lideres sociales asesinados

Comunicado – Asesinado Álvaro Narváez Daza y tres integrantes de su familia

Región Afropatiana, 30 de abril de 2002

Comunicado

Las comunidades Afropatianas, hijas e hijos del Río Patía y sus afluentes; expresamos nuestro profundo  dolor y rechazamos rotundamente los hechos sucedidos en la comunidad de El Vado, municipio de Mercaderes, en la subregión sur del Departamento del Cauca.

En la comunidad de El Vado, del corregimiento de Mojarras, fue asesinado Álvaro Narváez Daza y tres integrantes de su familia; su esposa Delia Daza Rodríguez, su hijo Cristian Narváez Daza y su nieta, de 14 años, Jeny Catherine López Narváez. En este hecho, resultó herido gravemente otro de sus hijos. Todos y todas, pertenecientes al Consejo Comunitario “Palenque La Torre”.

Álvaro era un líder comprometido con el bienestar, la calidad de vida y convivencia de las comunidades y especialmente de la comunidad de El Vado, se desempeñó como dirigente del Consejo Comunitario  Mojarras, como directivo de la Junta de Acción Comunal, así como en otros cargos y oficios comunitarios y sociales, entre los que se pueden mencionar su liderazgo frente al proyecto del acueducto del Rio Bermejo, acciones para el buen funcionamiento de la escuela rural de El Vado y el trabajo adelantado en articulación con la Universidad del Cauca y Nariño, en su predio, enfocado hacia la investigación de forrajes y otras actividades agropecuarias.

El líder Alvaro Narváez pertenecía al Consejo Comunitario “Palenque la Torre” de Mercaderes, Cauca, que presentó una demanda ante el Tribunal Contencioso Administrativo del departamento, rogando al Estado Colombiano por la protección de sus comuneros y comuneras, la protección a sus derechos territoriales, del ambiente y sus ecosistemas, por la supervivencia social  y  cultural que, se  han vulnerado y  se encuentran  en riesgo tras la sustracción ilegal de minerales, la ausencia del Estado a través de estrategias para el desarrollo y el bienestar comunitario y la presencia de actores armados en los territorios ancestrales.

El pueblo Afropatiano, durante más de dos siglos ha sido maltratado, i nvisibilizado, violentado, saqueado y abusado, ante el silencio omisivo de los gobiernos y la sociedad colombiana. Hoy, este gobierno que ha callado frente a la cruel y sistemática violencia de la que son víctimas los Líderes y Lideresas sociales, comunitarios, defensores y defensoras de Derechos Humanos de todo el País, nos impone la necesidad de exigir, nuevamente, al Estado medidas de protección reales y ciertas, como sujetos de especial protección constitucional, con las cuales se garantice, primero, la  vida  de quienes conforman los  Consejos Comunitarios y segundo, la supervivencia social, política, territorial y colectiva de nuestro pueblo Ancestral.

A las familias, amigos y amigas de Álvaro, Delia, Cristian y Jeny; nuestro abrazo comunitario y  fraterno, con la fuerza de ancestros y ancestras que ya nos acompañan materialmente y que lloran la vida y sangre de nuestro pueblo.

Imagen: Semana.