Daniel Abril Fuentes

Daniel Abril Fuentes, fue un hombre que dio vida a la tierra. Un campesino que desde niño aprendió como amor a cultivar y proteger el paisaje junto a su familia, siempre desde su territorio natal en la vereda ‘Los Chochos’ del municipio de Trinidad, Casanare.
“Danielito” como lo llamaban de cariño, fue un activista social que entrego su vida por los demás, por ser voz y brindarles libertad a las víctimas silenciadas por el Estado colombiano, lo que le valió ser reconocido como un opositor a la corrupción, de los destructores y aniquiladores del territorio, de cualquier injusticia y forma de violencia.
Fue un defensor de derechos humanos, ambientalista, conciliador, promotor de la memoria de las víctimas de crímenes de Estado, miembro del Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta, del Congreso de los Pueblos y de la Plataforma la Voz de la Tierra. Desde allí gesto acciones que incomodaron intereses de empresarios que pretendían el control del territorio para la minería. Hizo memoria junto a las víctimas, convoco, unió, formo una ciudadanía activa para que se movilizara por la defensa de sus derechos y los del territorio.
En 2011 en San Luis de Palenque empezó a dar vida a la movilización social y la protesta, ese año junto a cientos de campesinos, exigió a la petrolera Pacific, que se respetara el territorio, para que no privaran los proyectos sociales que en comunidad que se estaban adelantando, y que no interrumpieran la vida del paisaje que sus ancestros le heredaron. Por esta razón, fue judicializado junto a otros líderes sociales, acusándoles de forma injusta de ser secuestradores.
Luego, denuncio la desprotección del territorio frente a la sequía que se dio en 2014, desembocando una tragedia ambiental en la vereda Caño Chiquito de Paz de Ariporo, que no solo afecto Casanare, sino, a todo el país. Posteriormente, convocó a más de 400 personas del departamento para desarrollar dos sesiones en Trinidad, con respecto, a los derechos humanos en un marco de extractivismo sobre recursos minero energéticos.
En el año 2015 junto a la Corporación Claretina Norman Pérez Bello, la Corporación COSPACC, organizaciones campesinas de Casanare, el Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta y la Asociación Campesina Asocamprov Libertad, se creó un espacio de dialogo en la Mesa La Voz de la Tierra, allí se realizaron audiencias de control político por los derechos ambientales y humanos de la región. Al mismo tiempo, Daniel lidero la campaña denominada “La Firmatón”, donde, logro recolectar 2300 firmas, junto a un derecho de petición, que exigía la renuncia de la directora de la Corporación Regional Autónoma de la Orinoquia (CORPOORINOQUIA), dado el silencio y la negligencia que había mantenido ante la entrega del territorio a petroleras que estaban causando un gran desastre ambiental, acción que a pesar de todo fue rechazada.
Por su labor, Daniel estuvo sometido a la violencia sistemática del Estado, puesto que, había sido víctima de detenciones, amenazas, atentados, acusaciones falsas de ser guerrillero y seguimientos por miembros del Ejército Nacional, hechos que están documentados y denunciados, por esta razón había pedido protección reiteradas ocasiones a diferentes instituciones, que hicieron caso omiso y lo ignoraron.
Es así como el 13 de noviembre del 2015, es asesinado cuando se encontraba en una panadería del casco urbano de Trinidad, sobre las 6 de la tarde. El territorio que lo vio nacer, fue también, el que lo vio morir cuando dos hombres le dispararon en tres oportunidades, impactaron su humanidad y acabaron con su voz y con su vida. Pero no lograron silenciar a quienes lo acompañaron y se movilizaron impulsados por él. Su homicidio se produjo el mismo día en que se realizaba la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, en donde, se discutieron los derechos humanos y del territorio de Casanare.
Después de 19 meses de investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación, se realizó la captura por parte del CTI y se impone medida de aseguramiento de detención preventiva al soldado profesional y activo Eliécer Azueta Cero, miembro de la Fuerza Pública adscrito a la Brigada XVIII, Navas Pardo, capturado en la Brigada XVI del Ejercito Nacional, ubicada en Yopal Casanare, guarnición militar que además tiene antecedentes de ser responsable de diversas ejecuciones extrajudiciales o “falsos positivos”, este es autor material del crimen, junto con el presunto paramilitar Jhonnever Tumay Tuaay, se imputo cargos de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
Aunque oficialmente no ha sido reconocido, en el crimen intervinieron funcionarios y empresarios que habrían pagado dinero por terminar con la vida de este defensor. Pese a que se determinó quienes son los autores materiales, no se ha determinado los responsables intelectuales del crimen, la impunidad persiste, y actualmente los presuntos responsables identificados se encuentran en libertad por vencimiento de términos.
En su memoria, se creó la Escuela de Investigación Ambiental y Popular Daniel Abril Fuentes, donde se adelantan procesos organizativos para seguir con su labor, multiplicar sus acciones y sobre todo mantener viva la memoria de un hombre sensible ante las problemáticas locales, que finalmente, atienden a problemáticas nacionales, porque con la defensa de la naturaleza y el territorio, se defiende la vida y se hace frente a las injusticias de actores extractivistas, armados y estatales.
¡Hoy como cada 13 de noviembre se recuerda a un gran ser humano, un gran amigo y un gran líder, se exige justicia, verdad y reparación porque no haya defensores asesinados nunca más!

Daniel Abril Fuentes en la Memoria
Daniel Abril Fuentes Sin Olvido