En riesgo de desplazamiento comunidades del río Truandó

Por solicitud de las comunidades de los Consejos Comunitarios de los ríos Cacarica, Salaquí y Truandó (Truandó Medio, Clavellino, La Nueva y Taparal) el día sábado 3 de octubre se realizó una Comisión de Verificación, CV, integrada por delegadas y (os) de la Asociación de familias de los Consejos Comunitarios de CAVIDA; representantes del Cabildo Mayor Indígena de la Zona del Bajo Atrato, CAMIZBA;…


Comunidades Construyendo Paz en los Territorios, CONPAZ;, la Parroquia Nuestra Señora del Carmen y la Comisión Intereclesial Justicia y Paz, (JyP).

La CV verificó las preocupaciones de las comunidades negras por operaciones armadas, las eventuales violaciones de derechos humanos e infracciones al derecho humanitario, ocurridas desde hace un mes cuando se conoció el desarrollo de operaciones armadas de las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, y de confrontaciones armadas con las guerrillas de las FARC EP y presuntamente del ELN.

El recorrido se realizó en las siguientes comunidades:

  • Comunidad La Nueva
  • Comunidad Clavellino
  • Truandó Medio

OBSERVACIONES Y CONCLUSIONES

Operaciones de control y registro de la Armada Nacional en inmediaciones de la desembocadura del río Truandó (punto conocido como El Bum) y en el punto conocido como bocas de El Ramón.

A una hora de recorrido por agua, desde el primer punto de control regular se ubica la Comunidad La Nueva, Consejo Comunitario de Truandó, constatando la presencia de paramilitares vestidos de civil, como los denominan los pobladores. Allí estaban asentadas 10 familias.

Luego de partir de la comunidad La Nueva hacia la comunidad de Clavellino, 30 minutos en embarcación, la CV observó un campamento perteneciente, a los que la población sigue identificando como paramilitares. El Campamento, estaba ubicado por lo menos a 200 metros de la comunidad de Clavellino. En el lugar se observaron varias prendas (ropa interior de hombre, camisetas, entre otros) de tipo civil y militar (pañoletas) colgadas entre los matorrales, entre ellas una gorra de color negro con insignias de las AGC. Se observó una cocineta encendida y la presencia de algunos hombres armados escondidos entre los matorrales.

En la comunidad de Clavellino se observó en una vivienda del caserío a dos paramilitares vestidos de civil, con armas largas (fusiles), entre ellos, el llamado “El Cucha”, hombres que son identificados como paramilitares.

Aproximadamente a las 11:20 am la CV arribó a la comunidad de Truandó Medio. Aquí la CV encontró casquillos de balas de fusil calibre 556, 762, y de granadas e impactos de bala en una de las casas, y rastros de minas antipersonales que fueron instaladas cerca a la escuela.

De acuerdo a los testimonios recogidos, todo lo allí observado es la muestra del ataque de la guerrilla de las FARC EP a los Autodenominados Gaitanistas, y el posterior enfrentamiento armado ocurrido el 10 de septiembre.

De las 8 familias que suelen habitar allí, la CV encontró tres personas: dos adultos y un jóven. El único medio de protección que han encontrado estas personas ha sido la instalación de banderas blancas en cada una de sus casas. Igualmente se constató el abandono de unas semillas de yuca y plátano que debían ser sembradas como parte de un proyecto de agricultura patrocinado por el INCODER. Ante el evidente riesgo que representa la tensión armada, ningún poblador ha querido adelantar los trabajos de siembra en sus parcelas.

Aproximadamente a las 11:58 am mientras se realizaba la visita a esta comunidad de Truandó medio, se escucharon en las inmediaciones disparos de fusil y varias explosiones (por lo menos 30) las cuales se prolongaron por más de una hora.

Aproximadamente a la 1:20 pm, luego que los enfrentamientos cesaran, la CV partió de regreso a la comunidad de Clavellino.

Durante el trayecto de regreso y en un punto cercano a la comunidad de Clavellino, la comisión fue detenida por un grupo de hombres armados cuyos integrantes no se identificaron. El vocero de este grupo confirmó a la comisión los combates que han venido teniendo con las Autodefensas Gaitanistas y advirtió a los habitantes de la cuenca que participaban en la CV que no se alejaran de sus áreas de vivienda y estuvieran atentos en sus desplazamientos a sus parcelas y áreas de trabajo. Los pobladores expresan que se trata de integrantes de las FARC EP. Agregaron los irregulares, que la respuesta a los paramilitares que les han enviado mensajes para crear alianzas ha sido el enfrentamiento armado.

Al llegar de regreso a Clavellino la CV constató nuevamente la presencia de paramilitares armados, dentro de estos se encontraban dos de manera más visible

Los habitantes manifestaron su preocupación por la zozobra en que se encuentran, las restricciones en su movilidad (cacería, pesca, siembras de pan coger), de la presencia paramilitar en su caserío y muy cerca del poblado; de la presión para hacerse informantes; de las restricción del ingreso de alimentos.

La CV por razones humanitarias debió salir con una persona amenazada por los paramilitares, los irregulares lo acusaron de ser el responsable en los ataques de las FARC EP a las AGC. Durante la salida en el puesto de control de la Infantería de Marina ubicado en el punto conocido como bocas de El Ramón, un oficial preguntó a la CV si en las embarcaciones “transportaban a un enfermo” (refiriéndose al amenazado), mientras otro militar realizaba registros fotográficos con un teléfono móvil.

