Carta Pública de la Coalición Internacional de Organizaciones de Derechos Humanos de Las Américas a las Presidentas y Presidentes con motivo de la Celebración de la V Cumbre de las Américas

15 de abril de 2009

Jefes y Jefas de Estado de las Américas:

La Coalición Internacional de Organizaciones para los Derechos Humanos en las Américas les saluda a propósito de su participación en la V Cumbre de las Américas, en Puerto España, Trinidad y Tobago.

La Coalición es una red de organizaciones no-gubernamentales y sociales que comparten la visión de un hemisferio con plena vigencia y respeto de los derechos humanos. Con este propósito, las organizaciones que la integran trabajan para impulsar el cumplimiento de las obligaciones internacionales por parte de los Estados miembros de la OEA, promover la adopción de medidas para prevenir su violación, buscar la protección de todas las personas y colectivos sujetos a su jurisdicción, así como contribuir a la eliminación de la impunidad en todos los casos de violaciones de derechos humanos, y favorecer el respeto efectivo al principio de no discriminación. Una de las vías privilegiadas para lograr estos objetivos es procurar el fortalecimiento del Sistema Interamericano de Protección y Promoción de los Derechos Humanos, en adelante SI.

En el año 2009 se conmemoran algunos hitos que cambiaron la historia del continente americano en materia de reconocimiento, protección, garantía y defensa de los derechos humanos de sus habitantes. Hace cincuenta años, la Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en Santiago de Chile, adoptó importantes resoluciones relativas al desarrollo y fortalecimiento del SI, una de ellas fue la creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano principal de la Organización de Estados Americanos (OEA) responsable de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos y servir como órgano consultivo de la OEA en la materia.

Diez años después, en 1969, la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, reunida en San José de Costa Rica, adoptó la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el principal instrumento jurídico interamericano creado con el objetivo de “consolidar en este Continente, dentro del cuadro de las instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre”.

El proceso de fortalecimiento del SI continuó, y en 1979, la Asamblea General de la OEA celebrada en La Paz, Bolivia, aprobó el Estatuto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos definida como “una institución judicial autónoma que tiene por objeto la aplicación e interpretación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.

A lo largo de los años, este sistema ha demostrado ser un mecanismo efectivo para la protección de los derechos humanos de aquellas personas que no encontraron respuesta al interior de sus países. Así lo demuestran las importantes decisiones e informes adoptados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos durante la vigencia de regímenes dictatoriales y conflictos armados, y el destacado rol que asumieron tanto esta, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en los procesos de transición y consolidación de la democracia que experimentaron los países americanos durante las décadas de los 80 y 90.

Ante las realidades actuales, el mecanismo de protección interamericano no sólo mantiene su vigencia sino que se le plantean nuevos desafíos. Desafortunadamente seguimos enfrentados a graves violaciones a los derechos humanos, producto entre otras causas, de la violencia, de una institucionalidad débil y de los profundos grados de desigualdad y exclusión que caracterizan al hemisferio.

A ello se suma la situación de persecución y hostigamiento que viven numerosas defensoras y defensores de derechos humanos, desconociéndose el aporte fundamental que realizan en el fortalecimiento de las democracias. Adicionalmente, la mayoría de estas agresiones permanecen en la impunidad o son propiciadas o toleradas por los Estados.

Hoy más que nunca se requiere de las Presidentas y los Presidentes de los Estados de las Américas, el apoyo decidido al Sistema Interamericano de Promoción y Protección de Derechos Humanos, para fortalecerlo como garantía última del estado de derecho. Por ello hacemos un llamado respetuoso, pero vehemente, para que reunidos en la V Cumbre de las Américas expresen su compromiso para:

1. realizar todas las acciones que sean necesarias para fortalecer, normativa y financieramente, el Sistema Interamericano y garantizar un mayor acceso a este por parte de las víctimas de violaciones de derechos humanos;

2. universalizar el sistema interamericano de derechos humanos, considerando la firma y ratificación o adhesión, lo antes posible y según sea el caso, de los instrumentos interamericanos en la materia; así como cumplir a cabalidad con las resoluciones emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), incluyendo la implementación de medidas estructurales que aseguren la no repetición de los hechos violados;

3. adoptar medidas decisivas y eficaces para garantizar los derechos humanos y protección efectiva contra su violación, a personas y colectivos que hoy se encuentran en inminente riesgo, como las mujeres víctimas de la violencia y la discriminación y las personas cuya subsistencia depende del trabajo asalariado o del cultivo de la tierra y los han ido perdiendo. Riesgos que se agudizan para las comunidades, grupos y sectores históricamente excluidos por su condición económica, estatus migratorio, edad, origen étnico, cultural o racial, por su identidad sexual o de género, así como por su opción política.

4. promover una cultura de los derechos humanos en la cual se reconozca el papel fundamental que ejercen los defensores y defensoras de derechos humanos para la garantía de la democracia y del estado de derecho, e implementar una política global para su protección, que incluya políticas de prevención, protección y sanción de actos de violencia en su contra, así como acciones contra su estigmatización.

Señoras Presidentas y señores Presidentes, confiamos en que reafirmarán su compromiso con la construcción de democracias más justas e igualitarias, con la vigencia de los derechos humanos sin discriminación, así como con el Sistema Interamericano garante de su protección. Por ello les exhortamos a tomar medidas efectivas para su fortalecimiento y consolidación.

Organizaciones que se adhieren a este pronunciamiento:

Abogadas y Abogados para la Justicia y los Derechos Humanos, A. C. – México
Asistencia Legal por los Derechos Humanos A.C. (ASILEGAL) – México
Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) – Perú
Centro de Documentación en Derechos Humanos “Segundo Montes Mozo S.J.” (CSMM) – Ecuador
Centro de Iniciativas Democráticas (CIDEM) – Panamá
Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH)
Colectivo de Abogados José Alvaear Restrepo – Colombia
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) – Ecuador
Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C.
Comité de Familiares de Víctimas de los sucesos de febrero y marzo de 1989 (COFAVIC) – Venezuela
Espacio Público- Venezuela
Global Rights Partners for Justice – organización internacional
Foro de Mujeres del Mercosur, Capítulo Paraguay – Paraguay
Human Rights First – organización internacional
Instituto de Estudio Comparados en Ciencias Penales – Guatemala
Grupo Interdisciplinario por los Derechos Humanos (GIDH)-Colombia
Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, A.C. / COLEM – México
Observatorio Internacional de Migraciones (OCIM) – organización internacional
Oficina Jurídica Para la Mujer de Cochabamba – Bolivia
Servicio Internacional por los Derechos Humanos – organización internacional
Tobnel Tinamit -Centro para la Defensa Legal Indígena- Guatemala

* Coalición Internacional de Organizaciones de Derechos Humanos de las Américas