al despacho un oficio, en el cual se devolvió el exhortó para la práctica de la prueba en mención. La fiscalía no atendió los requerimientos establecidos dentro del Manual para el Intercambio de Pruebas con el Exterior.

En tercer lugar, por “error involuntario”, según la Fiscalía a la defensa de FANNY no se le remitió comunicación de la resolución mediante la cual se cerraba la investigación, evento que se subsana mediante constancia secretarial del 11 de abril.

Por mandato legal y dentro de los principios que rigen una actuación en Derecho, a la Fiscalía le corresponde valorar todos los elementos probatorios favorables a la persona investigada, más si ésta se encuentra privada de la Libertad.

FANNY no ha sido nunca responsable de una actuación delictiva. Todas y todos, quiénes la conocen saben de su honestidad, de su responsabilidad en el trabajo comunitario como desplazada. Ella y su familia ha sido objeto de una persecución en razón de lo qué ha pensado y de lo que ha realizado.

FANNY a sus 47 años está a punto de ser condenada por un delito del que ella no es responsable. Su proceso injusto desconoce lo que existe detrás, el uso del aparato judicial como mecanismo de persecución por parte de agentes estatales.

El 23 de octubre FANNY entrará a la primera Audiencia Preparatoria, de continuar este proceso en negación de las garantías básicas, lo que ya es una injusticia se convertirá en un monumento a la arbitrariedad y el abuso de poder del ente investigador.

FANNY de 47 años, hoy requiere nuestra presencia espiritual y moral, su escrito es diciente de la injusticia, no se acoge a ningún beneficio judicial por que es absolutamente inocente de esta falsa imputación.

Y el Ministerio Público nunca presentó alegatos en el proceso. No hay entonces garantías ni formales ni reales.

Fanny antes de ser recluida a la Cárcel del Buen Pastor, ha adolecido de problemas de índole ginecológico. Debido a su edad, 47 años, merece de especial atención. En el mes de julio fue atendida de urgencias porque presentaba fuertes dolores en la región pélvica, frente a lo cual fue atendida por un profesional de la salud, quien practicó una serie de exámenes, entre estos unos de tipo ginecológico, el 27 de julio del presente año, cuyos resultados se entregarían una semana después. En vista a que pasó este tiempo y lo anterior no se cumplió, se ofició a la oficina jurídica del centro de reclusión a fin de que se hiciera efectiva la entrega de los exámenes médicos que le fueron practicados a la señora FANNY PERDOMO HITE y que a partir de los resultados, se brindara una pronta y especializada atención, puesto que con la edad que ella cuenta, atendiendo a los diversos informes que la Organización Mundial de la Salud ha establecido, se muestra la especial atención que deben tener las mujeres que en edad de 35 a 55 años de edadfrente a enfermedades tan graves como el cáncer de cuello uterino.

En la Constitución Política , la legislación carcelaria y penitenciaria nacional, los diferentes tratados internacionales adoptados por el Estado colombiano y reiteradas jurisprudencias de la Corte Constitucional, se ha enfatizado en la protección del derecho a la salud de las personas que se encuentran privadas de la libertad en centros carcelarios y penitenciarios.

En la política del actual gobierno, las mujeres también son víctimas de violaciones de los derechos humanos que afectan a la comunidad en general, pero que, como en el caso de la detención injusta de FANNY PERDOMO, debido a las desigualdades de género, tienen efectos desproporcionados para ellas.

Este tipo de actos afectan profundamente la vida de las mujeres, produciendo secuelas “físicas y emocionales causadas por el proceso de captura y reclusión, la separación de sus familias, la desarticulación de sus trabajos políticos y comunitarios, la persecución a sus familiares y, para muchas de ellas, el posterior destierro de sus lugares de origen resultado de la estigmatización causada por su detención y presentación en los medios de comunicación”.

De igual manera es importante tener en cuenta a partir de lo establecido en el III Informe sobre la situación de derechos humanos en Colombia

“6. (…)en cuanto a las mujeres privadas de su libertad, dichas medidas deberán incluir: un trato acorde con la dignidad humana; la supervisión judicial de las causas de la detención; el acceso a un abogado, a los familiares, y a servicios de salud; y las salvaguardas apropiadas para las inspecciones corporales de las detenidas y sus familiares”.

Invitamos a leer el texto de FANNY y luego a obrar en consecuencia, si usted percibe su inocencia.

Los invitamos a escribir por correo electrónico o fax

1. Al Fiscal General de la Nación MARIO IGUARAN ARANA, Diagonal 22B # 52-01, Bogotá D.C. fax (571) 5702008 Extensión 2564 contacto@fiscalia.gov.co; denuncie@fiscalia.gov.co intervenir ante las actuaciones contra derecho realizada por la Fiscal Novena y actuar en derecho para que FANNY quede en libertad

2. Al juez 40 Penal del Circuito Calle 16 Nro. 7 – 39 página 6 actuar en consonancia con los principios del Estado de Derecho, valorando todas las pruebas que se han negado decepcionar.

