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Conmemoración 25 Años Desaparición de Luis Fernando Lalinde Lalinde‏

BODAS DE PLOMO E IMPUNIDAD

A 25 años de la desaparición forzada y ejecución extrajudicial de
Luis Fernando Lalinde Lalinde


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“En octubre de 2009 se cumplen 25 años de la detención-desaparición de Luis Fernando Lalinde Lalinde por una Patrulla Militar del Ejército, la N º 22 del Batallón Ayacucho de Manizales. “Bodas de Plomo” porque los hechos sucedieron bajo el Gobierno de Belisario Betancur y su proceso de Paz, en mi concepto, el más cruento de los procesos desde el Frente Nacional hasta nuestros días incluida la incineración de la justicia en el Holocausto del Palacio. La Impunidad, sigue ahí. Llegamos a la Verdad pero está pendiente la Justicia y no hemos renunciado a ella.”

Fabiola Lalinde

Testimonio
“Todavía adolescentes, Luis Fernando y tantos otros de nuestra generación, vivimos con entusiasmo la búsqueda de renovación que suscitó el Concilio Vaticano II en la Iglesia Universal, y muy particularmente la Asamblea del Episcopado Latinoamericano en Medellín en 1968 para nuestro Continente. Estudiamos el Bachillerato en el Seminario Menor de Medellín; allí nos conocimos y fuimos buenos amigos. Luis Fernando ingresó en 1970, yo inicié un año antes. Éramos de cursos distintos, pero de la misma patrulla en la Tropa Scout, y compañeros en el trabajo con la comunidad y la alfabetización en el Barrio Santo Domingo en Medellín, así como en los “campamentos-misión” en veredas de pueblos Antioqueños y al sur del departamento del Chocó. La formación Cristiana en el Seminario Menor en los años 70 nos lanzaba al compromiso con la comunidad, y preferencialmente con los más pobres.

La espontaneidad y la alegría de Luis Fernando lo hicieron muy cercano a las personas con las que trabajábamos; su exquisita sensibilidad humana y la cálida acogida que brindaba a todos, lo llevaron a un compromiso solidario y efectivo con la causa de los pobres. Desde adolescente le apostó a la lucha por la dignidad del hombre, por la justicia y la paz. Su compromiso fue duradero, hasta el final. Su muerte es el signo más elocuente de su fidelidad; pero la desaparición y el asesinato de los que fue víctima por parte de las fuerzas de seguridad del Estado Colombiano, una injusticia atroz y vergonzosa aún no reparada: 25 años de impunidad!”
Guillermo L Arboleda T OSB
Abad de los Monjes Benedictinos de Guatapé