Continúa avanzando el proyecto paramilitar en Jiguamiandó

Integrantes de consejos comunitarios de Jiguamiandó han sido objeto de intimidaciones y amenazas paramilitares.


Afrocolombianos que se trasladaban por caminos de servidumbre fueron abordados por grupos de 10 pesronas con armas largas, entre ellas, una mujer, al mando del llamado “El Mono”.

Los paramilitares luego de solicitar a los habitantes rurales que les identificaran, les manifestaron que eran más de los que ellos creían. Uno de ellos expresó que tenían fotografías de algunos de los integrantes del consejo comunitario que habitan en la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”, puntualizó uno de ellos: “ya verán“.

Las operaciones paramilitares se desarrollan en medio de una presencia militar que según informes oficiales pretenden contrarestar la presencia paramilitar.

La presencia paramilitar es parte de la fase de control social pretende asegurar la amliación de la siembra de cocaína, proteger los laboratorios, asegurar los agronegocios de reactivación de la palma, del banano, de yuca y de ganadería extensiva, como lo anunciaron y lo reiteraron a los afrocolombianos.

Ayer se tuvo conocimiento de amenazas a Alfonso Saya, Ledys Tuiran, Jorge Mercado y Silvio Fallares, grupos armados empresariales, manifestaron que a “a ellos se les callaba la boca, porque se las callaba. “.

Por otra parte, las versiones oficiales pretenden desvirtuar una causa violenta en el asesinato de los hermanos Eduar y Eider Agamez Sánchez, aseverando que se trata de un ahogamiento. Testigos reiteran que los hermanos fueron asesinados por los paramilitares, que recibieron golpes, que intentaron ser ahogados por los paramilitares y que los propios paramilitares aceptaron su autoría en el doble asesinato.

Los afrocolombianos que habitan en las Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad exigieron al gobierno colombiano una reunión con dos ministerios y el propio presidente Juan Manuel Santos, ante los asesinatos, las desapariciones, desplazamientos forzados, amenazas de muerte de paramilitares que operan con la complicidad y tolerancia de la brigada 17 y la policía de Urabá, a la fecha no han recibido respuesta y la situación tiende a agravarse por los anuncios paramilitares.

Bogotá, D.C. septiembre 19 de 2011

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz