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“Cuando a uno lo hieren y le tocan el corazón se acaba el miedo para luchar”

Luz Marina Cuchumbe, Madre de Hortensia asesinada 8 de enero de 2006.


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Fotos JyP

Durante los días 6, 7 y 8 de Enero de 2007 de diferentes lugares del Cauca, de Colombia y del exterior, nos dirigimos a San Antonio, Municipio de Inzá, Nororiente Caucano. San Antonio caserío pequeño conformada por familias campesinas, que aran con sus manos lo que la tierra ofrece como sustento.

En este lugar era necesario exhumar la memoria, en el primer aniversario del asesinato de HORTENSIA TUNJA CUCHUMBE y MANUEL TAO PILLIMUÉ, y del atentado contra WILLIAM CUNACUÉ MEDINA. Todas víctimas de militares del Batallón No. 26, Cacique Piguanza con sede en Pitalito Huila. Allí el lugar que los conoció, que los vio reír, llorar, crecer y soñar fue el primer lugar del encuentro

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De allí ese sábado 7 de enero nos dirigimos hacia la Plata Huila, donde existe una base militar del Batallón Cacique Piguanza, con el corazón en la memoria, con palabras inscritas en telones expresamos nuestra indignación y censuramos a los responsables de estos crímenes de Estado.

Empezamos a caminar desde las 12 del día por la plaza y las principales del municipio de La Plata, el mismo casco urbano en donde un años los militares en un montaje mostraron en rueda de prensa a HORTENSIA y MANUEL como guerrilleros muertos en combate, el mismo lugar donde para asegurar la impunidad, las estructuras criminales montaron un falso proceso judicial contra WILLIAM CUNACUE acusándolo de rebelde. En la caminata no faltó la presencia de la policía que con sus uniformados e infiltrados vestidos de civil, tomaron fotografías a los caminantes, a los peregrinos durante todo el recorrido.

Pero la memoria rompió el miedo. Se escuchó por las calles de este municipio lo que antes sus habitantes no sabían, se sembraron las preguntas.;. “QUIEN ASESINO A HORTENSIA Y MANUEL? QUIEN DEL BATALLON CACIQUE PIGUANZA?”
Los miedos que se rompen, cuando todos escuchamos a la madre de HORTENSIA decir: “CUANDO A UNO LO HIEREN Y LE TOCAN EL CORAZÓN SE ACABA EL MIEDO PARA LUCHAR”.

Las madres de Hortensia y Manuel ese medio día con sus rostros marcados por el sol con las huellas del dolor, con las palabras de la indignación peregrinaron junto con WILLIAM sobreviviente del atentado y 300 personas más de Inza.

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Una hora antes de la caminata la memoria se hizo pública en el recinto sagrado de un templo, allí caminantes, peregrinos de chivas y buses en el parque central de la Plata Huila nos encontramos en la eucaristía. Palabras, cantos, símbolos, retratos llamaron a la memoria a Hortensia y Manuel. El balón de microfútbol, un uniforme del equipo, un café, un machete, un pantalón, la de sus trabajos como campesinos, las de su gozo como deportistas, la de menores de edad que celebraban las fiestas de Reyes con su comunidad.

Las pancartas de indignación ante la falsa acusación, jóvenes campesinos asesinados y posteriormente presentados como dados de baja en combate por parte del ejército.

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Y después, el 8 de Enero, partimos en peregrinación desde el caserío San Antonio hacia el caserío de Belén, al sitio donde soldados del Batallón Cacique Piguanza dispararon y asesinaron a Hortensia y Manuel e hirieron a William. Por más de una hora caminamos, por los hermosos paisajes que como narran sus habitantes hasta hace un año eran de tranquilidad, de alegría y festividad, pero que han ido cambiando, porque los vientos de la guerra del Estado empiezan a soplar sobre sus suelos, a romper con las costumbres, con la tradiciones de estas comunidades.

Más de 250 personas, a la que se unían personas de otras veredas con pancartas hasta conformar una gran caravana con canciones, con palabras y con gritos caminaban en lo que desde ese día se llamó “La Gruta de la Vida”.

Fueron los primeros pasos de la esperanza. Entre el dolor de la violencia, entre el dolor de la mentira, la memoria es semilla, semilla que brota hasta de las piedras.

En la “Gruta de la Vida” el que hace un año fue el escenario del Crimen las madres de Hortensia y Manuel, él que desde ese día se convirtió en el Monumento expresaron: “la tristeza por la perdida de nuestros seres queridos se convierte en alegría cuando nos damos cuenta que no estamos solos” (…) “Los soldados del ejército nacional cortaron los sueños que mi hija tenía por salir adelante, por estudiar y servir a la comunidad” como lo hacemos las mujeres de esta región, por ser una persona de bien que busca la organización”

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Fueron pocas las palabras, el sentimiento, el corazón en flor profética se decía en las lágrimas, aquellas colectivas en lo más profundo de Fidelina, madre de Manuel “Cortaron con mi esperanza, porque mi hijo era un padre que colaboraba con mi familia, tenía su pequeña hija que crecerá sin la compañía de su papá, hay un vacío muy grande en la familia por su muerte”

Y nuevamente en Belén otra celebración de la memoria, de mártires entre el pan, el trabajo y el vino.