“SOLO SUEÑO CON ABRAZAR A MI FAMILIA”

LIBERTAD A FANNY PERDOMO HITE

Soy Fanny Perdomo Hite, campesina oriunda del departamento del Meta. El día 11 de mayo cuando el clarito del sol asomaba por la ventana de mi casa ubicada en el barrio de Ciudad Porfía de la ciudad de Villavicencio, varios agentes de la SIJIN de la Policía al mando del capitán Gustavo Adolfo Romero llegaron a golpear a la puerta de mi casa. En ese momento mi hija abrió la puerta porque yo estaba haciendo como todos los miércoles, las arepas para el desayuno.

Ellos se identificaron y le dijeron que venían a allanar la vivienda y a capturarme. La verdad es que yo no estaba muy atenta de lo que decían porque pensé que no era nada grave. Mi hija les dijo que ellos no podían hacer ese procedimiento y pidió que le mostraran las órdenes respectivas. Uno de los agentes se la enseñó, pero esta fue rapada por otro que dio paso a la requisa de mi hogar.

Luego de esto me sentaron en el comedor. Allí me dicen que una Fiscalía en Bogotá me investigaba por los delitos de secuestro, extorsión y rebelión. No me podía parar de la silla por la noticia, aún así les dije que “el que nada debe, nada teme” y que por tanto me bañaría y arreglaría algunas cosas para irme con ellos, a lo que uno de los agentes respondió “Listo doña Fanny, nos vamos”. La mujer que los acompañaba saliendo de mi casa y en el trayecto me dijo que tenía una hija echada para adelante, de esas que no se quedaba callada con ni por nadie.

Mientras me mantuvieron en las Fiscalías de la Esperanza, me encerraron en un cuarto y escucho la voz de un hombre que por teléfono dice: “Se llama Fanny Perdomo y trabaja en el 53”. Luego, la misma mujer me pregunta que si tengo familia en Acacias. Le digo que mi única familia son mis tres hijos y mi esposo.

Antes de abordar el taxi en el que me trajeron hacia Bogotá, me despedí de mi familia y le dije a mi hija “por favor hágase cargo de la casa”. Hasta ese momento no había podido comer.

Al llegar a Bogotá me tomaron fotografías por todos lados. Luego, me dijeron que tenía que firmar unos documentos, pero dije que sin tener presente a mi abogado no lo iba a hacer. Entonces allí procedieron a preguntarme que cuál era mi “alias”, que qué era lo que hacía y en qué trabajaba. Yo respondí que no tenía ningún alias, que me llamaba Fanny Perdomo Hite y que era una campesina, desplazada y víctima de la violencia.

Luego minutos antes de que entrara el día 15 de mayo con mi abogado a la diligencia de indagatoria, se acercó un hombre que dijo ser del Gaula, que comenzó a preguntarme: “Doña Fanny usted es toda bacana. ¿La Uribe está buena, no?, ¿Quién es Pablo Cala, de ayuda sobre él? Lo único que dije es que no tenía nada que decirle, porque no estaba presente mi abogado, y eso que se pregunta está lleno de mentiras. El me insistió: “Por qué no me cuenta, mire que le voy a ayudar”. Como vio que no salía nada de mi boca, malhumorado se retiró.

Luego de esto recuerdo que a las trece personas que habían capturado en Villavicencio, nos obligaron a arreglarnos porque íbamos a salir por televisión. A las mujeres nos dijeron que nos recogiéramos el cabello pero no quisimos, por el contrario, no lo pusimos sobre la cara. Nos llevaron contra una pared, esposadas y junto a nosotros una mesa con armas y otras cosas que decían que se habían incautado durante nuestras detenciones. Recuerdo que vi cámaras de RCN, de Caracol Televisión y del Noticiero CM&. Allí algunas de las mujeres gritaban que no querían salir a los medios porque que nos vieran como la prueba de que se hacían efectivas las detenciones de subversivos en el marco de la política democrática del presidente Uribe.

Desde el 17 de mayo de 2006 estoy recluida en la Cárcel del Buen Pastor en Bogotá. Fue duro llegar y ser encerrada en una celda que le llaman “la jaula” por más de cinco horas mientras se definía el lugar a dónde nos remitirían. Cuando llegué me enfermé gravemente. Antes de todo esto yo venía asistiendo a varios tratamientos para mis fuertes dolores de cabeza y algunas hemorragias, con esta situación se intensificaron y además llegaron la fiebre, los escalofríos y en ocasiones algunas vetas de color rojo en los ojos, aún así, sólo una pastilla de acetaminofén fue lo que recibía para calmar el dolor y era obligada a bañarme con agua fría.

Aquí en la cárcel he pasado dos cumpleaños lejos de mi familia, de mis amigos, de mis vecinos, de mi comunidad. Anhelo el abrazo de mi familia, es muy duro tenerse que separar de los seres que uno ama. Recuerdo siempre a mí otra familia, así es como llamo a las personas de Civipaz con quienes sembraba plátano, yuca y fríjol.

De lo bueno de estar aquí es que aprendí a hablar. No puede uno quedarse callado porque aquí adentro hay que aprender a sobrevivir, a convivir con las demás reclusas y eso para una persona del campo, ajena a algunas realidades como la que es vivir tras las rejas es bastante difícil.

Lo único que queda por hacer para levantar el ánimo mientras se define mi situación es participar en los talleres de psicología y de deportes, en las misas que se hacen los viernes y seguir con mi novena a la virgen de Santa Marta que es la patrona de los “imposibles”, porque en medio de las injusticias como la mía, la única opción es tener fe para poder librarse de éstas.

Fanny Perdomo