La CV antes de salir de la comunidad de Clavellino, que dos de los paramilitares que allí se encontraban, uno de ellos con radio de comunicación, observaron que la persona amenazada era sacada del lugar.

CONCLUSIONES

Los puestos de control militar no logran proteger a la comunidad. La gente no se explica cómo ingresaron más de un centenar de hombres armados de los Gaitanistas, vestidos de camuflado, en medio de la presencia militar. No hay una actuación eficaz de desmonte de estructuras que son calificadas como paramilitares, dada, la omisión, la tolerancia de estructuras estatales, tal como lo valoran sus pobladores. “Es lo mismo que antes, las autoridades no hacen nada, y saben dónde están. Es más unos de los paras vienen a Río Sucio y no pasa nada”

Por la zozobra y el temor, las comunidades, sin excepción, se debaten entre el desplazamiento como opción para salvaguardar sus vidas, y el desarrollo de algún mecanismo de autoprotección en sus territorios. Por un lado, estas familias no quieren repetir por tercera vez la experiencia del destierro, ni dejar atrás las casas, cultivos y todo cuanto han logrado construir con tanto esfuerzo tras el retorno paulatino a sus tierras desde 1998.

Pero por el otro lado, los combates, el asedio, las amenazas y señalamientos de las que han sido objeto ponen en riesgo sus vidas.

Las comunidades han contemplado un tiempo de cinco días para esperar alguna respuesta institucional y ver si la situación que enfrentan actualmente las comunidades mejora en algún sentido. De lo contrario, los consejos comunitarios de las tres comunidades más afectadas entrarán a evaluar un desplazamiento masivo como alternativa para proteger sus vidas.

Es evidente la ausencia de respuesta humanitaria por parte de las diversas institucionales locales, regionales y nacionales

No hay ningún tipo de respuesta de la institucionalidad civil para vida e integridad de la población en riesgo, no existe aplicación de ningún protocolo ni plan de atención para asegurar los derechos de los civiles

Ante el riesgo en el que están las comunidades del río Truandó y como medio de prevención de la grave crisis humanitaria que un nuevo desplazamiento forzado implicaría, todas las autoridades tradicionales y las instituciones que participamos de la CV exigimos:

Al Estado Colombiano

El desarrollo de mecanismos eficaces que aseguren el respeto y la aplicación inmediata e irrestricta del derecho humanitario para la libre movilización por los ríos, garantizar la alimentación de las poblaciones, el respeto a bienes comunitarios y viviendas.

El desminado en el río Truandó.

No involucrar a la población civil en el conflicto.

Desmonte de las estructuras paramilitares.

Tomar las medidas necesarias de no repetición de las condiciones de inseguridad y vulnerabilidad que obligaron a las comunidades a desplazarse masivamente en 1997 y 2001.

Activar las medidas de alerta temprana para evitar que la situación en el río Truandó continúe empeorando.

Garantizar los Derechos de las poblaciones étnicas contempladas en la Constitución Política y Convenios Internacionales.

A la Unidad Nacional de Protección tomar medidas para garantizar la seguridad y la vida de los líderes.

Atención Humanitaria en materia de alimentación y techo en las tres comunidades del Truandó

Presencia del ministerio público permanente en el terreno (Defensoría del Pueblo)

A la guerrilla de las FARC EP

Adoptar todas las medidas que aseguren que en sus filas se respetará de forma irrestricta el derecho humanitario.

A la Iglesia Católica y organismos de la comunidad de derechos humanos:

Acompañamiento en el terreno a las comunidades afectadas.

Desde la Pastoral Social gestionar ayuda Humanitaria a las comunidades mencionadas en el presente informe.

Divulgar ante la opinión pública la grave situación que viven las poblaciones del río Truandó.

Hacer seguimiento a los compromisos que el gobierno asuma ante la situación de vulnerabilidad y amenaza de las comunidades a partir de la consecución de un espacio de interlocución con el gobierno nacional, diálogo que debe contar con la participación de delegados de las comunidades, la Iglesia Católica a través de la Parroquia, y la Comisión de Justicia y Paz, CONPAZ, organismos de control y de derechos humanos como la Defensoría del Pueblo.

Los Consejos comunitarios y Cabildos indígenas piden a Dios, dador de la Paz, que este preciso don sea una realidad en sus comunidades.

Las comunidades esperan que la delicada situación ante la negligencia de respuesta del gobierno nacional, pueda discutirse en el escenario internacional de la mesa de conversaciones hacia la paz que se lleva en Cuba con la guerrilla de las FARC –E.P. para que se inicie una experiencia real y concreta de desescalamiento y de construcción de justicia con políticas efectivas de inclusión. Para la construcción de una paz estable y duradera urge la transformación de los factores estructurales que impiden que los habitantes del Truandó tengan una vida digna, en libertad.

Firman,
Consejos Comunitarios del rio Truandó. Consejo Comunitario del rio Cacarica, consejo Comunitario del rio Salaquí; Comunidades de Autodeterminación Vida y Dignidad del Cacarica CAVIDA, Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz; Comunidades Construyendo Paz en los Territorios, CONPAZ;
Anexo imágenes tomadas por la cv.

Entrada rio Truandó

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 Casquillos de balas encontrados en la comunidad de Truandó Medio

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Lugar donde explotó una mina antipersona.