Allí le memoria de la solidaridad y la fraternidad entre campesinos. Allí un pacto por la memoria, la esperanza y la afirmación del Derecho a la memoria, a la verdad, la justicia y la reparación integral.

En memoria de Hortensia y Manuel nacimos del dolor a la esperanza

Adjunto Declaración de los Caminantes de la Vida y la Memoria de Inzá
Bogotá, D.C 12 de enero de 2006
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ

DECLARACION DE LA CAMINATA POR LA VIDA Y LA MEMORIA.

500 hombres y mujeres del oriente caucano y del suroccidente huilense bajamos de nuestros territorios, dejamos nuestros azadones para encontrarnos en una junta por la defensa de la vida y conmemorar el primer aniversario de la muerte de nuestros familiares, amigos, compañeros y jóvenes campesinos, Hortensia y Manuel.

El 8 de enero del 2006, Hortensia Tunja y Manuel Tao regresaban a sus casas en una moto después de participar de las festividades de los Reyes en la comunidad de Belén. Saliendo de la vereda, miembros del Batallón Cacique Piguanza que habían subido hasta la comunidad esta misma noche, los dispararon causando la muerte de ambos jóvenes e hiriendo a William Cunacué, quien iba manejando la moto. Al amanecer, después de encerrar a la comunidad de Belén en el salón donde se desarrollaba la fiesta e impedir a los familiares de acercarse a sus hijos muertos, los cuerpos fueron trasladados hasta la base militar de La Plata. Cuando los familiares lograron recuperar los cadáveres, el ejército los presentó como guerrilleros abatidos en combate. A pesar de las denuncias realizadas, nunca se estableció la verdad de aquellos hechos, ni se han condenado los responsables de esta masacre.

Por eso, campesin@s, religios@s, profesor@s y estudiantes, defensor@s de los derechos humanos nos reunimos el 7 de enero en el casco urbano de La Plata de donde proviene el Batallón asesino y el 8 de enero para recorrer el camino realizado esta noche de la masacre por las víctimas, desde la comunidad de San Antonio hasta la comunidad de Belén en el municipio de Inzá.

En ambas partes levantamos pancartas con mensajes de denuncia salidos de nuestros corazones, extendimos los pasacalles que recordaban a Hortensia y Manuel y nos integramos en dos grandes Caminatas por la Vida y la Memoria para alzar nuestra voz en contra del olvido y la impunidad. Somos hombres y mujeres del campo quienes a diario sembramos vida, y rechazamos los atropellos de la fuerza pública en contra de los procesos comunitarios. Nos cansamos de ver al Estado y su ejército tenernos de blanco y por ellos nunca nos dejaremos de movilizarnos por la memoria y la vida.

Si bien vemos a la política de Seguridad Democrática acabar con los procesos sociales y generar terror y zozobra en nuestras comunidades, la partida de Hortensia y Manuel no acabará con sus esperanzas, que son las nuestras mismas, la de sus comunidades, que son la palabra de la dignidad campesina.

Esta Caminata por la Vida y la Memoria recoge la voz de tantos hombres, mujeres, jóvenes, campesin@s, indígenas, afrocolombian@s que hemos perdido sus vidas bajo las balas del conflicto armado y levanta los gritos de los familiares de todas estas victimas cuya muerte quedó en la impunidad.

Seguiremos luchando por la verdad, la justicia y la reparación integral.

La verdad para que se esclarezca ante la opinión pública lo ocurrido en tantos hechos donde cayeron civiles y se haga un pronunciamiento público que reconozca la masacre del 8 de enero del 2006 por parte del Ejército Nacional en contra de civiles inocentes.

La justicia para que los victimarios sean juzgados y no condecorados por supuestas bajas insurgentes y que se cierre de manera inmediata el caso del sobreviviente William Cunacué acusado de rebelión siendo agricultor reconocido de la región.

La reparación integral para que se respete a las comunidades y sus procesos sociales y se respalde a su reivindicación de vida digna, defensa del territorio y autonomía.

Como a Hortensia y Manuel, guardaremos y recordaremos para siempre a tod@s l@s muert@s de procesos sociales, seguiremos en movilización permanente por la vida de nuestra gente y sus procesos comunitarios y la memoria del pasado para que no nos asesinen el presente.

El callar es el olvido,
La voz es la Esperanza,
El Caminar es el recuerdo
De hacer vivir a nuestros muertos.

Familiares de Hortensia, Manuel y William
Asociación Campesina de Inzá Tierradentro ACIT
Comité de Jóvenes ACIT
Comité de Mujeres ACIT
Asociación Campesina de Monserrate, La Plata
Asociación de Estudiantes Universitarios de Tierradentro -Protierradentro
Asociación de Mujeres por la Paz ASMEPAZ
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Colectivo Feminista Proyecto Pasos
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
Federación Agrominera del Sur de Bolívar Fedeagromisbol

La Plata – Huila, 7 de enero del 2007
Belén – Inzá – Cauca, 8 de enero de 2007