Carta por veeduría Dipaz

Referencia: A un mes de decretarse el cese unilateral por las FARC-EP y de ordenarse el desescalamiento por parte del gobierno


Cumplimos un mes (20 de julio a 20 de agosto) del cese al fuego declarado por las FARC-EP y del desescalamiento ordenado por el gobierno1 Amplio por la Paz, Constituyentes por la Paz, Red de Universidades por la Paz, Comunidades Construyendo por la Paz, CONPAZ, como veedores tras la invitación que nos hicieran públicamente, aporte que cuenta con conocimiento del Gobierno., en el que participamos con el Frente Cumplimos un mes (20 de julio a 20 de agosto) del cese al fuego declarado por las FARC-EP y del desescalamiento ordenado por el gobierno1 Amplio por la Paz, Constituyentes por la Paz, Red de Universidades por la Paz, Comunidades Construyendo por la Paz, CONPAZ, como veedores tras la invitación que nos hicieran públicamente, aporte que cuenta con conocimiento del Gobierno., en el que participamos con el Frente
Han sido semanas en las que en medio de incertidumbres, damos fe, que sigue siendoimprescindible avanzar en la solución del conflicto armado cimentado en la paz y la justicia.
Un mes de esperanzas, en medio también de la fase exploratoria entre el gobierno y la guerrilla del ELN, la que hemos saludado también en nuestra comunicación del 6 de julio pasado, esperando que se habilite el inicio de esa mesa de conversaciones. Estamos a la expectativa de un anuncio que hará el comandante de esta guerrilla Nicolás Rodríguez en las próximas horas, según anunciaron los medios de información y saludamos, las expresiones optimistas, y discretas, del gobierno. Cuando terminábamos de escribir esta carta, conocimos el reconocimiento de responsabilidad de las FARC- EP por el asesinato de Genaro García, líder de los consejo comunitarios del
Pacífico, integrante de COMPA. En medio de nuestra voz de objeción y de rechazo a este daño irreparable a la vida, vemos con esperanza la decisión de esta guerrilla de asumir su responsabilidad frente a este lamentable y doloroso hecho. Su expresión la interpretamos en el centro de la aspiración de una paz como fruto de la justicia, que anima, de diversos modos también, a todas y todos los comprometidos de corazón con este proceso, incluidas las partes en confrontación.
Esta misma esperanza está en los múltiples aprendizajes durante éste mes de veeduría en las articulaciones de la sociedad civil en procura de la construcción de la paz.

Nos anima la fuerza del Evangelio que reconoce: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios… Y … Bienaventurados los que tienen hambre y sed de Justicia porque ellos serán saciados”2. La paz y la justicia son los deseos de Dios.

Leer carta completa: