Indígenas embera Jiguamiandó

Emberá desaparecido y líderes indígenas amenazados

El domingo 6 de septiembre a las 10:00 a.m. en la comunidad de Corrobo, Resguardo embera de Murindó, Antioquia, las AGC señalaron a Luis Hernando Rodríguez Delgado y a otros miembros de la comunidad como integrantes de la guerrilla del ELN.

La reacción de la Guardia Indígena logró evitar que dos, de tres emberás fueran llevados por los paramilitares de las AGC.

Desde ese día hasta hoy se desconoce el estado de la vida e integridad de Luis lo que ha generado una gran conmoción en la comunidad.

Dos días después, el martes 8 de septiembre en la localidad de Coredocito, al Resguardo Urada, Jiguamiandó, incursionaron aproximadamente 30 hombres de las AGC por cuatro costados del poblado, vestidos de camuflado y con armadas largas encañonando a su habitantes y amenazándolos. 

Los armados preguntaron por Carlos Alfredo Delgado señalándolo de ser integrante de la guerrilla del ELN.

La comunidad lo defendió e indicó que él es un integrante embera del resguardo y que sigue los reglamentos de la misma. 

Los paramilitares de las AGC cuestionaron a los líderes de Alto Guayabal debido a las erradicaciones de cultivos de coca que se adelantaron en Urada durante agosto y septiembre.  

Luego ingresaron de manera arbitraria a la residencia del indígena Aldemar Domicó, saquearon sus víveres y dañaron las puertas de la escuela comunitaria. 

Los armados luego de reiterar sus señalamientos y amenazas por los líderes que protegen el territorio de la siembra de coca y la minería ilegal salieron de la comunidad por la ruta de la Quebrada Brinco, en dirección a Puerto Lleras, Territorio Colectivo de Jiguamiandó. 

Pese a la presencia y control de las Fuerzas Militares, las AGC siguen operando con total tranquilidad justificando sus operaciones contra la población. La circulación y operación del ELN en zonas de Murindó justifica estás actuaciones contra insurgentes violatorias de derechos humanos y el derecho humanitario.

La siembra ilegal de más de 150 hectáreas de coca en predios indígenas desarrollada por colonos con apoyo de las AGC, y las omisiones de la Fuerza Pública han sido erradicadas por más de seis comunidades emberá de Jiguamiandó y Murindó con sus Guardias Ambientales Indígenas saneando el territorio.

La osada acción ha colocado en la mira de los ilegales a los líderes de la comunidad Embera de Alto Guayabal, Resguardo Humanitario y Biodiverso So Bia Drua. 

Exigimos al Estado colombiano adoptar todas las medidas necesarias para dar con el paradero de Luis y rescatarlo con prontitud, y adoptar las medidas de protección a los líderes embera de Alto Guayabal y Nuevo Cañaveral.

Bogotá D.C., 12 de septiembre de 2020

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.

Imagen: Mauricio Alvarado/ El Espectador.