Derechos y coherencias de una transición. Apuntes (8)

Este ensayo, algo extenso en medio de su urgencia, vistas declaraciones de altos funcionarios del Estado en plena crisis del proceso de paz, apenas conjurada un poco con una propuesta de avances y desescalamiento del conflicto (12 de julio de 2015), se ofrece para poder brindar algunas notas articuladas, no propiamente como un dictamen desde el positivismo jurídico, ni como opinión o copia de lugares explorados y comunes.


“Obrar mal, decir la verdad”. Rebelión y veridicción


Introducción

Es apenas una reflexión para el debate, que debe observarse en el conjunto de lo ya escrito y arriesgado en esta serie de apuntes cambiantes, estrictamente personales, que no comprometen el trabajo de asesoría del autor en el proceso de paz, difundidos en meses anteriores, en secuencia desde cuando comenzó a tratarse en La Habana el tema “Víctimas”.

Quieren reflejar estas páginas no sólo preocupación sino obligación frente a los testimonios de esperanza, y por lo mismo gratitud a quienes exponiendo su dolor en calidad de víctimas del conflicto, no dictan un veredicto sino que interpelan para que no se renuncie a las razones por las que hoy se busca la paz mediante el diálogo y el consenso. Motivo éste por el que se desea agradecer también a los países garantes del proceso, Cuba y Noruega, así como a Venezuela y Chile y a quienes solidariamente acompañan de diversas formas esta travesía.

Es obviamente un discernimiento que se propone crítico ante las políticas estatales, pero con respeto hacia las personas que representan a la contraparte. Del mismo modo espera honrar el mandato asumido de la libertad de pensamiento al lado de una alternativa política de emancipación que expresan las FARC-EP, junto con otras organizaciones como el ELN, que buscan superar la guerra y construir un país con justicia y dignidad.

Es un mínimo de devolución para el análisis y la información que se adeuda a organizaciones de víctimas y derechos humanos, algunas de las cuales han pedido este escrito para su debate, dado el compromiso renovado expresamente en este momento, que es crucial por las vicisitudes del proceso de paz que se mantiene, sí, aunque muy amenazado por diferentes factores.

Las fuentes múltiples de cada aseveración están en Internet, pues tienen pleno sustento público, razón por la que no señalo siempre las exactas citas que correspondan, muy fáciles de hallar con algunas consultas.

Lo que sí me permitiré citar, no con la profusión deseada, son apenas unas cuantas líneas pertinentes que he extractado de un magnífico libro de Michel Foucault que no está disponible en la red, del cual he usado el título para ilustrar el problema a examen. Se trata de “Obrar mal, decir la verdad. La función de la confesión en la justicia” (1ª edición en español por Siglo Veintiuno, Buenos Aires, 2014. Corresponde a su curso y entrevistas en la Universidad de Lovaina entre abril y mayo de 1981), útil por su materia filosófica en el terreno de la reflexión previa a decisiones políticas. Sus preguntas pueden contribuir a una comprensión de retos y posibilidades que existen para superar herencias de la sinrazón, encaminando esfuerzos y cesiones de todos los lados para la solución política del conflicto armado y la asunción de nuevas estructuras y reglas de justicia en Colombia.

Lo primero a aclarar es que al remitirme a dicho libro en relación con una cuestión viva y sangrante, no puedo detenerme en algunos reparos intelectuales de otros, muchos de ellos autores inscritos en el universo del marxismo, críticos de una parte de la obra de Foucault, pues no se trata en este escrito de un debate en ese nivel, que no domino; y lo segundo, es que no relaciono lo acá abordado con otras producciones del eminente pensador francés, por ejemplo con su conocido libro “Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión”, u otros, como debería ser si fuera otra la finalidad y el formato de este trabajo. Quizá sea más adelante.

Solamente pretendo un alegato directo y simple para abonar un modesto aporte a la discusión asumida hace años acerca de la rebelión como límite y sus límites mismos, esta vez desde la actualidad de nuestra labor relativa a los caminos de producción de verdad (veridicción: decir lo verdadero) y de razonables, novedosas y eficaces decisiones jurídicas (jurisdicción: decir lo justo) que estén en consonancia con un proceso de paz negociada, que no es negociación de impunidades, como clara y coherentemente lo han expresado las FARC-EP y el ELN, hasta el momento.

Leer Todo el documento