En esta hora de Colombia

Como Basura del Mundo, un río de mujeres y hombres originarios hacen oír su voz ante el ruido mediático de occidente, ante la mentirosa democracia de los criminales, ante la ascesis del terror que pretende mostrar al gobernante sin manchas de sangre. Cristianos y cristianas reunidas reunidos en torno a la Palabra de Dios, la memoria de mártires y profetas en el SICSAL, consignaron sus palabras sobre esta especial hora que vive Colombia.


En esta hora de Colombia

Desde la fe ante la mentira y el crimen

1. El Sicsal Colombia reunido en Bogotá, en el encuentro sobre realidad y espiritualidad, decidió decir una palabra desde la fe esperanzada que nos anima, sobre la realidad nacional que en estos momentos se convierte en expresión de los signos de estos tiempos, para los pueblos, para nosotras y nosotros, para el mundo de las solidarias y resistentes.

2. Pudimos observar, a través de videos, los intereses que están detrás de la ocupación de las tierras de los afrodescendientes, indígenas y mestizos de las comunidades del Jiguamiandó, Curvaradó, Cacarica, en los que aparecen con claridad los rostros del poder, en funcionarios de alto nivel muy cercanos al Presidente de la República Álvaro Uribe Vélez quienes participan, como empresarios del despojo y de ex generales de la República como Rito Alejo del Río, quien interviene en un complot para desprestigiar y judicializar a la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, organización parte de nuestro Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos Oscar Romero -SICSAL-

3. La Memoria de Orlando Valencia, Marino López Mena y Walberto Hoyos víctimas de estos intereses, nos animó con su fuerza resucitada en el reconocimiento de esta verdad histórica. La fuerza espiritual de profetas y mártires como Monseñor Romero, Juan Vives, Monseñor Valencia Cano, Yolanda Cerón, Monseñor Gerardi, Monseñor Proaño, de tantas y tantos consecuentes con el Dios de la Justicia, nos empujan a participar del regocijo que produce el develamiento de la ignominia.

4. Observamos los videos con los que los pueblos indígenas de Colombia, que se movilizan en el Cauca y otras regiones del país, muestran una de las mentiras que se suman a la decena de engaños públicos, según la cual solo un policía asustado había hecho un disparo contra los manifestantes. Vimos a muchos militares y policías disparando sus fusiles contra la multitud manifestante y el tipo de munición antimotines que causó heridas graves a los hombres y mujeres de los pueblos originarios en movilización.

5. Pasaron por nuestra mente y corazón, otras de las reiteradas mentiras del gobierno de Colombia: sobre el uso del emblema de la cruz roja por militares, justificado públicamente como la reacción de otro militar asustado; la afirmación mentirosa de que las tierras ocupadas con palma en el Curvaradó ya fueron devueltas a sus verdaderos propietarios; las mentiras en relación con la depuración de la agencia de inteligencia del gobierno, el DAS, que continúa haciendo seguimientos a los miembros de la oposición política en Colombia, las mentiras permanentes en relación con la ausencia de conflicto armado en Colombia; las afirmación de la inexistencia del paramilitarismo, las mentiras en relación con la concentración de las tierras en poder de los indígenas y afrodescendientes, las mentiras con las que sindican a los corteros de Caña del Valle del Cauca de ser parte de la guerrilla cuando se oponen al nuevo esclavismo del la figura de las cooperativas de “trabajo asociado”.

6. Nuestra misión como mujeres y hombres de fe es seguir, inspirados en la tradición judeocristiana, leyendo estos signos de los tiempos y buscar desde los pequeños y modestos espacios de los que formamos parte, anunciar la palabra de Dios que de manera clara parece que describiera lo que pasa en Colombia en relación con los hombres del gobierno que toman decisiones contra la verdad, contra la justicia, contra la vida.

7. Resuenan en nuestra mente y corazón la palabra de Dios en los proverbios: “seis cosas hay que aborrece Yahveh y siete le causan profunda repugnancia: ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazón que maquina planes perversos, pies que corren ligeros para el mal, testigo falso que declara calumnias y el que siembra pleitos entre hermanos” (Proverbios 6, 16-19). Mucho nos dice Dios aquí sobre los gobernantes de este tiempo y de la postura clara del Dios en contra de esas actuaciones.

8. Nos asiste la esperanza que esta hora terrible para la ética de la vida, de la justicia, de la verdad, de la paz, pase algún día. Nos anima la convicción que la movilización y resistencia de los pueblos originarios, que está viviendo Colombia, redundará en la construcción de la paz con justicia, en medio de tanta persecución e iniquidad. Soñamos el sueño del profeta Miqueas en el que “Dios mismo juzgará, entre muchos pueblos, y administrará justicia a naciones poderosas y lejanas. Convertirán en azadones sus espadas, y en hoces sus lanzas. Ya no alzará su espada nación contra nación, ni se adiestran más para la guerra. Cada uno se sentará a descansar bajo las hojas de los árboles y nadie perturbará su calma, el señor todo poderoso lo ha dicho” (Miqueas 4,1-4).

9. Sabemos que la voluntad de Dios es tarea humana, por eso alentamos a las calumniadas y calumniados, desprestigiados y desprestigiadas, a las víctimas de los crímenes de este gobierno, a los ofendidos y ofendidas con las mentiras, a las amenazadas y amenazados a que, a pesar de las fatigas y cansancios, de las innumerables afecciones que la maquinaria del poder produce en el cuerpo, la mente y el corazón, continúen con su resistencia esperanzada, por que su testimonio, es la prueba fehaciente de que Dios sigue actuando en esta historia de Colombia.

Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos -Oscar Romero – SICSAL-, Colombia.

Bogotá, 26 de Octubre de 2008